Era algo de nunca acabar, cuando él trataba de alejarse ella lo besaba de vuelta y cuando ella lo intentaba era él que ponía mano en la parte posterior de su cabeza para atraerla hacia él. Era un beso interminable, algo hermoso, que Blair pensó que podía durar para siempre si ellos solo encontraban una manera. Cualquiera que los viera en ese momento diría que estaban realmente locos el uno por el otro. Todo alrededor de ella daba vueltas, era como estar besándolo sobre un carrusel.
—Dios, espera. —Murmuró él y se alejó un poco. La miró a los ojos, como para comprobar que era ella a quien había estado besando como si la vida se le fuera en ello— ¿Esto está pasando? —Preguntó contra sus labios, su aliento formó una pequeña nube vaho que golpeó levemente la boca de ella. Eugene sabía a mentas de chocolate.
—Yo espero que sí. —Ella asintió. El la besó de nuevo, esta vez solo un segundo.
— ¿Por qué? ¿Cómo es que te gusto? —Interrogó tan cerca de ella que bajo sus palmas Blair podía oír su corazón latiendo fuerte. Blair sonrió y colocó su mano en la mejilla de él.
—No sé qué pasa conmigo, lo único que sé es que... tú eres tan... perfecto. —Suspiró.
— ¿Perfecto? Si soy un tonto Blair. —Ella negó con la cabeza— Yo siempre soy el amigo incomparable, el amigo que siempre está ahí cuando lo necesitas ¿cómo es que ahora estoy besando a la mejor besadora del mundo? —Ella rió y apoyó la cabeza contra su pecho. Él pasó la mano por su cabello.
— ¿A cuántas chicas a besado antes, Eugene? —le preguntó ella aun riendo.
—A dos, porque la del kínder no creo que cuente ¿verdad? —Blair no podía dejar de reír en su pecho— Blair, ¿qué vamos a hacer ahora? —La mano derecha de Eugene estaba sobre su pelo y la otra de mantenía en la espalda de Blair.
—Podemos seguir caminando o seguir besándonos, pero justo ahora realmente quiero ir al baño. —Esta vez fue él quien rió, pero ella hablaba en serio. Así que él la tomó de la mano y la condujo hacia una calle que estaba muy cerca de casa, pero se salía levemente del camino.
—Hay una gasolinera cerca, ¿o prefieres esperar a llegar a casa? —Preguntó él mientras la conducía rápidamente.
— ¿Está más cerca que nuestra calle?
—De hecho sí.
—Está bien.
Eugene la llevó a la gasolinera y ella estuvo feliz de ver un baño decente y limpio. Bendecía a la persona que limpiaba baños, porque en realidad estaba muriendo cuando llegó allá. Eugene la esperó afuera y dijo que compararía algo, también haría una llamada al amigo de su padre para recogiera la camioneta. Estando en Nueva York alguien podría desmantelarla antes de que amaneciera. Aunque fuera una simple licuadora con ruedas.
Cuando ella salió él estaba pagando en la caja registradora; había comprado dos Snickers y un paquete de gummy worms para Molly. Él le dio un Snicker a Blair y tomó el otro para él y ambos salieron de la gasolinera. Mientras caminaban y comían Snickers él la tomó de la mano, ella estaba tan feliz. Jamás se había sentido tan feliz en toda su vida. Era como probar algo nuevo, no se había esperado sentirse de esa manera. La forma que él la besó, fue casi como si ella estuviese besando a un ángel y no a un chico. Él también era muy bueno besando, era gentil, era suave, era apasionado. Tenía que contárselo a alguien, no podía simplemente llevarse el secreto a la tumba.
—Muy bien ¿Ahora qué? —Preguntó Eugene cuando casi estaban llegando a casa, la sacó de sus pensamientos.
— ¿Ahora qué de qué? —Interrogó demasiado despistada. Él sonrió para ella y soltó una leve carcajada.
ESTÁS LEYENDO
La vida después de la popularidad.
Teen FictionBlair lo ha perdido todo, Lucy Stevens, la bajó del trono, le robó a su novio, a sus amigos y ahora ella está obligada descubrir la vida después de la popularidad. *** Blair Rain era la abeja reina de Midwood High. Hermosa, rubia, capitana de porris...
Wattpad Original
Esta es la última parte de forma gratuita