—Andrew—susurro una vez antes volver a caer en la inconciencia.

...

*Gea*

— ¿Dónde?—la persona al otro lado de la línea titubea—Dime de una vez donde están. —contesta no muy seguro.

— ¿Qué es lo que tienes pensado? Gea dijiste que querías ayudar.

—Es lo que pienso hacer, no puedo permitir que un hombre como el siga haciendo lo que hace...ya fueron muchos años, ahora estoy cansada de callar. Dime donde esta Serena, necesito decirle la verdad.

—Se los diré todo—suena resuelto a hacerlo.

—Aun no, todavía estoy yendo hacia allá, me faltan unos minutos.

—Sabes que esto es diferente de Ikuko ¿verdad?—no respondo—Gea, responde ¿esto es diferente de Ikuko y lo sabes?

—Lo sé—la respuesta es escueta, la verdad es que una parte de mi lo sabe, pero otra grita que la sangre de Ikuko late en un corazón diferente.

—Gea lo manejaste una vez y volverás a hacerlo, solo dime que harás lo correcto, solo promételo.

—Lo prometo, solo hablare con ella necesito pedirle perdón y sé que esta es la oportunidad, no después...cuando todo termine pienso entregarme a la policía. —la llamada se cierra con un clic. No dejo que me responda nada estoy resuelta a hacerlo.

Una vez hice una promesa, una vez me había equivocado, una vez el amor me había vuelto ciega y una vez había odiado con todo mí ser a una sola persona.

Una vez me arrepentí de mis actos y jure tratar de repararlo

—Lo intente Serena...lo juro que lo intente, no creí que una sola acción tuviese tanta repercusión en tu vida. —con los ojos fijos en la carretera los recuerdos llegan vividos a mi memoria

*Inicio FB*

Llegaba tarde mi madre se pondría furiosa, sonrío contenta—No importa—ahora estoy dispuesta aguantar la reprimenda, me encogí de hombros.

Mamoru era perfecto para mí, era tan dulce y tierno conmigo, aunque a veces era rudo cuando hacíamos el amor no me importaba.

«A los hombre a veces les gusta ser rudos Gea, es normal cuando haga algo nuevo solo déjate llevar, a Mamoru le gustan cosas distintas, créeme yo lo sé»

No me había gustado su referencia, sé que ella había sido su novia, pero eso ya no importaba el me había escogido a mí y solo a mí.

Me gustase o no, mi mejor amiga había sido novia de mi amado Mamoru y ella sabía lo que le gustaba al menos por medio de sus concejos podía ganarme la aprobación de Mamoru.

— ¿Así?—mis pasos se detienen en el primer escalón.

«Esa voz»

—Oh...si muchachita así—las voces provenían de la habitación de mis padres, sentí mi cara arder de vergüenza al escuchar gemidos, apresure mis pasos lo más silenciosa que pude, tenía que llegar a mi habitación y hacer como si esto nunca paso.

—Eres la mejor idea que he tenido Ikuko—me detuve en seco al escuchar de la voz de mi madre aquel nombre.

—Pues yo no me quejo de su decisión ustedes dos son fantásticos, aunque esto me guste tengo que irme—mis manos se pusieron heladas al saber lo que estaba sucediendo en aquella habitación.

—Mañana, nuestra hija se va de viaje de fin de semana, nos gustaría que vinieses nos gusta divertirnos contigo— la risa de "ella" se escucha en toda la estancia.

Todo Por Ti (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora