Cásate conmigo.

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—Mejor vengo en otra ocasión.

Si darme tiempo a decir algo, salió por la puerta hecho una furia. Dios, esto se estaba poniendo cada vez más difícil. Me giré hacia Diego.

—Quiero que te vayas ahora mismo de mi casa y no vuelvas más a menos que yo te llame

—Jany, es mejor que se mantenga así, pronto voy a estar más a tu alrededor y si él no puede soportarlo...

—Dije que quiero que te vayas. Ahora. Cuando Tiana nazca, te lo haré saber y juro que si en algun momento apareces por aquí sin ser invitado, me voy a largar y no podrás saber absolutamente nada de mi hija.

—¿Serias capaz?

—Ponme a prueba—le dije mientras caminaba a la puerta y la mantenia abierta para él.

Después que se fuera, yo me fui a mi cuarto pisando fuerte, tiré mi celular encima de la cama y empecé a caminar de un lado para otro. Estaba tan cansada de todo esto, por un lado el padre de mi hija provocándome situaciones molestas con mi novio, por otro, mi novio molestándose  y largándose de mi casa. Sentía que iba a explotar por tanta carga emocional, no sabía como explicarle a Derick que Diego solo era el padre de Tiana y nada más. Seguía paseandome de un lado a otro cuando la puerta de mi cuarto de abrió. Cuando ví que era Derick no me paré.

—¿Qué quieres Derick?

—Estás enojada—no era precisamente una pregunta, pero igual se la respondí.

—Si Derick, estoy enojada y harta y frustrada porque ya no se como decirte que entre Diego y yo no hay, ni habrá nada, estoy cansada de que salgas por esa puerta cada vez que lo ves. Él va a estar cerca porque es el padre de Tiana y eso no lo puedo evitar, si pudiera cambiar algo, cambiaria que fuera el padre de Personita, pero no puedo hacerlo. Sé que él no tiene nada que hacer aquí mientras yo esté embarazada, pero estaba tratando de llevar la fiesta en paz, de no mandarlo a ...bien lejos, sé que a veces se toma libertades que no le corresponde, pero hay algo que tienes que entender y no lo haces. Te amo, a tí, no a él. Necesito que estes aquí conmigo y no que salgas hecho una furia y no sepa de tí hasta el otro día que se te ocurra llamarme o mandarme un mensaje de texto, no quiero una relación así, y tampoco quiero estar enojandome  cada vez más seguido, no me hace bien.

Mientras yo hablaba a él se le extendió una gran sonrisa por toda su cara.

—Que es lo que es tan chistoso, porque a mi nada me parece gracioso—me giré para quedar de espaldas a él.

Sentí sus manos en mi cadera y su barbilla en mi hombro.

—Nunca me habías dicho que me amaras. Yo tambien te amo, perdóname por ser un idiota, perdóname por causarte más disgustos, no es mi intención, pero cada vez que llego y él está aquí o yo estoy y él llega, me mira con una superioridad que no me gusta. Sé que es el padre de Tiana, pero me mira como si tuviera algun derecho sobre ti y yo no, que me vuelve loco.

—Él no tiene ningun derecho sobre mí. Hoy le dije que no viniera más mientras no se le llamara.

—No tienes que hacer eso, tú tienes razón, él tiene todo el derecho de estar aquí.

—Yo no sabía que te sentías así, siempre te ibas y no me decias nada, pensé que solo eran celos.

—Lo son, claro que estoy celoso. Creo que vas a volver con él por Tiana.

—Tampoco va a pasar, yo te amo a tí. Yo tambien tengo miedo Derick , tú puedes buscarte a otra que no esté esperando un hijo de otro. Sin embargo no salgo corriendo por eso. ¿O es que no recuerdas lo de Juliana?

—Podría sí, pero no lo quiero hacer, te quiero a tí, con Tiana incluida. No debes tener miedo porque no hay ninguna como tú. Para mí no hay otra mujer. Y Juliana dejó de importarme hace mucho tiempo.

Me dió la vuelta y me besó.

—Te amo—me susurró y luego me besó la nariz.

—Yo también te amo.

Derick me soltó y caminó a cerrar la puerta con seguro. Después caminó hacia mí y me besó otra vez. Me acarició el muslo con una mano y con la otra agarró mi cuello y profundizó el beso. Lentamente me deslizó en la cama y comenzó a desvestirme, yo me dejé hacer. La verdad ardía de deseos por como me estaba tocando y al ver su mirada de deseo olvidé mi vergüenza inicial y lo ayudé a hacer lo mismo con él. Y esa fue la primera vez que hice el amor con Derick.

Y fue perfecto.

—Cásate conmigo—me propuso cuando estábamos los dos acostados bajo las sábanas y el pasaba una mano arriba y abajo de mi hinchada barriga.

Mi cabeza giró automáticamente hacia él. ¿Lo escuché bien? 

—Derick...

—No ahora—me interrumpió. — Después, cuando Personita nazca. Sé que es un paso enorme, pero yo estoy completamente seguro de que quiero pasar el resto de mi vida cuidandolas, amandolas. Dime que sí y hazme el hombre más feliz de todo el mundo.

Me besó repetidamente en los labios, la frente, la mejilla izquierda y la nariz, ocasionando que yo soltara pequeñas risitas.

—Derick...

Nunca es tarde...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora