O6

1.8K 212 34
                                    

I’m waking up from this dream that’s like reality
Swallowing up another day that’s like a nightmare.

💫

Parpadeo, totalmente aburrido y cansado de todo y al mismo tiempo de nada en realidad.

Saber que Jeonsung probablemente estaba formalizando su vida tranquilamente envió corrientes de angustia a través de mi. Por un momento no sabía si era eso o molestia.

Recuerdo el primer momento en el que sentí celos por ella.

Estábamos en un proceso de "amigos que se gustan pero son lo suficiente tontos para quedarse como amigos que se gustan" cuando entré a la clase que compartíamos y la vi hablando con el mariscal de campo. No era por inferiorizar a mi persona, pero yo podía ser muy bien un mosquito al lado de él.

Él era fuerte, atractivo, alto, con suficiente masa muscular como para hacer dos de mi y todo un cautivador de chicas. Y yo, yo era débil, no era feo, pero seguro como el infierno que si me tiñera el cabello de rubio como él no me quedaría tan impresionante; claramente con apenas carne para mi mismo y apenas podía hablar con las chicas en el momento en que compartíamos alguna tarea.

Así que sorpresa para nadie sería que me sintiera un poquito intimidado por él cuando era todo un mastodonte. Yo ni siquiera sabía como decirle de nuevo a Jeonsung lo mucho que me gustaba.

Ellos estaban muy a gusto hablando y apenas un libro los separaba por, como mucho, quince centímetros.

Ese fastidio creciendo en mi pecho era primera vez que me atacaba. Pero estaba tan molesto que no sabía como no había ido a separarlos para que no hablaran más.

En cambio, me desplomé en mi silla, con el ceño fruncido, tratando de hacer el mayor ruido posible, pagando lo que sentía con mis libros, aventándolos con furia en la mesa.

Cuando no tuve que mas tirar, apreté los puños, irritado, frente a mi. Volteé a mirar de reojo a Jeonsung y señor mariscal perfecto. Ver como seguían hablando y de paso, ahora sonriendo, hizo que pateara la silla hasta atrás y me levantara hecho la furia en persona y saliera del salón.

Estaba seguro, no, segurísimo; de que Jeonsung vio todo el show que armé en los escasos pasos desde mi puesto hasta la puerta.

Sorpresivamente no me importó, y seguí despotricando con todo lo que se me atravesara.

Cuando llegué a la cancha me molesté un poco más, porque estar ahí me recordaba con quién estaba ella.

Probablemente hubiera explotado balones de fútbol si no hubiera escuchado a Jeonsung llamarme, además de oler su dulce perfume cerca de mi.

Me volteé y la miré con el ceño fruncido, viendo como ella se acercaba con una sonrisa.

— Hola, Dodo. — fruncí aún mas el ceño cuando escuché como me llamó y me alejé unos pasos cuando se acercó.

Ella seguía sonriendo y no entendía por qué. Hasta que comenzó a reír.

Sintiéndome insultado, me volteé soltando un bufido.

— ¡Lo siento, lo siento, lo siento! — aunque decía eso, escuchaba como seguía riendo por sobre sus disculpas.

No me detuve hasta que saltó sobre mi, tomándome por sorpresa, estabilizándome difícilmente.

— ¿Qué tienes? — seguía riendose, y eso no me quitaba el fastidio.

— Nada.

— ¡Claro! Por nada pareces una linda cosa molesta. Sólo te falta gruñir para parecer un perro rabioso.

Me volteé, encarándola. Y me crucé de brazos, como si con eso creara una capa entre nosotros.

— ¿Qué haces aquí?

Dejó de reír, para mirarme desconcertada y levemente curiosa.

— Vine a verte. — sonrió de nuevo.

Miré por sobre ella, y vi a señor estúpido idiota mariscal a cincuenta metros de nosotros. Apreté los puños de nuevo.

— Parece que alguien está esperando tu atención otra vez. — un murmuro irritado salió de mi garganta.

Ella se volteó confundida, mirando dónde yo. Luego sonrió de lado.

— Si, tienes razón.

Gruñí, mi sangre hervía.

En ese momento hice lo más desvergonzado e inconsciente que había hecho nunca.

Llevé mis manos a sus mejillas y la acerqué furiosamente hasta que nuestras bocas estuvieron unidas.

Soltó un jadeo sorprendido, pero no se alejó. Me tomó por los húmeros, apretando y me siguió.

Cuando nos separamos, la abracé posesivamente, respirando rápidamente. Luego de unos momentos volví a mi conciencia y me avergoncé.

— Lo siento.

— Si estabas celoso, sólo debías decirlo, Dongyoung. — murmuró cerca de mi oído y la escuché reír bajito.

Sonreí con nostalgia, recordando eso como si lo estuviera viviendo.

Luego el sentimiento de vacío se instaló en mi pecho y sólo quisiera que estar sin ella fuera una pesadilla.

Si hubiera pesando mas inteligentemente, no estuviéramos separados.

Timeless.「❆」ᴅᴏʏᴏᴜɴɢWhere stories live. Discover now