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Ensayamos la obra por casi medio año, y su estreno fué un éxito.

Casi nunca hablamos, en los 7 años que llevaba enamorado de ti, que llevaba siendo un simple desconocido para ti.

Yo te había observado y pude notar lo que las palabras no dijieron.

Porque yo note cuando empezaste a usar ropa que cubría más piel, yo ví cuando la ropa fue perdiendo sus colores y lo único que perduraba era ese lazo en tu cabello.

Yo ví que repentinamente el café era necesario en tu vida.

Yo ví que cambiaste de rutina, era como si tuvieras una, pero la mismo tiempo quisieras huir de ella.

Pasé 5 años observandote, lo ví, mis ojos grabaron cada cambio en ti, pero nunca había pensado en la razón.

Hasta ese día, un 19 de octubre.

Me había quedado más tarde en el colegio para preparar la escenografía de teatro, y oí a alguien llorar.

Me adentre en el salón para ver de donde provenía el sonido y te encontré a ti hecha un ovillo en el suelo, se me rompió el corazón.

Volteaste a verme, te secaste las lagrimas y me saludaste como si nada, te levantaste del suelo y cuando intentaste irte, no te deje.

-Hola. - Sonreíste, en cualquier otro momento me hubiera puesto a sonreír por ser notado.

-Hey... ¿Estas bien? -Sonreí levemente.

-Si, solo ensayaba para teatro. -Mentiste, no habíamos ni anunciado que obra sería, pero no creo que te importara eso, a las personas no le importa mientras les des una excusa.

-Bueno, ¿Quieres que te lleve a tu casa? - pregunté amablemente.

Y esa mirada me lo dijo todo:
Llorabas porque no querías volver a casa.

-O... ¿A la mía? -Creo que la pregunta sonó más para mi que para ti, tardaste unos segundos en reaccionar y al final aceptaste.

Te dije que solo necesitaba terminar unas cosas y que nos podíamos ir.

Fui a dejar la escenografía sobre el escenario y luego te busqué, te encontré en el pasillo y empezamos a caminar hacia mi casa.

-¿Cuál es tu nombre? -Me preguntaste con un ápice de curiosidad.

No te respondí.

-¿Y el tuyo?- dije cuando sentía que ibas a ignorarlo.

-Calíope.

Al llegar a mi casa te ofrecí un vaso de agua o jugo y nos sentamos en el sillon.

Calíope, no te había hablado en 5 años.

Bastó un día para que yo te contara todo, y tu solo me dieras la primer pieza del rompecabezas.

Ellaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن