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Miraba a Jin caminar de aquí para allá, las manos le picaban por querer morderse las uñas pero no quería dañar su manicura.

-Jin... Tranquilizate- le dije dándole el ramo de Jazmines blancos.

-JiMin, juro que me va a dar algo- se sentó echándose aire con las manos.

-Solo... No te tenses, disfruta ¿Bien? -traté de tranquilizarlo.

-Claro... Claro... Trataré- se levantó de su asiento para verse por novena tercera vez en el espejo arreglando su traje blanco.

-¿Quien está listo para su boda? -entró contento Tae con su traje negro todo desarreglado. Yo le hice una cara pervertida y la notó.

-¡Tranquiliza las hormonas! ¡Que aún no pasamos de besos y toqueteos! -aclaró y yo reí.

-¿Estan listos? -preguntó entrando la madre de Jin quien lo Miró con una enorme sonrisa orgullosa de su hijo quien se casaba hoy.

-Si... Creo... No se, ¿Y si mejor--.

-Mejor nada, vamos, vamos, que ya comienza- alentó la señora Kim y entonces entró el padre del prometido.

-¿Vamos? -le tendió el brazo a su hijo y él lo tomó súper nervioso.

Salimos de la casa que hospedabamos y nos subimos a la limusina, pedida especialmente por YoonGi quien creyó que sería más lindo y formal.

Al estar todos dentro, Jin no dejó de mirar a cada rato su aspecto, a pesar de que se veía genial, él quería que todo fuese perfecto.

En la boda, todos irían de negro, excepto los que se casan, osea, Jin y Nam usarán traje blanco.

Jin organizó todo, excepto los anillos oficiales que Nam dijo que serían sorpresa, incluso para el mismo Jin.

Yo estaba emocionado por Jin, creo que es lo mejor que pudo haberle pasado y que conociera a Namjoon fue algo totalmente espectacular.

Conozco a Namjoon desde que soy pequeño, era mejor amigo de YoonGi desde que lo conocí, jamás hubo peleas, siempre estaban al tanto de lo que pasaba con el otro, eran los mejores amigos ejemplares que todos quieren tener.

A Namjoon nunca le desagradó la idea de que yo sea el novio de su mejor amigo, es más, nos ayudaba a encontrarnos cuando YoonGi tenía trabajo cuando comenzó a trabajar en la agencia.

Yo siempre consideré a Nam como un hermano mayor, me cuidaba, siempre me hacía reír cuando éramos chicos.

Me alegra que haya conocido a Jin-Hyung, creo que son el uno para el otro, a pesar de que Nam sea calmado, relajado, siempre en paz; Jin era enigmático, era muy alegre, Salta de aquí hacia allá, y creo que eso es lo que los hace una pareja perfecta.

Uno calma al otro, y el otro lo enloquece con su humor y chistes.

Jin es alguien tan espectacular, sé que ellos jamás serán capaces de dejarse de lado o de serse infieles, porque los conozco, no son así, jamás le creería a alguien que me dijese... "Oh por Dios, ví  Nam con otro" Porque no sería algo de él, de su personalidad, él cuando ama, ama de verdad.

Estaba feliz por Jin, quien bajó de la limusina todo nervioso y suspiro feliz al ver la iglesia frente a nosotros.

YoonGi, exagerado como siempre, quiso que Jin y Nam se casaran en la iglesia más importante del mundo.

El Vaticano.

Así es amigos míos, estamos en Roma.

YoonGi compró por un día el Vaticano, la ceremonia va a ser realizada por el mismísimo Papa Francisco.

Lo Siento Hija (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora