TÍPICAS AMIGAS

Parte sin título 5

Yo intentaba estar contenta, pero quien va a estar contenta en las clases de ese profesor, solo hablaba y hablaba y hablaba cosas que nadie entendía. Yo ni siquiera le prestaba atención, solo miraba a Diego, me moría por darle un beso en los labios mi ultimo día, pero seguro el se moría por dárselo a la Tatiana esa, no a mi. Aunque admito que ese ultimo día algo muy inusual estaba pasando, Diego no paraba de mirarme y me ponía muy nerviosa, pero la verdad es que me encantaba que me mirara, me sentía diferente.

- Uy amiga, como que alguien te ha estado mirando mucho hoy no?. Me decía Mariana

- No digas eso que me pones nerviosa. Le dije sonriendo

- Pero es la verdad amiga no ha parado de verte en toda la clase

- Si cierto? Tan raro

- Seguro se dio cuenta que esta enamorado de vos y no de la barbie esa de Tatiana

- No digas bobadas Mari, obvio no

- Jmmm, solo digo

Después de horas y horas de quedarme como estatua mirando a Diego... ehh, perdón, prestandole atención al profe...Ajj, a quien engaño, obvio que no le estaba prestando atención al profesor, para ser sinceros, nadie lo estaba haciendo, no se porque el seguía dando clase y mas bien no nos dejaba conversar. Lo que enserio estaba haciendo era mirar y mirar a mi amor platónico, no disimulaba en lo absoluto, pero el tampoco, los dos nos estábamos mirando fijamente a los ojos con cara de bobos. Fue un momento muy bello. 

Ringgg... Sono el maldito timbre dando fin a mis miradas con Diego

- Bueno muchachos, antes de que me lleven consigo como una manada de elefantes les deseo unas felices vacaciones y que la pasen muy bien. Nos vemos el próximo año! Dijo el profesor antes de ser atropellado por todos los estudiantes y perderse en la infinitud.

"Nos vemos el próximo año" Maldito profesor! ¿Porque tenia que decir eso? Yo no iba a estar el próximo año!.

"Nos vemos el próximo año" Perfecto! Ahora esa frase se repetirá en mi cabeza todo el día. Gracias profesor!. 

Incluso cuando estaba bajando las escaleras con mis amigas, Diego no paraba de mirame, y yo tampoco a el, era tan distraída y elevada lo que estaba que me tropeze con un escalón.

TROPEZAR: Que me empuje la maldita Tatiana

(El que entendió, entendió)

Así que me fui de boca, creí que me moriría, o que al menos me partiría un brazo. Fue muy raro porque ese momento era como si fuese en cámara lenta. Escuchaba la risa maldita de Tatiana, burlándose. Pero fue en ese instante, cuando estaba a punto de romperme los huesos cuando sentí como un ángel del cielo rápidamente me rescataba, sosteniéndome en sus brazos

- Estas bien? Pregunto