Nunca es tarde...

Fiesta...

Después de batallar, por fin conseguí que Eric aceptara irse de vacaciones con Steven.

—Bueno, ya la maleta está

—Estoy tan nervioso.—susurró Eric, mordiendose una uña—nos iremos mañana en la tarde, no puedo evitar asustarme por como reaccionaran sus padre, no soy el primero que lleva a su casa, pero ¿y si no les gusto?

—Le gustas a todo el mundo, cálmate, si Steven te invitó es porque sus padres saben de ti.

—Supongo que Deric viene mañana.

—Si, pero tampoco voy a depender de Derick, cálmate un poco que nada me va a pasar.  Me tratan como si estuviera enferma y a punto de morirme.

—Me preocupo por ti, es todo. Me gustaria que pudieras veir conmigo.

—¿Y estropear tus vacaciones con mis antojos? No, gracias.

Eric me miró con cara de pocos amigos.. Negó con la cabeza y siguió buscando que ponerse mañana, preguntándome que le parecia cada prenda que escogía.

Nos fuimos a dormir poco más de las once.

—Steven está a punto de llegar, ya me marcó para decirme.—Eric se paseaba de un lado para otro y yo lo seguía con la mirada. Brincó cuando el timbre de la puerta sonó y casi corrió para abrir, solo que quien estaba del otro lado era Derick, no Steven—Ah, eres tú—le dijo claramento decepcionado.

—Eric, cálmate. Dios. Steven ya dijo que llegaría en un rato ¿quieres sentarte y esperarlo como una persona normal y no como un loco encerrado? ¡Jesus!

—Y ¿porqué los nervios?—preguntó Derick después de darme un largo beso.

—Steven lo llevará a conocer a sus padres y Eric entró en una crisis nerviosa, pensando que Steven le dijo que vendría, pero en realidad no lo hará.

—Oh—fue todo lo que dijo Derick, tomó mi mano entre la suya y pasó el pulgar por el dorso, los dos vimos como Eric daba vueltas de aquí para allá.

Unos diez minutos después volvió a sonar el tiembre y para la alegria de Eric, esta vez si era Steven.

—Bueno, se acabó el paseo del loco—murmuré yo, al parecer no tan bajito, porque Eric puso mala cara.

—Se que me vas a extrañar—me sacó la lengua.

—De eso no tengas la menor duda—le sonreí.

Al fin conocía al chico de Eric, era lindo. Rubio, de ojos azules, musculoso.nariz pequeña, menton ancho, no mucho. el pelo le caía con descuido en la frente. No estuvieran mucho más de diez minutos y puedo decir que Steven era agradable.

—Te invito a la casa de mi hermana.—me dijo Derick cuando la parejita se fue.—Está haciendo una pequeña fiesta con algunos amigos. ¿Qué dices?

Dudé un momento. Pero al final le dije que sí, así que fui a darme un baño. Me puse unos leggins simulando mezclilla, una blusa blanca larga y dejaba un hombro al descubierto y sandalias de plataforma. Me dejé el pelo suelto.

—Estás hermosa.—me dijo Derick cuando me vió y me besó la mejilla.—Mi hermana nos espera ¿Vamos?

Le dije que sí.

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La casa de Daniela era inmensa, con su gran jardin bien cuidado, con sus rosas y demas flores. Derick me guió de la mano por un pasillo hasta un portón que daba al patio de la casa y donde había  mucha gente. Yo me paré haciendo que Derick se girara

—¿Qué pasa?

—Aquí hay mucha gente.

—No, muerden—se acercó a mí, aunque yo si—me dió un besito en el oido—Ven, quiero presentarte. No voy a separarme de ti, ni un momentito.

Daniela estaba hablando con su marido y tres personas más, una mujer y dos hombres.

—Llegamos—anunció Derick, cinco pares de ojos se voltearon a mirarnos, Daniela me saludó con una sonrisa.

—Que bueno que viniste.

—Es bueno verte a ti también—le dijo Derick a Daniela por esta no saludarlo.

—A ti te veo todos los días.—le dijo ella. Abrazandome.— Ella es la novia de mi hermano.—todos dijeron hola y yo respondí—ven te voy a buscar algo de beber.

Yo la seguí sin protestar.