B O O M || One-shot KatsuDeku

Capítulo III

Nervios. Sólo sentía eso. Recorría todo su cuerpo como una corriente eléctrica. Ni si quiera el One For All se sentía de esa manera.

¡Demonios!

No tuvo que haber echo enojar a Katsuki Bakugo. Esta muerto. Enfrente suyo estaba la puerta de el, del amor de su vida. Si, de su vida. Lo conocía de toda la vida y lo amaba en toda esta.

A el si le ponían aquel; "Te daría mi vida, pero la estoy usando".

Matando sus nervios tocó la puerta tembloroso, de inmediato de abrió. No parecía haber rastros de vida alguna. Más que nervioso entro. El cuarto oscuro lo hacía sudar.

— Siéntate — la voz ronca de Katsuki sonaba entre la oscuridad.

Encontró la cama, tomo su asiento como el lo ordenaba.

— Ahora habla.

— Bueno... Kacchan yo — apretó sus puños tomando valor — ¿Que somos? Yo, la verdad desde pequeños estoy enamorado de ti, incluso cada vez que me tratabas mal yo te seguía, ¿Que soy para ti Kacchan? Lo necesito saber, es importante para mí.

— Deku, Deku, Deku, Deku — su voz repitiendo su apodo lo hacía estremecer — ¿Quieres la verdad? La verdad suele doler.

Suele doler, ¿No lo quería? ¿Era solo su objeto de rato? ¿Quería a Kirishima? ¿Que está pasando?

— Aceptó el dolor — le dio una sonrisa sincera — Lo soportó porque te amo.

— ¡Mierda! — se levantó bruscamente de su asiento — ¿Que demonios no entiendes? ¿Tan mal estás de tu cabeza?

— Kacchan... Me estás asustado.

— ¡Te he hecho mierda! Incluso llegó a los golpes, ¿Como me puedes amar?

— Yo se que no eres así — pasó sus manos por el cuello del rubio — Yo te amo porque que conozco y sé como eres.

— No deberías amar a alguien que solo te hace daño.

— Y tú deberías estar con alguien a tu nivel, alguien fuerte, que te ayude, no con alguien frágil como yo... — esto último lo susurró.

— Me gustas así — conectaron miradas — Gracias a eso, yo te puedo proteger.

El menor sintió su corazón palpitar más rápido. Sus mejillas se encendieron.

— Kacchan — junto sus labios.

El beso más dulce que pudo haber tenido. El beso más rudo. Un beso que decía sentimientos de ambos. Las inseguridades de Izuku Midoriya se esfumaron, ¿Quién era el? En sus labios se perdía.

— Izuku.

Le escucho decir al separar sus labios.

No recordaba la última vez que le dijo por su nombre. Era tan mágico.

— No soy un héroe, ni la mejor persona — pego sus frentes — Pero prometo protegerte, aunque tú no quieras, lo haré.

Las lágrimas comenzaron a salir de los ojos verdes, el de cabello explosivo las lamió lo más delicado que pudo.

Esa noche, se juraron amor eterno, ambos empezaron con una relación a la luz de la luna.

Pero, Katsuki Bakugo, aquel de problemas de irá, griñón y celoso.

Izuku Midoriya, con problemas de autoestima, penoso y celoso.

¿Aquel gruñón podría entender las relaciones amistosas de Midoriya?

¿Un joven penoso, se podría convertir en controlador?

Tenían dos grandes problemas.

Para Katsuki, estaba Todoroki Shoto, le tendría que mostrar quién manda.

Para Izuku, existía un joven, con un quirk genial, habilidades sorprendentes, completamente capaz de proteger al rubio, nada más y nada menos que Kirishima Eijirou.

Ambos llegaron a la Academia tomados de la mano, como toda una pareja en comienzo.

Pudieron notar miradas de algunos maestros y alumnos de otros grupos, como Shinsou.

Aun así, ambos se sentían confiados, ¿Amigos de la infancia convertidos en novios? Cosas buenas existen, se conocían lo suficiente como para saber que amaba o molestaba al otro.

Y llegó el primer obstáculo.

— ¡Todoroki-kun! — se dirigió nerviosamente el menor.

— Midoriya, Bakugo, estoy feliz por ustedes, ya se estaban tardando.

— ¡Tch! Ya lo sé, bastardo mitad-mitad.

Ambos se odiaran por siempre, pero, somos sinceros, ¡Tenían una razón para intentarlo!

Segundo obstáculo, aquel chico de dientes tipo tiburón.

— ¡Katsu-Bro! Por fin te animaste, ¡Pero déjamelo un rato Midoriya! El y yo tenemos un asunto que arreglar — empezó a rogar.

— ¡Ya cállate! Mejor iré con este idiota.

Despide a Midoriya con un suave beso en los labios para ir con el pelo rojo.

El chico peliverde sentía más que celos, ¿Que se creía? ¿Cómo le pedía prestado a su novio? ¡¿A SU KATSUKI?!

Pudo contemplarlos como reían, más Kirishima, de vez en cuando sonreía Katsuki, pero esa sonrisa solo es de Izuku, ¡Sólo suya! Esa sonrisa solo está cuando lo besa.

Enojado, se sentó en su banca escondiendo su cara entre sus brazos. Paso así unos veinte minutos hasta sentir un tacto en su mano derecha, el tacto era caliente, suave y más grande.

Miro hacia el proveniente de aquella mano, su novio, su príncipe azul lo estaba tomando de la mano enfrente de toda la clase.

Katsuki tenía una paleta, la cual la saco de su boca para meterla en la del pequeño.

— No hagas esa cara.

Invadiendo su espacio privado, quito de nuevo la paleta, pronunciando cada palabra con precisión exacta, solo Izuku Midoriya lo escucho tan claro como el agua.

Selló sus labios, manteniendo el beso por unos cuantos segundos, volviendo a meter la paleta y guiñarle un ojo.

Quizá no sea el mejor novio, el más cariñoso, el más detallista, pero lo amaba tal y como es.

Se enamoró de un chico con complejos de superioridad. Problemas de irá. El cual quiere explotar a todo el mundo.

Y este, se enamoró de un nerd. Indefenso. Penoso. Antisocial, muchacho que con sus ojos verdes lo tenía loco.

— Solo te amo a ti, Izuku Midoriya, MI DEKU.

— Izuku, te amo, Izuku mírame a los ojos — resbalaban unas lágrimas por aquellas mejillas del rubio quemado — Te dije... Que te protegería, porque te amo.

— No — el sollozó se escuchó más fuerte.

— Vamos Deku, tienes que... Vivir... Te amo, te ame y te amare por siempre...

Sus manos estaban fuertemente tomadas, poco a poco, la fortaleza desapareció, dejando un cuerpo sin vida enfrente suyo.

— ¡No! — gritos.