Salieri.

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Mientras más miraba al horizonte, más preguntas se acumulaban en su mente.

"¿Por qué fui creado?"

"¿Por qué renací?"

"¿Soy solo un experimento? ¿O acaso tengo una misión en esta nueva vida?"

Absorto entre aquellos pensamientos, percibió como se abrió aquella plateada puerta que separaba el mundo de su solitaria y silenciosa existencia...

- Veo que ya despertaste

- Así es, creador.

Mientras Akinto entraba en la habitación, pudo deducir el inusual estado emocional de su compañero: Su apariencia estaba descuidada, lo cual ya era raro en él, los pequeños surcos que se dibujaban en sus ojos y el aparente poco uso de la cápsula de la cual salió revelaban que el Italiano había pasado toda la noche en vela

La pregunta era: ¿Por qué?

- Antonio Salieri...

- Dime, creador

- Te noto distraído, ¿Sigues alterado por la Musik de Johann Sebastian Bach?

- Un poco, mas eso no es lo que me intranquiliza

- ¿Qué es entonces?

Retrocedió, ¿Debía decirlo? Quiero decir... ¿Era correcto? Fue él quien lo rescató de las garras de la muerte ¿Era ético hacerle una pregunta tan delicada?

De todas formas, la suerte ya estaba echada.

- ¿Por qué... estoy aquí?

El joven científico suspiró mientras tapándose la cara caminaba de un lado a otro de la habitación, realmente no esperaba que fuera eso, su inquietud interna se tranquilizó y, fingiendo preocupación y nerviosismo, preguntó...

-¿D-De verdad no lo recuerdas, Salieri?

Ambos parecían extremadamente confundidos...

- No... lo siento pero, exactamente, ¿Que debería recordar?

- Te lo diré... pero créeme, no te va a gustar.

Mientras tanto, en la mansión Otowa, un divertido pelirosado practicaba nuevas formas de hacer girar aquel pequeño eje con tres brazos, el cual, cuando no, era de color rojo escarlata

Así es amigos, hablo de un Fidget Spinner.

- Solo necesito un poco más de fuerza...

Concretamente, intentaba hacer que su pequeño trompo se mantenga girando de manera continua sobre su nariz mientras él caminaba por el pasillo... en retroceso

- Un poco más de equilibrio y...

Mala suerte, el Spinner perdió la necesaria fuerza rotatoria como para seguir en equilibrio y cayó al suelo, deslizandose hasta dentro de la habitación de cierto pianista harto ya de la humanidad

- Lo que faltaba... en fin, dudo que a Chopin le moleste mucho

Aprovechando la oportunidad (Y en parte la excusa) para poder hacer una broma perfecta, el austriaco entró lentamente hacia el cuarto del polaco sin hacer el menor ruido, lo pudo ver, como siempre, absorto en su computadora, aislado de la humanidad, no notó que cerca de su escritorio se encontraba un dibujo, quizás muy detallado, de su propia batuta junto con varias palabras en un idioma incomprensible: El Polaco

Alzándose detrás de él para asustarlo, se detuvo al ver la dirección de la página web que el otro leía con sumo interés...

- Wikipedia...

ClassicaLoid 3rd SeasonWhere stories live. Discover now