Tulipanes y laureles.

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"Jueves por la tarde, es hora de migrar.

El Tulipán olvida sus responsabilidades y su pasado,

el laurel olvida el dolor y sale a caminar

y en medio del bullicio de la gran ciudad

puedes verlos salir a pasear

con las manos rozándose

bajo la mesa

y cada centímetro de su piel

reclamándose.

Y no les importa ni un poco

la gente que susurra el verlos pasar,

ellos habrán de dejarse llevar

pues lo que los otros ignoran

es que su amor

está destinado a fracasar.

Ella tan preocupada por su futuro

él sin un peso en la bolsa,

ninguno ha discutido un plan más allá

de la siguiente semana

pues no saben si alguno de los dos

puede que muera mañana

y no les preocupa;

pues el amor a ratos

es lo que ellos prefieren

es lo mejor que pueden dar.

Queriéndose mientras el reloj no marque las seis,

mientras ella pueda seguir fuera

y a él no se le acabe el dinero.

Tan tranquilos como puedes verlos,

él con sus intenciones blancas

y ella con sus agujeros negros,

con sus mil mentiras detrás

y sus idas sin razón

a la calle de alcatraz

después de las seis media;

ocultando bien que es lo que planea

y todo de lo que sería capaz.

Uno tan fuerte como el acero

y el otro con los bordes delicados

pintados casi a mano

por honrados artesanos,

pero engañan a la gente

con esa fachada de defectos humanos

fingen aquello que no son

o al menos lo hace ella

con esos dulces labios.

Es fácil darse cuenta de las similitudes,

de las diferencias

y de las dificultades

que han de atravesar

de ahora en adelante

ese par de amantes

y sin saberlo aún.

La mentira en la que viven es más grande

y la tormenta que se desate

acabara con ambos.

¡Pobres ingenuos!

Con sus amoríos de primavera

cuando el invierno no se ha ido,

con sus escapadas en carretera

cuando el diablo susurra en su oído;

pues un amor que nace del odio

nadie se imaginaria que es

probablemente su peor enemigo.

Pero no es un odio mutuo, sino compartido

si me puedo explicar

ambos odiando a aquel que tienen por enemigo

que sin saber no es causante de su destrucción;

sino ellos mismos

ignoran lo que mundo ya sabe,

lo que los curiosos rumorean,

lo que el viento cuenta,

pero nadie hace caso.

Pues prefieren vivir en la ignorancia,

donde nadie pregunta,

donde nadie duda.

Y su amor acaba así

justo donde comenzó

en un odio compartido

que alguna vez los unió."

Lo que llamamos Italia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora