NO SOY PARA TI. (CAMREN GIP)

"Que sea lo que Dios quiera"

- ¿clara? – la ojiverde no había cambiado su cara de confundida desde que ariana entró a su departamento. No paraba de mirar entre ambas mujeres y de moverse en forma nerviosa. Su cabeza y su cuerpo tenían una terrible necesidad de que camila estuviera a su lado.

- Hola hij… hola lauren – saludó la mujer tratando con cuidado a la persona que tenía en frente

Lauren se alejó varios pasos y clara sintió como la mano de la joyera iba a su espalda para darle fuerzas. La ojiverde mayor agitó la cabeza en señal de que estaba bien. Entre las charlas con su marido, las charlas con las mellizas, los señores cabello y todos lo que tenían algo que ver en la vida de lauren, clara había aprendido que alrededor de su hija se tenía que mover como si caminara sobre vidrio, con sumo cuidado.

- ¿Qué… qué… que haces aquí? – lauren aun no relacionaba el favor que tenía que hacerle a ariana con la presencia de su madre aquí - ¿por qué la trajiste? ¿Por qué… - No podía evitar sentirse un poco enojada con su amiga

Ariana y clara se miraron y fue la joyera la que tomó la palabra – Tu madre… - la ojiverde apretó sus labios y la elegante mujer se apuró en corregirse - clara estaba trabajando en la empresa cuando mi padre entró para obligarme a ir a esa fiesta. Escuchó nuestra pelea sin querer y la terminé de usar como terapeuta para contarle la situación. Ella misma se ofreció a cuidar a las niñas – resumió los hechos ocurridos en Tiffany & Co.

Ante el silencio y la cara de preocupación y confusión de su hija clara decidió hablar – Se que probablemente no te guste mucho la idea pero yo amo a esas tres niñas. Dos son mis nietas y la otra es casi como si lo fuera, las voy a cuidar mejor que a mi misma – agregó segura.

Lauren agitó la cabeza en negativa. Eran sus hijas y su sobrina, ellas las iba a cuidar

- Por favor lauren – ariana insistió mostrándole el smoking – Estoy desesperada – la voz le salía como un chillido.

- camila… quiero hablar con camila… - ariana necesitaba que su novia le dijera que todo iba a estar bien.

Esta vez fue clara la que agarró su celular e intentó llamar a la empresaria. Sabía que si alguien podía sacarle la cara de pánico y de sufrimiento a lauren era su nuera – Lo siento – se disculpó cerrando la llamada – No contesta…

- La señorita iglesias tampoco – ariana había intentado por otro lado.

- Entonces es mejor que me qued…

- lauren – dijeron las dos mujeres al mismo tiempo. Ariana le hizo un gesto a clara cediéndole la palabra. – Si no quieres ir con ariana está bien – la madre de la ojiverde no hizo caso al quejido de protesta de la joyera – Pero si ese es el caso, te pido que me dejes quedarme aquí, contigo, hasta que camila regrese. Puedo ayudarte a cuidar a mis nietas – no iba a obligar a su hija a ir a una fiesta a la que claramente no quería asistir, pero al menos iba a intentar pasar tiempo con ella. Cualquier minuto que le concediera iba a ser bien recibido.

- Escuchen – ariana volvió a tomar la palabra y logró que la mirada de la ojiverde se concentrara en ella – clara se que tienes miedo de que Rachel se sienta incomoda en este lugar, pero prometo – miró a lauren – Te prometo que no me voy a separar de tu lado y que a penas quieras irte nos iremos – le dijo con total sinceridad – Pero de verdad, de verdad te necesito a mi lado lauren. Necesito que me des la fuerza que solo una amiga puede dar. Eres la única persona que nunca ha esperado nada de mi – la ojiverde iba aflojándose con cada palabra – Por favor lolo… por favor – eran las últimas suplicas que iban a salir de la boca de ariana.

La tatuadora miró a su amiga y después a su madre, luego volvió a su amiga y se enfocó en s u cara de desesperada. Por último volvió la vista a su madre y allí la dejó para pensar por unos momentos. Sin decir nada caminó hasta la mesita donde había una hoja escrita – camila… Esta es la lista que me dejó camila – la ojiverde, desde lejos, estiró su brazo y le dio la lista a la mujer mayor – Están… estos son todos los números importantes y el de… el de ariana lo tienes supongo – clara agitó su cabeza con una sonrisa. Su hija le estaba dando una oportunidad - Creo que van a dormir toda la noche pero… pero si me necesitas me vas a llamar ¿cierto? – lauren casi nunca miraba a su madre a los ojos pero cuando lo hizo por segundo vio la capa de lágrimas que los cubría. La ojiverde corrió la cara rápidamente.