Bailarines más conocidos

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Sylvie Guillem.

Primera bailarina en el Ballet de la Ópera de París entre 1984-89 y del Royal Ballet de Londres(1989-2003).
Originalmente entrenada como gimnasta, ingresó a la Escuela de ballet de la Ópera de Paris a los 11 años, a los 16 ya forma parte del cuerpo de ballet.
A los 19 Rudolf Nuréyev la hace "etoile" (estrella) en El lago de los cisnes.
Famosa como Giselle, Odile/Odette en El lago de los cisnes coreografiado por Rudolf Nuréyev, Raymonda, Julieta, La Bayadera, Aurora y como Kitri en el ballet Don Quijote.
Fue estrella en el Royal Ballet de Londres entre 1989 y 2003.
Es una importante exponente de la danza contemporánea habiendo trabajado con Maurice Béjart y Mats Ek que creó para ella Wet woman (1993) y Smoke (1995).
Actualmente se dedica sólo a la danza contemporánea, trabaja con el coreógrafo Akram Khan y Russell Maliphant.

•Ángel Corella.

Es un bailarín español, artista Principal del American Ballet Theatre, de la ciudad de Nueva York. comenzó su formación en danza clásica con Karemia Moreno y posteriormente continuó sus estudios con Víctor Ullate. De pequeño, su madre lo llevaba, con tres de sus hermanas, a clases de ballet. Su padre fue boxeador.

Gillian Murphy.

Comenzó su preparación en el ballet a los tres años en Bélgica y continuó sus clases de ballet a los cinco años en Carolina del Sur. Luego pasó a ser integrante del Ballet de la Ciudad de Columbia, luego siguió estudiando en la North Carolina School of the Arts. Bajo la tutela de Melissa Hayden bailó en roles principales en varias producciones de la escuela entre las que se incluyen El Cascanueces y Concerto Barroco, Western Symphony, Tarantella y Theme and Variations de George Balanchine.

En 1994, a los 15 años, Murphy fue finalista en la Jackson International Ballet Competition. En 1995, ganó el Prix de Lausanne Espoir después de interpretar la ronda final en el Ballet Bolshoi en Moscú. En 1996, fue una becada por la National Foundation for Advancement in the Arts Level I y nominada a la Presidential Scholar. En 1998, fue hontada con una beca de la Princess Grace Foundation-USA.

Murphy integró el American Ballet Theatre como parte del corps de ballet en agosto de 1996, fue promovida a solista en 1999 y a principal en 2002.

Isaac Hernández

Isaac Hernández es el mexicano que está causando sensación en Europa como bailarín principal del English National Ballet.

Aún afuera del escenario, Isaac Hernández siempre lleva la danza consigo. Porque para él, se trata de un viaje que nunca termina. Sus movimientos, expresiones y hasta el menor de los gestos vienen cargados de sincronía, gracia y elegancia. Hernández dejó su natal Guadalajara a los 12 años de edad y hoy, a sus 26, es el bailarín principal del English National Ballet del Reino Unido. En los últimos años, además, ha formado parte de algunas de las compañías de danza más importantes. “Soy ese niño que bailaba en el patio de su casa en Guadalajara, y que llegó a la Ópera de París”, declaró a El país, ante la expectativa que está levantando su carrera de manera internacional.

Nació en una familia de bailarines. Su padre fue su primer maestro, el bailarín Héctor Hernández, y el patio de su casa, su primer escenario. Crecer en una familia de bailarines hizo toda la diferencia. “Muchas veces, en México sobre todo, se le tiene muy poca consideración a una vida dedicada a las artes. Como mis papás eran artistas, sabían la satisfacción que eso trae a una persona,” dijo el bailarín en entrevista para Gatopardo. Hernández dejó su casa para formarse en la Philadelphia’s Rock School for Dance Education, en 2002. Seis años después, Hernández se estaba incorporando al Ballet de San Francisco, convirtiéndose en solista dos años más tarde. Tuvo su debut en el Ballet Nacional de Holanda en 2012, y para el año siguiente ya era el bailarín principal de la compañía.

En medio de tantos logros, Hernández visitó México en 2011 para su primera gran presentación en casa: una velada en el Palacio de Bellas Artes que llevaba por título Un momento para soñar. “Era mi regreso a México. En aquel entonces trabajaba para el San Francisco Ballet, así que traje un grupo de compañeros. Fue una gala muy especial para mí, presentarme ante un público conocedor. Me dieron una bienvenida muy especial, pero descubrí la necesidad que había de crear nuevos públicos en México.”

Fue entonces cuando surgió la serie Despertares, un recital que se ha convertido anual, en el que Hernández cura un cartel con algunos de los mejores bailarines con los que ha colaborado en todas las compañías y escuelas que ha pisado, de San Francisco, Bucarest y Ámsterdam, incorporando nuevos géneros musicales a esta disciplina. La edición más reciente tuvo lugar el pasado 30 de julio en el Auditorio Telmex de Guadalajara, los boletos se agotaron y fue una noche particularmente especial para el bailarín, pues tuvo la oportunidad de compartir el escenario con su hermano menor, Esteban.

“El ballet lleva muchos años en México, pero yo creo que no ha podido llegar a los jóvenes, no se ha podido convertir en una tradición familiar o algo que se pase de generación en generación”, dice Hernández. “Siendo un espectador de mi misma profesión, quise encontrar una combinación que fuera a despertar el interés del público por algo que tiene la fama de ser muy tradicional, muy anticuado, reservado para un público, como la ópera, la música clásica y estas cosas.”

“Siempre supe que para el tipo de carrera que yo deseaba hacer tenía que salir del país, creo que tenemos que ser influenciados por lo que está pasando en otras culturas”, dice Hernández, quien ama leer novelas y cita a Salvador Madariaga y Gabriel García Márquez. “Sin importar a lo que te dediques, es importante viajar. Pienso que es lo que nos enriquece como seres humanos, nos da la sensación de comunidad, nos quita todos los prejuicios.” Hoy Isaac Hernández es uno de los bailarines mexicanos al que hay que tener en la mira. El futuro parece prometedor.

Isaac Hernández viene a México una vez al año, entre tres o cuatro días. Pero el resto de su vida, sigue sintiendo que está en un viaje larguísimo que todavía no ha terminado. Es el curso de la danza.

Blog de una bailarinaWhere stories live. Discover now