Caperucita Negra

Esto ya no puede empeorar...

Maria

-O lo hace o la expulso -La profesora me miro firme-

-Hija de... -Susurre muy bajito-

-¿Dijo algo, señorita? -La fulmine con la mirada, ganandome su horrible sonrisa de victoria-

-No -Le sonrei falsamente-

-Bien, espero que disfruten del trabajo y se conozcan mejor -Nos miro a Tyler y a mi-

-Solo espero no matarlo antes de entregar el trabajo -Dije en un susurro apenas audible-

La profesora se sento de nuevo en su silla, y yo despues de ella. Tyler me miro seductoramente, a lo que yo le conteste con cara de asco.

Apoye la cara en la mesa y la escondi entre mis brazos esperando a que el timbre sonara, cuando algo chocando con mi brazo me hizo levantarme. Una nota.

Preciosa, por fin estaremos los dos solos... 

Mire a Tyler y le fulmine con la mirada. El señalo el papel, supongo que invitandome a escribir algo

Cogi el papel y un boli. Me pense dos veces lo que iba a ponerle, tenia tantos insultos en la mente... no sabia cual elegir esta vez

¡Ja, ja! Que gracioso, antes me tiro por un puente a estar a solas contigo 

Le pase el papel y este me miro ofendido. Saco un boli de su estuche y escribio algo en la nota. Despues volvio a lanzarme el papelito

Pues yo me tiraria contigo <3

Agarre el bole y conteste 

Entonces meteria tu cabeza en el agua hasta que dejases de respirar

Le pase el papelito y el me miro sorprendido. A los pocos segundos la nota estaba en mi mesa

No lo harias, porque te gusto demasiado

Mire el papelito y en mi cara se formo una mueca de asco. Cogi el boli de nuevo y conteste

Si... me gustas a mil metros bajo tierra encerrado en un ataud, con tan solo tres minutos de oxigeno

Le lance el papelito y mire a la profesora, quien parecia no darse cuenta de nada. A los pocos segundos un papelito golpeo mi mejilla. Abri el papelito 

¿No te pasaste un poquito? 

M... creo que tiene razon...

Tienes razon, tres minutos de oxigeno son mucho, quizas treinta segundos o... diez

Le lance el papelito y este abrio los ojos como platos de nuevo. No pude evitar reir, le salian unos hoyuelos monisimos... creo que guardaria los hoyuelos para las pirañas...

El timbre sono estruendosamente y yo sali corriendo por la puerta. Justo recorde que hoy tenia  peluqueria, a cortarme algo las puntas y el flequillo -mi madre me obliga a cortarlo cada cierto tiempo- 

-¡Maria! -Grito una voz masculina, bastante conocida ya-

Me di la vuelta y mire al idiota

-¿Que quieres ahora? -Sone borde, quizas mas de lo que queria, pero esta bien-

-Es por lo del trabajo -Sonrio seductoramente acercandose a mi-

-Me aleje de el- Si lo dices por quedar, la respuesta es nunca -Dije dandome la vuelta para retomar mi camino-

-Me agarra la muñeca y tira de mi hacia atras- Entonces... ¿quieres que te expulsen? -No le vi la cara, pero seguro que estaba sonriendo-

-Suspire frustrada- Bien -Dije entre dientes-

Me gire para verle la cara e intente no partirsela

-¿Hoy en tu casa a las cinco? -Pregunto sonriente-

-Tengo peluqueria hasta las tres, luego tengo que com... -Deje de hablar al ver que el se habia ido. Idiota...-

Camine hasta la peluqueria, donde mi madre me esperaba sonriente

-¿Entramos o nos vamos a quedar aqui como pasmarotes? -Le mire cruzada de brazos-

-Oh, si, vamos -Me sonrio de nuevo y entramos-

La peluquera puso cara de asco al verme, como siempre, y me acompaño hasta una silla. Luego la mujer fue a hablar con mi madre. Ambas susurraban mientras mi madre me miraba y sonreia una y otra vez. Todo este secretismo empezaba a molestarme

-¿Lista? -Pregunto la peluquera-

-Que remedio -Me encogi de hombros-

(...)

Ya estaban por quitarme todos los cacharros que me habian puesto en el pelo para teñirlo de nuevo de azul. Y cuando me quitaron todo abri los ojos como platos

-¿¡Que mierda de paso a mi pelo?! -Grite con los ojos aun mas abiertos-