61 - "Tic-toc"

350 39 13
                                    


Todo parecía un mar de sensaciones. Los sonidos eran inconexos y la oscuridad reinaba como la noche más negra, le costaba distinguir entre el mar de ruido las voces a su alrededor. Se levantó, sintiendo su cuerpo como si llevara cien kilos extra encima, le dolía absolutamente todo. Con confusión y sin saber muy bien que hacer hizo el esfuerzo por levantarse, pero solo cayó de bruces al piso.

Parpadeó varias veces para aclarar su visión, intentando reconocer el lugar donde se encontraba. Aunque no lo logró, pudo por lo menos ponerse en pie después de muchos intentos, dio algunos pasos tanteando objetos para no volver a caer.

No recordaba exactamente la razón por la cual sentía como si un peso de cien kilogramos la hubiese aplastado, solo sabía que un dolor abrasador envolvía su cuerpo como si de una serpiente se tratase, lo siguiente fue despertar de un sueño nada reparador.

—Presiento que esto no ha terminado. — la voz tensa de su abuela Jocelyn la puso en alerta, la puerta entreabierta dejaba a Sky oír con claridad la conversación. — No estamos seguros en ningún lugar, nadie, de hecho.

—Esta vez no tenemos ningún plan B. — Sky reconoció esa voz, juraba que la había oído en algún momento de su vida. Suave y calmada, masculina, definitivamente. — Tenemos que preparar la retirada si las cosas no salen bien.

—Retirada... — susurró Sky para sí.

Los recuerdos comenzaron a regresar de a poco, solo imágenes inconexas y sin sentido, nada que pudiera serle de utilidad para comprender la situación.

—¿De qué situación están hablando? — decidió entrar a la habitación para intervenir en algo que no entendía, admitía que no fue la mejor idea.

Ninguno de los presentes respondió, solo la miraron como si de un fantasma se tratara. Las expresiones boquiabiertas no se hicieron esperar, su abuela Jocelyn, junto con el hombre calvo y a la que reconoció como la Consúl, retrocedieron unos pasos.

—¿Qué está pasando? — insistió frunciendo el ceño. — ¿Por qué me miran... tanto?

—¿Eres Sky Morgenstern? — preguntó la voz masculina de hace unos minutos. El hombre frente a ella lucía confundido, pero no tenía la misma expresión muda del resto, a su lado una mujer castaña la miraba con curiosidad.

—Si, esa soy yo. — respondió con cautela.

—Me llamo Jem C...

La presentación fue interrumpida por el leve resplandor que iluminó la mitad de la sala repentinamente.

—Lamento llegar tarde. — se disculpó su hermano menor con Esther a su costado, cosa extraña, porque la vieron morir. — Me tomó más tiempo... Sky... ¡estás aquí! — exclamó Chris antes de lanzarse de lleno a sus brazos. Por supuesto que lo abrazó, aunque seguía sin entender la razón de tanto misterio.

—¿Alguien me dirá que rayos está sucediendo? — cuestionó con frustración oprimida.

—Moriste, pero regresaste. — explicó su hermano sin filtro alguno. — Un demonio te atravesó, nos enviaron devuelta al Instituto...

La rubia negó con fuerza, los muertos no reviven, era simplemente imposible. Otros recuerdos llegaron, aunque seguía sin entender del todo la situación. Logan, el nombre de su hermano mayor resonó fuerte en su mente, estaba en peligro, o al menos lo había estado cuando...

—¿Dónde está Logan? — inquiría Sky sin querer saber la respuesta. — ¿Por qué todos hablan de un plan B? ¿Y por qué Esther está contigo, Chris? Se supone que está muerta. 

Cazadores de Sombras: Herederos del CieloWhere stories live. Discover now