-CAPITULO UNO-

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Prisioneros: capitulo dos; 



"     "



        No pensó que fuera como en las películas de cárceles donde los presos son unos energúmenos sin control alguno, obviamente cuando da un paso dentro de la cárcel: por los pasillos que dan a las piezas con rejas; se da cuenta de que se equivoco.

Los tarros que eran usados como vasos eran chocados en las rejas de todos los prisioneros dándole la "bienvenida" al nuevo recluso, dándole la bienvenida  él.

Algunos sin gracia alguna: escupían. Otros , quizás mas decentes, simplemente lo miraban como si solo fuera un vicho.
el resto, los asquerosos; lo miraban con lujuria.

cerrando los ojos para evitar sentirse mas asqueado, murmurando para si mismo:— cinco años...,son solo cinco años.

—¡que bonito pelo, se vería mas bonita junto a la cabeza de mi polla!—aun con los ojos cerrados, avanzando sin chocar gracias a los guardias, no supo quien de todos esos asquerosos había gritado tan puerca declaración.

 cuando se decidió por abrir los ojos, sus propios ojos se fijaron en un hombre: Zoro se detuvo solo un segundo  para verlo; era alto, lleno de músculos y tatuajes en el rostro.

El preso notó la vista del peliverde sobre su cuerpo y sonrío mostrando su diente amarillo, el único que le quedaba en el frente de sus encías.

Zoro quiso vomitar, la mayoría de los presos tenían un cierto parecido a este sujeto.

Excepto dos que pudo distinguir; uno alto de cabellos negros y grandes ojeras con una sonrisa pareja y blanca.

El otro de cabellos rojos y sonrisa malévola.

Solo miraban, ni gritaban ni golpeaban los tarros contra las rejas y eso le dio aun mas miedo a zoro. el concejo de usopp vago por su cabeza, tan rápido como una bala.

Sintió como el viejo Garp lo empujaban obligándolo a seguir caminando. así que con disgusto cerro los ojos nuevamente. Subió escaleras y caminó recto hasta llegar a una celda.

sin embargo algunos de los gritos de la mayoría de los presos aún eran demasiado audibles, aun cuando este celda era a ultima del pasillo
; la única que daba directo a una pared.

—Shanks...,la celda está abierta—espetó duro pero quizás un poco asustado, al parecer de zoro, el viejo de cabellos blancos, mirando de reojo a el pelirrojo: vio como asintió y desapareció algunos segundos para luego volver más calmado.

 Se metió en otra pelea. Esta vez fue con Enel..., casi es una nueva baja— la verdad a Zoro esto le era perfecto, por hoy no tendría compañero de celda, era una maravilla. poco momento en la vida de zoro eran como estos, cuando los astros se alineaban para dar un poco de fe.

—¿Cuanto tiempo en la madriguera?

 tres días más, Garp— el pelirrojo suspiró.

"perfecto, perfecto. gracias astros" pensó vagamente Zoro, ante las noticias que sus oídos escuchaban.

Akagami abrió la puerta de la celda y los gritos de algunos reos ,que tiempo atrás se habían callado, volvieron a alzarse en insultos, bromas pervertidas y declaraciones de promesas sucias.

—¡mi amor, guarda esa boquita para esta noche, vas a usarla para mi!—zoro sintió que su cuerpo se tensaba por completo y cuando el pelirrojo se despidió y cerro su celda-luego de desatarle las manos y pies-,él la movió fuertemente solo para asegurarse de que estaba bien cerrada. en un intento en vano de sentirse mas seguro dentro de la celda.

Prisioneros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora