Pueblo Dolly [H.S]

24.

La semana pasó de forma lenta y tortuosa. Bonnie se sentía terriblemente sola; no hacía mas que llorar y sentirse mal, rota, herida.

Harry no volvió a poner pie dentro de la casa. Había venido dos días, pero en los dos no tenía el valor de entrar. Se sentía culpable. Max tampoco había hecho aparición alguna en la casa, podría culpar a su semana de exámenes.

Sábado por la noche, Bonnie está perdida en la televisión, viendo una película que Disney presentaba. Su nariz, mejillas y ojos de un tono rojizo; por el llanto y la amenaza de un posible resfriado. Está recostada de lado en el sofá, sollozando en alguna parte triste de la película. Mas sabe que no llora por la escena.

Un relámpago la distrae y observa las cortinas, escuchando un fuerte trueno segundos después.

Regresa a la televisión para encontrarse con comerciales, opta por cambiar canales al azar. Sus ojos no se despegan de la pantalla cuando un lugar conocido está en ella.

Lo ve todo.

No entiende por qué están subiendo a sus amigas a un camión y por qué les colocan aquellas cosas en las manos a las mujeres mayores. A mamá Olivia.

¿Por qué todas lloraban?, ¿Por qué todas estaban asustadas?

《...Una red de prostitución, aún no tenemos muchos informes, pero se dice que se podría tratar de las diez niñas desaparecidas cada diez años. Hay teorías, pero no hay nada confirmado. Tendremos información en poco tiempo, vuelvo contigo en cuanto descubra algo.》

La mujer del noticiero comienza a hablar y hablar, hasta que es interrumpida por la persona que estaba en Dolly. Todo siendo visto y escuchado por Bonnie.

《...Se dice que las crían desde pequeñas, dándoles la idea de que los hombres que las compran son llamados visitas. Ellas no saben que son prostituídas, no tienen ni idea.
Hay al menos unas veinte alrededor del mundo, que ya fueron subastadas o compradas, queman los datos de ellas para que no sea posible que las rastreen, pero las autoridades mantienen a las familias con una pequeña esperanza, están dispuestos a la tortura si es necesario, es intrigante ésta situación. Fueron prácticamente preparas desde la infancia para ésto, los hombres abusan de ellas sin remordimiento alguno, sabiendo que ellas no saben su situación, aprovechándose de su inocencia...》

Prostitución, abuso, remordimiento...

Aquellas palabras no salen de la cabeza de Bonnie. Se siente abrumada con toda la información, con las mujeres que conocía siendo maltratadas por personas con uniforme, otras simplemente subiendo a una unidad, pero realmente parecían aterradas y eso le asustaba.

Toma su teléfono que poca batería tenía, buscando las palabras que podía recordar.

Entendiendo más cosas, tomando conciencia para la mala suerte de Harry Styles. Su teléfono se apaga, pero ella ya había estado fuera de él hace un buen rato.

Cuando más metida está en sus pensamientos escucha un trueno más fuerte que el anterior y con ello la luz se va. Mira asustada a su alrededor, pues no hay luz alguna.

Comienza a llorar de miedo y desesperación. El recuerdo de los castigos en Dolly golpéandola con la partida de la electricidad. Ahí aprendió a no llevar la contraria y siempre decir sí. Siempre sí. Aun que no quisiera y no se sintiera segura; siempre sí. Porque si decía no, cosas malas sucedían. Encerrarse en una habitación sin algún rayo mínimo de luz era una de ellas.

La lluvia se intensifica y con ello su llanto también.

Cuando más necesitaba a alguien, estaba sola.

Como si de invocación hablase, minutos después la puerta es abierta y con una linterna en mano, Harry encuentra a Bonnie.

Sabía que algo malo había sucedido cuando sus miradas se conectaron.