Capítulo 06: El jugador número 17

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El partido contra Sunset College era esa noche.

Lucinda y Nora tenían dos de las mejores butacas para verlo. No estaban tan cerca del campo como para escuchar lo que los jugadores se decían entre sí, pero tampoco tan lejos como para ver a los chicos como si fueran hormigas. Daniel les había conseguido esos lugares, por supuesto, ya que las entradas se agotaban como pan caliente por las mañanas. Ambas estaban muy agradecidas. Lucinda, sin embargo, nunca había visto o asistido a un partido de fútbol americano en toda su vida. Nora estaba acostumbrada a ellos.

Eran las seis de la tarde y el estadio estaba casi lleno, a pesar de que el partido comenzaba a las ocho en punto. A cada minuto llegaban más y más personas, entre niños pequeños hasta adultos de la tercera edad, quienes seguramente asistían en familia para apoyar a sus nietos.

Ella estaba allí para apoyar a su novio. Y Nora estaba allí para no dejarla sola.

Nora era la mar de divertida, ya que había comprado palomitas de maíz, dos Coca-Cola grandes y se había puesto unas gafas de 3D, sabiendo que no iría a una sala de cine, sino a un estadio universitario.

Luce estaba bastante aburrida. Nora le había dicho que no llevara su libro preferido, pero en ese momento se arrepentía. ¿Qué haría durante las siguientes dos horas, esperando a que el partido comenzara? ¿Platicar con la ancianita de su lado sobre el clima? ¿Escuchar a Lucinda Williams? ¿Ver a Nora hablar sobre los rituales de los jugadores de fútbol antes de un partido?

—Así que, como te decía, justo ahora Daniel ha de estar en la ducha.

—¿Qué?

—Tuve un novio que era mariscal de campo o algo importante en el equipo. Siempre se bañan dos horas antes.

—¿Estás hablando en serio?

—Sí. Normalmente me llamaba después de cambiarse y hablábamos durante todo ese tiempo. Colgaba antes de jugar. Toda una monada, ¿no?

—Sí, claro. Una monada.

—Entonces que no te vaya a sorprender cuando el móvil comience a vibrarte en cualquier momento y que sea Daniel queriendo hablar contigo. Te lo aseguro.

—No lo creo. Daniel se concentra mucho en los entrenamientos, no digamos en el partido. Demasiado como para distraerse conmigo.

—Cariño, los jugadores se muestran muy nerviosos, y tú eres una linda distracción. ¡Que no te sorprenda cuando el móvil suene!

Con Nora no se podía discutir, ya que siempre tomaba la última palabra. Siguió metiendo su mano en el recipiente de palomitas de maíz, se puso los auriculares y comenzó a ignorar al mundo. Había ido allí para no hacerla sentir sola, pero no lo estaba consiguiendo. Luce se sentía sola. E ignorada. Por su mejor amiga.

Se removió en su asiento.

¿Por qué estaban allí dos horas antes? ¡Las entradas ya las tenían reservadas! No había necesidad lógica para llegar a las seis.

Bostezó.

Y durante los siguientes veinte minutos no hizo nada más que agarrar palomitas del recipiente de Nora y Coca-Cola del vaso, también de cine, en el que lo había metido.

Entonces, cuando su móvil comenzó a sonar, se sorprendió. Su mejor amiga sonrió con satisfacción, mientras Luce lo sacaba de la bolsa del pantalón y leía “Daniel” en la pantalla.

—¿Lo ves? Te lo dije, Luce. Te llamaría.

—Seguramente solo quiere saber si ya estamos aquí.

—Sí, claro.

Luce contestó y comenzó a levantarse.

—¿Daniel?

Don't let me fall (Luciel fanfic)Where stories live. Discover now