Capítulo 3°🌸

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—Obviamente no es una mujer, Marco.— Los dos rubios comenzaron a reír, mientras Brian me miraba algo serio. Abrí completamente los ojos y di unos pasos hacia atrás.

—Ehh, vaya, no me e-esperaba eso pero bueno,uh, tengo que i-irme, fue un gusto poder conocerlos, nos vemos pronto.— Me di la vuelta y comencé a caminar.

—¡Nos vemos mañana, aquí en el medio día!— La voz de Brian me puso algo nervioso y corrí a mi auto, entré rápidamente y acelere al tope.

—¡Marco como no te diste cuenta de que era un jodido hombre!— Me grité, mis manos temblaban y comenzaba a sudar.

Nunca esperé eso, nunca me ví capaz de llegar a besar a un hombre, ¡Que asco!, esto está mal, no debí besarlo, no no no.

De repente, el sonido de un claxon me asustó, casi choco con un camión, detuve el auto y me quedé ahí, con la respiración agitada y la mente en otra parte.

Estaba bastante confundido, ¿Qué me haz hecho, Brian?

🚬

Un molesto sonido se oía a lo lejos pero cada vez se acercaba más y más, perezosamente, abrí un poco los ojos y moví mi brazo a mi alrededor, pero lo único que conseguí fue golpearme la mano con la punta de mi mesita de noche.

—¡Oh, mierda!— Grité, abrí completamente los ojos, ví el suelo y allí estaba mi teléfono, con una llamada entrante. Me moví como un gusano y lo tomé, contesté mientras ponía una mano sobre mi cara.

—¿Diga?—

—Marco, que bueno que contestas, soy Brian

—B-brian... Oh, hola, ¿Cómo conseguiste mi número y por qué la llamada?—

—Uno de tus amigos me dió tu número, y te llamo porque... Ehhh, quería saber si nos podemos juntar en la cafetería de ayer—

—.... ¿Todos o solamente nosotros?—

—Obviamente todos—

—.. Está bien, deja avisarles a los demás y te devuelvo la llamada en cuanto sepa, ¿Si?—

—Vale, nos vemos—

Colgué algo rápido la llamada, y de estúpido dejé otra vez mi teléfono en el suelo. Di un largo y pesado suspiro, mi cabeza dolía y no recordaba el porqué, ví mi muñeca y mi reloj marcaba las una de la tarde con quince.

—Las una de la tarde y yo aquí durmiendo.— Me reproché mientras me levantaba, salí de la cama y una ola de frío inundó mi cuerpo. Me metí rápidamente al baño y me di una ducha caliente.

Una hora después me encontraba desayunando, sí, vivía solo, me mantenía con el dinero que ganaba en la banda y a veces mis padres me mandaban una cantidad de dinero bastante grande, además, ellos pagaban mi departamento.

—Veamos...— Dije dando un sorbo a mi taza de café, tomé el sobre que me habían dado, lo abrí y contenía seiscientos dólares, el dinero que daban por tocar en esa cafetería. Sonreí, me sentía orgulloso de los chicos y de mi, el sobre contenía algo más, lo tomé y era una "invitación", por si queríamos volver a tocar allí.

Ví la hora y eran las dos de la tarde, por lo cuál fui a mi habitación y me cambié.

Me puse unos pantalones negros rasgados, botas de combate negras, una camiseta de Slipknot y mi chaqueta de cuero. Para mi suerte hoy era sábado, así que estaba libre las veinticuatro horas del día, arreglé mi cabello, tomé mis lentes y cajetilla de cigarrillos, los metí en un bolso y salí del Departamento.

Cuando llegué al estacionamiento, saqué las llaves del auto y me metí, una vez encendido ya me encontraba a medio camino. Tomé mi teléfono y le marqué a Dylan.

—Bastardo—

—Lo sé, perdón por irme de la cafetería, estaba cansado y ustedes no dejaban de tomar—

—Si, como sea, ¿Para que la llamada, Marco?—

—.. Unos chicos nos quieren ver, un a-amigo mío y su banda, la que tocó ayer—

—¿Placebo?—

—Exacto—

—Bien, le diré a Cj para que se aliste, si es que todavía sigue vivo—

—Muy gracioso Dylan, voy camino a tu casa, apresurate

Ugh, si señor—

Hey, Marco ||Brian Molko||Where stories live. Discover now