Reuniones

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-¿Quiénes eran ellas?- preguntó Akasha cuando ya estábamos a dos calles de distancia de mi casa.

-Mis locas- contesté –Son mis mejores amigas

-Me es difícil creerlo- sus actitud parecía molesta –No te pareces a ellas

-¿Qué quieres decir?

-Ellas lucen como las típicas niñas de papi, siempre riendo por cualquier estupidez, malgastando el dinero a lo idiota, presumiendo todo, yendo de putas con cualquier chico lindo

-¡Oye!- le grité, por alguna razón me había ofendido.

Nosotras tres no éramos como Akasha nos había descrito, lo dudo mucho, tiene una mala imagen de nosotras, eso es obvio, imposible que yo fuera así… aunque…

Ahí fue cuando abrí los ojos. Yo era así. Sonrío incluso cuando estoy triste, solo para fingir que tengo una vida perfecta, siempre compro todo lo que veo, incluso cuando no tengo intención de usarlo, y luego… no soy una puta… no… me reúso a creer eso, luego vinieron a mi mente los rostros de Adam, Damen, Terry, Tyler… por decir solo algunos.

-¿Qué ocurre?- preguntó Akasha, quien me miraba sorprendida, lo comprendo, ella conoció a la verdadera Liliana.

Aquella Liliana que le importaba un pepinillo lo que pensaran de ella… y un pepinillo bien verde. Con ella me comporto de una manera más seria y algo rebelde, en cambio, con Julieta y Marie siempre fingiendo ser mejor que todos, procurando ser amada, adorada y/o envidiada por todos.

Comienzo a detestarme a mí misma.

-Lo siento- le dije a Akasha –Pero me sentí ofendida

-Imposible, si tú no eres así- la miré mordiéndome el labio inferior -¡Oh, no es posible!- me dijo mientras fruncía el ceño –Dime que he conocido a la verdadera y no a la que quiere algo nuevo en su vida

-Yo… no lo sé- le respondí, desviando la mirada –Juro que no lo sé

Llegamos al lugar donde sería la reunión, ambas nos bajamos del coche y entramos al lugar sin decir ni una palabra. Ya llegábamos tarde por quince minutos, por lo que tuvimos que pasar directamente a nuestros asientos.

Pasados unos minutos, se escuchó un celular sonar, el doctor Esteban se disculpó, y con la excusa de que era una emergencia, se alejó de nosotros y contestó, en eso, algunos aprovecharon para platicar entre ellos, mientras tanto, yo revisé mí celular, viendo que tenía algunos mensajes de mis amigas.

Julieta me preguntó por la extraña chica que había pasado por mí, mientras que Marie nos invitó a ambas a una comida que organizaba el jefe de su padre. Me lo pensé un momento antes de confirmarle que yo iría, posteriormente Julieta también confirmó, por lo que el tema de Akasha quedó en el olvido.

-¿Por qué tan solitaria?- preguntó Lizzie.

Esa chica me ha estado molestando con frecuencia, al parecer no piensa aceptar que yo me niegue a ser su amiga, me pregunto qué le pasa, ¿Acaso no puede entender que no me interesa? En fin, le contesto por educación pero siempre de una forma cortante.

-No me interesa entablar conversación con nadie- le contesté sin despegar mi atención del celular.

-Pues que antisocial- comentó –Deberías ser más extrovertida

-Ah

-¡Me encanta tu blusa! Es casual, elegante, coqueta… pero no demasiado

-Gracias

-Oye, estoy organizando una fiesta ¿Quieres venir?

-No

-¡Vamos! Será divertido

Vida de una suicidaWhere stories live. Discover now