Diminuto(Billdip)

Capítulo 3

–Asique por eso tienes ese Tamaño y no solo eso sino que estas saliendo con el demonio que intento destruirnos– decía Mabel meditando la historia de su hermano.
–Bueno, él ha cambiado– dijo Dipper en defensa del rubio.
–Genial ¿y cuando podré conocer a mi cuñado?
–Cuando vuelva.
–Si que me he perdido cosas, aunque, ¿por qué no usáis uno de esos cristales que encogían para agrandarte?
–¿Crees que no lo hemos pensado? Solo el demonio que hizo el hechizo lo puede deshacer, ni Bill pudo, el dijo que era para que ningún demonio o criatura magica interfiriera en un trato.
–Pues si que te va bien por aquí, te enamoras del demonio que intento destruirnos y luego por un enemigo de este acabas midiendo diez centímetros.
–Si hoy no fue mi día.
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Mientras tanto Bill acorraló a un demonio en un callejón sin salida.
–Hola Dillon, cuanto tiempo– el rubio dejó al moreno contra la pared –me vas a explicar que has estado haciendo estos días, ahora mismo.
–Na-nada, Bill, como te dije mi tiempo de demonio revelde terminó.
–No te hagas el tonto, se que aún estás resentido conmigo– el rubio colocó sus manos en el cuello de la camisa del contrario levantándolo levemente.
–Re-realmente no, ya l-lo superé, Bill, no debes vivir en el pasado.
–No me digas lo que debo hacer, entonces ¿no estuviste siguiendome para encontrar mi punto devil?
–Mira, si te digo la verdad, si lo hize, pero mi investigación no era para mí, lo juro, alguien me lo pidió.
–¿Quién? Quiero su nombre, ahora– impuso el rubio haciendo más fuerza en su agarre.
–No lo se Bill, lo único que se es que ese demonio tenía muchas ganas de vengarse de ti y que había estado mucho tiempo encerrado– dijo el contrario temblando por el miedo.
–Bien, es todo lo que necesito saber y no vuelvas a investigar me o te mato.
–Va-vale Bill, no tienes por qué preocuparte y lamento lo que te halla ocurrido.
Bill soltó al demonio y este salio corriendo sin esperar tras eso Bill decidió volver con su novio para saber como estaba.
El rubio apareció en la sala de estar donde Dipper y Mabel estaban hablando pero al verle ambos callaron.
–¿Cómo te fue?– dijo Dipper rompiendo el silencio.
–Mejor de lo que esperaba, se quien fue, pero no se donde esta.
–Mabel, él es Bill Cipher mi pareja.
–Buenas tardes, estrella fugaz, ¿te importa que te robe un rato a pino?
–Claro que no, he de ir a ver a los tíos, nos vemos Dipdop.
–Adiós Mabel.
–Dipper –Bill cogió a Dipper en sus manos con el máximo cuidado.
–Cariño, tranquilo, no me voy a romper.
– Lo siento pero con ese tamaño es lo que parece.
–Lo se, lo he sufrido todo el día.
–Tengo una idea– Bill chasqueo los dedos y ambos aparecieron en una sala con el mismo tamaño una vez así Bill abrazó a Dipper.
–Si podías hacer esto¿por qué no lo hiziste antes?
–No te he devuelto tu tamaño, yo soy el que encogió, porque no aguantaba más sin besarte– y tras eso cumplió sus palabras y le beso haciendo aparecer un sonrojo en la cara del contrario.
–¡¿Te encogiste, por mi?!
–¿Por quién sino? Pareces sorprendido, sabes muy bien que haría cualquier cosa por ti y antes de que lo preguntes estamos en una sala que he creado en mitad del bosque –hubo un corto silencio en el que ambos simplemente se abrazaron– lo siento mucho Dip, todo esto es mi culpa.
–No es tu culpa, amor.
–Claro que lo es, fui débil y no pude protegerte.
–Soy yo el que no pudo protegerse por si mismo, yo soy el débil.
–Dipper, te amo mucho– dijo abrazando de nuevo a su pequeño–  te contaré lo que averigüe.
–Dime.
–Verás, hace muchísimo tiempo atrapé y encerré a un demonio y bueno se libero para buscar venganza.
–Muy bien pero ¿qué tengo yo que ver en todo eso?
–Tú eres mi debilidad pequeñin– mientras decía esto acaricio el pelo moreno de su pareja despeinándolo .
–Pues te voy a prohibir tener enemigos que luego me afecta a mi.
–Lo siento pequeño pino, pero creo que pudo ser peor.
–¿Peor que tener este tamaño?
–Si, pudo haberte secuestrado y biolado y él único con derecho a eso soy yo.
–Como quieras, amor– río el menor –ahora solo debes encontrar a ese demonio ¿no? No tiene que ser tan difícil.
–No debería serlo pero ha escondido muy bien sus huellas.
–¿Puedes intentar darte prisa? Es que no creo que pueda aguantar mucho más ¿sabes lo horrible que es que te traten como si te fueses a romper? Soy pequeño, no frágil.
–Pino, si eres frágil con tu tamaño normal imagina ahora.
–¿Tú tambien? ¿Qué os pusisteis de acuerdo para estar en mi contra? –dijo cruzándose de brazos.
–No pude evitarlo es que eres aún más lindo cuando te enfadas– entonces Bill le pellizco los mofletes.
–Bill, de verdad, ¿crees que esto es lo que necesito ahora?
–No pude evitarlo, es que tus mejillas son tan blanditas– Dipper bajo la cabeza, pensativo– tranquilo, cariño– dijo Bill dejando un beso en sus suaves labios– todo se solucionará, ya verás, confía en mi cuando pille a ese demonio va a recordar no volver a meterse contigo.
–Gracias, amor –esta vez fue Dipper quien inició el beso.