Capítulo XXII: Stigma

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—Os habríais llevado bien —comentó Draco y le sonrió—, ella era un mujer muy fuerte e inteligente. Como tú.

Tras algunos minutos más en silencio, se levantó junto a Hermione y pasó una de sus manos por toda la superficie del ataúd quitándole la inexistente capa de polvo. Tomó varias respiraciones profundas y movió su mano para que, junto al narciso del jarrón apareciese otro exactamente igual. Encendió las velas con otro movimiento de mano y sonrió al retrato de su madre antes de girarse en dirección a Hermione.

—¿Podrías...? —carraspeó—. ¿Podrías dejarme unos minutos solo?

—Claro.

Depositó un beso en la mejilla de Draco antes de darse la vuelta y subir las escaleras. El aire había refrescado un poco desde que habían bajado a la cripta, por lo que Hermione se acomodó la bufanda y se puso a dar vueltas cerca del mausoleo blanco. Aunque al principio había pensado que se trataba del cementerio de la familia Malfoy pronto descubrió que era de la familia de Black. A veces se olvidaba que Draco era familiar de Sirius y que era el último heredero de la casa Black.

Pocos minutos después escuchó el ruido de la reja y se giró, le sonrió suavemente a Draco cuando lo vio salir y éste se acercó a ella y entrelazó sus manos mientras le depositaba un beso en la frente.

—Gracias —le dijo Draco cuando se miraron a los ojos.

—¿Por qué?

—Por estar conmigo —murmuró—. Por aceptar venir aquí y no salir huyendo.

—No me has dado ninguna razón para hacerlo —replicó ella con suavidad y su sonrisa se acentuó.

Juntaron sus labios en un suave beso antes de que Draco la rodease con los brazos y desapareciesen dejando atrás aquel pacífico y triste lugar.

....

Se aparecieron en el apartamento de Hermione. Los brazos de Draco se mantuvieron alrededor de su cuerpo a pesar de que ya podían separarse, y Hermione no dudó en rodearlo a él con más fuerza.

—Draco... —susurró, pero el resto de la oración murió en su boca cuando los labios del hombre se colocaron sobre los suyos.

Comenzaron un suave vaivén, un beso lento, dulce y delicado. Los dientes de Draco tiraron del labio inferior de la castaña haciéndola jadear y entreabrir la boca para dejar que la lengua del hombre irrumpiese. El beso se intensificó y las manos de Draco bajaron por su cuerpo hasta su cintura; Hermione rodeó con sus brazos el cuello del rubio y tiró de su pelo cuando sintió al hombre volver a tirar de su labio inferior.

Se separaron solo unos segundos para quitarse los tenis que llevaban y los calcetines, avanzando apenas unos pasos antes de volver a unir sus labios y cerrar los ojos, dejándose embargar por el placer. Hermione jadeó con fuerza cuando se separaron y sus manos viajaron hasta el abrigo negro que el hombre llevaba puesto, desabrochó los botones y tiró de él hacia atrás hasta quitárselo. Draco hizo lo mismo con el que ella llevaba y volvió a rodearla con sus brazos, bajando sus manos hasta el culo de la mujer para poder alzarla.

Hermione rodeó con las piernas las caderas del rubio y éste comenzó a caminar a ciegas. Terminaron tumbados en el sofá del apartamento. Las manos de Hermione, inquietas, se colaron por debajo de la camiseta del rubio y tiró de ella hacia arriba hasta poder quitársela. Recorrió con sus dedos el cuerpo del hombre y jadeó contra su boca cuando sintió las frías manos de Draco colarse por su camiseta para quitársela con rapidez.

Inconscientemente Draco esperaba a que Hermione saliese de ese trance y se diese cuenta de lo estaba a punto de suceder. Que reaccionase y se echase hacia atrás, recordando quién era él y quién era ella. Pero la mujer estaba perdida en sus besos y caricias, y no parecía tener ninguna intención de parar aquello.

Redención [Dramione]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang