13; bebiendo en libertad🍹

316 28 7
                                    

Luego de verla, montada sobre esa potente motocicleta, no tuve la oportunidad siquiera de dedicarle palabra alguna

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Luego de verla, montada sobre esa potente motocicleta, no tuve la oportunidad siquiera de dedicarle palabra alguna. Simplemente se deshizo entre la velocidad y el viento que dejó a su paso.

Mentiría si negara que no pensé en bajarme del vehículo, pero el dejar a mi madre luego de sus exámenes, no era una opción.

Claro que no.

Tendría después, la posibilidad de ir a su departamento y si es que la encontraba también en él.

Aún con el poco tiempo de "conocernos", me di cuenta de lo escurridiza que podía lograr ser.

Culpemos al miedo o ya sea a la inseguridad.

Pero daba igual, al final de la noche seguía siendo una mujer sumamente interesante. De esas que te dejan la boca con gusto a más de lo que esperaste. Y de esas, son pocas.

Contadas con una sola mano.

Y no es malo, es jodidamente excitante.

Pero no en el contexto sexual, sino que en el ámbito de emoción.

Es astuta y espontánea.

Difícilmente sabes qué puede suceder a su lado.

Porque piensas una cosa y ella sale con otra.

Conocerla me ha llevado a noches de insomnio y no por pensarla como un maldito demente, no. Sino que me ha tenido frente a una amplia barra esperando a que se dignase siquiera a voltear para atender a mi pedido.

Ella lo sabe, sabe que espero por mucho más que un ordinario pedido. Porque la necesito a ella más que a un pasajero trago.

Y es que si el tequila se va de un solo shot, el whisky de unos cuatro, ¿Cuántas veces debo beber de ella para consumirla por completo?

{...}

Externo:
Bar, Media Luna.
21:09 p.m.

Porque como la suerte no estaba de su lado, Rubén tuvo que recurrir al lugar de trabajo de la muchacha para lograr verla. No pediría explicaciones, pues él no era nadie para exigirlas.

Él al menos tenía claro su puesto.

Y no intentaría ir más allá tampoco.

Para ambas personas, el otro solo era un polvo. Uno de los buenos.

De los que te embriagan más que cualquier licor.

Ya con eso, el que Doblas la fuese a buscar, no se malinterpretaba. Para ninguno. Y es que para cogerse a alguien no se necesitan más qué ganas, porque el amor el un detalle que hoy en día, poco se ve. Y esto no lo decimos de forma de que no exista. Porque si lo hace. Aún ocupa espacio entre nosotros, pero pocos lo detenemos a nuestro lado y de la misma manera, lo cuídamos. Esto da como resultado que el tener sexo, sea de cierta forma, más fácil de acceder.

Es el coito, dos orgasmos ―y si es que no hay más― y para no ser desagradecidos, un gracias.

Por eso mismo, es que Rubén la busca. Porque siente que con ella no se necesita involucrar sentimientos, porque ninguno de los dos, los tiene.

El madrileño está totalmente roído por dentro. Las malas experiencias con las mujeres, le cayeron cual lluvia sobre el asfalto. La fama se volvía una carnada apetecible por muchas, jugándole dolorosamente en contra.

Porque el amor no sirve si es de a uno.

Y el ojíavellana no tiene paciencia, ni ganas para volver a buscarlo. Lo dio perdido hace años y más valía, siguiera en ese estado. Levantar pasiones de un muerto corazón, ya no era lo suyo. Eso se lo dejaría a Mangel, a él si le iban esos rollos del amor verdadero.

Es donde ahora, en ese momento, tira de la puerta terciaria y entra al motivado recinto. El olor a tabaco y fuerte y, sin duda, a Rubén se le apetece. O lo cree al menos. Desde su posición, la primera en visualizarlo y, de paso saludarlo, es Cassandra.

Que, con un azabache vestido, se le ciñe a cada curva de su cuerpo. Lo contornea como si la prenda, hubiera sido fabricado a su medida.

«Facinante»

El youtuber se emociona con facilidad y eso, no es novedad. Sin embargo, no es hasta que la madura mujer se acerca a él, que capta la indirecta de ella. Porque se mueve a su paso como si fuera una fiera tras su presa y en este caso, la presa era él.

Cassandra tenía sus ideales claros desde pequeña.

Y uno de ellos era que gustaba de carne joven. Aquel gustillo jamás lo cambió.

Como tampoco, el que sentía por el castaño.

Echemosle la culpa a su altura, que le transmitía una calma increíble. O tal vez a esos finos labios, que la hacían querer fundirse en ellos. Al fin y al cabo, echemosle la culpa a él. A Rubén Doblas por tenerla arrastrando la toalla desde el primer momento en que pisó su bar.

Tampoco es que el de luceros avellana se negara a lo que ya estaba presagiado desde un comienzo, porque únicamente si aceptaba revolcarse con la mayor, era porque muy en el fondo, desea desquitarse por las fotos, por el viaje en moto y porque la barwoman se llevó a otro que no fuera él a la cama.

No eran celos.

Era cuestión de orgullo.

Es por eso, que cuando la rubia mujer tomó de su mano, se hizo la invitación a que fueran a su oficina porque debía enseñarle los nuevos tragos a implementar en el local.

―Será breve, Rubén. Prometo dejarte libre cuando los hayas probado todos, sin embargo, si hay uno en específico que te guste, no tengo problema alguno en darte el segundo ―ofrece de manera tentadora que, más que eso, caía en la palabra sensual.

― ¿Las veces que yo quiera?

―Las que tú me pidas ―no dice más, porque cuando menos lo pensó, se había sujetado de la nuca del más alto, mimando con sumo cariño aquella zona.

― ¿Y bien? ¿Aceptas? ¿O esperas a alguien más? ―pregunta volteándose en dirección a la barra, la que hoy, al menos ante los ojos de Doblas. Estaba más vacía que nunca.

🥀

NO ME MATEN.

Después de tres años, volví a dar signos de vidas, un aplauso (?)

para quienes me preguntaron, tengo un libro con información o datos míos, para que se vayan a dar una vuelta, se llama: girasoles, frambuesas y té.

también como segundo dato, ahora escribo KatsuDeku 👀✨

Instagram: @alechxga

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 02, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

❛Barwoman❜🍹 [Rubén Doblas] // LENTA.Where stories live. Discover now