—Eso es cierto, mi madre también odiaba el lago y el olor a pescado la enfermaba. Justo como a Blair, creo que ella tiene mucho de Blair. —Oliver sonó nostálgico— Por cierto ¿Cómo está tu padre?

— ¡Oh! Él está genial. Habla a menudo de usted, le digo que tendría que visitarlo, pero siempre pone escusas, dice que tal vez usted está ocupado con el trabajo y eso.

—Bueno, estoy de vacaciones ahora, supongo que debería llamarlo y proponer un viaje de pesca ¿no crees?

—Creo que a él le gustaría, siempre lo describe como un grandioso amigo.

Ella pudo escuchar la sonrisa de su padre desde las escaleras. Entonces cuando el silencio se formó Blair terminó de bajar. Eugene estaba muy guapo, y ella lo pudo notar, traía una cazadora de cuero, una camisa de botones sin abrochar debajo y una camiseta blanca más abajo, también llevaba unos Wranglers azules y degastados que le quedaban geniales.

—Hola. —Blair se sonrojó cuando él pasó sus ojos sobre ella, con cuidado y sorpresa. Su mirada no era lasciva, sino sorpresiva.

—Eres hermosa, Blair.

Él no dijo "estás hermosa", sino "eres hermosa" y dijo su nombre. Descubrió que amaba cuando decía su nombre.

—Lo es ¿No es así? ¡Y yo la hice! —Bromeó su padre. Blair estaba consciente de que era un mal chiste.

—Hizo usted un buen trabajo señor. —Bromeó Eugene de vuelta y Oliver rió, dándole una palmada en la espalda.

—Me agrada tu nuevo novio, Blair. —Le dijo.

Blair volvió a sonrojarse, hasta la punta de los pies. Eugene la miró.

—No papá, él no es mi novio. —Le corrigió caminando hacia donde Eugene se encontraba.

— ¿Y por qué no? Yo voto porque salgan ¿Qué me dicen?

—Basta papá. —murmuró ella.

Tomó el brazo de Eugene para sacarlo de la casa.

—Es una buena idea ¡Diviértanse! —Gritó antes de que Blair cerrara la puerta en su cara.

Cuando estuvieron a salvo a fuera él la dirigió a la camioneta y la ayudó a subir, ella aun estaba seriamente avergonzada. Arregló la delgada diadema que marcaba la línea entre su flequillo y sus mechones largos en el espejo retrovisor mientras él rodeaba la camioneta. Él entró de un salto y sonrió para ella.

—Lamento lo de mi padre. —Se disculpó. Él le dio una de sus sonrisas de Eugene.

—Está bien, él mío es igual y lo sabes. Me cayó bien. —Se encogió de hombros.

Eugene encendió la camioneta, pero sonaba incluso peor que antes, así que no pudieron entablar mucha conversación en el camino. No la necesitaban, porque cuando él le sonreía de pronto se sentía mejor. Y no es que estuviera muy preocupada por la fiesta, pero en cuanto puso un pie ahí supo que era menos que bienvenida. Ella ya había estado en casa Fiona, sabía que era una casa grande, con piscina y un patio genial, había organizado fiestas ahí. Pero esta vez no había sido tan bien recibida como las últimas veces. Todo el mundo la miró como si fuera una de las siete plagas, incluso cuando llegó al lugar en donde estaban Becky y Hannah, todo el mundo susurraba a sus espaldas y ella se sentía terrible.

—Tranquila, Fiona dijo que cualquiera que quisiera venir en el instituto estaba invitado. —Le avisó Becky llegando a su lado con un vaso de cerveza.

Ella se veía genial. Con un estilo rockero con los ojos ahumados con sombras y delineador, shorts negros y un top crop negro también con flores estampadas en la parte superior, también traía un chaleco de mezclilla y unas botas. Y su cabello lucía increíble. Parecía una estrella de rock. A Blair le encantó. Hannah lucía un poco más retro, traía un sombrero plano negro y su flequillo cayendo sobre su frente junto con unos lentes oscuros que le recordaron a los de un Hippie, con su falta larga y su blus holgada de manga larga ella estaba igualmente genial que Becky. Cada una tenía estilo y era totalmente increíble.

—Vamos a aliviar un poco el ambiente, ven aquí Blair, tómate una foto con nosotros. —La animó Becky, acercándola al sofá. La hizo sentarse en medio de ellas y extendió el brazo con su celular en la mano para tomar la foto— Hagan una cara rara, no me gustan las fotos normales. —Advirtió Becky. Blair pensó rápido e hizo un guiño hacia la cámara con su boca ligeramente abierta— ¡Muy bien! —Dijo Becky— Salió genial. —Entonces configuró la cámara para tomar otra.

—Todas un abrazo, vamos. —Blair las atrajo, con sus brazos sobre los hombros de cada una.

—Auch, estás pisando mi cabello. —Se quejó Hannah sosteniendo su  sombrero con la mano pero riendo al mismo tiempo.

—Lo siento tanto. —Se disculpó Blair y rió también.

— ¡Ahí va! —Anunció Becky. El flash las cegó. Becky miró la foto luego y sonrió satisfecha— Es un desastre y salimos perfectas.

Todas rieron— ¡Va a mi Instagram! —Anunció Hannah y volvieron a reír.

— ¡Ven a tomarte una foto con Blair, Eugene! —Lo llamó Becky, se levantó para tomarlo de la mano y sacarlo de la esquina desde donde las había estado viendo. Hannah se levantó también y él cayó al lado de Blair con una sonrisa tímida— Ahora, más juntos. —Los animó Becky moviendo su mano. Blair se movió un poco más cerca de él.

— ¿Así está bien? —Él pasó un brazo detrás de ella y lo apoyó en su costado izquierdo.

—Perfecto. —Dijo Becky— Ahora bésala. —Apremió.

— ¿Qué? —Dijeron ambos al unísono.

—No sean tontos, en la mejilla. —Explicó Becky— Blair, hazlo tú.

Blair miró a Eugene y sonrió, él se rió y su sonrisa de Eugene quedó en su rostro. Ella puso su mano al otro lado de su cara y posó sus labios en la que tenía en frente. En ese momento ella estaba sonriendo y él también, ahí fue cuando Becky tomó la foto. Blair deseaba guardar esa foto el resto de sus días para enseñársela a sus hijos y a sus nietos.

La vida después de la popularidad.Where stories live. Discover now