One Shots de los personajes de Boku no hero Academia; Algunos divertidos, Tristes, Románticos u excitantes en algunos casos.
Pueden basarse en pedidos los cuales actualmente están abiertos, Música, Películas u obras de otras personas, Intercambios e...
Todoroki se había vuelto a tardar, Suponías que iba a volver a faltar a casa a dormir. Su trabajo lo mantenía muy ocupado y en especial por la llegada reciente de un bebe a la familia no lo hizo dudar dos veces en aumentar su turno de trabajo para que su hijo tuviera todo.
Era casi como Todoroki a excepción de ser casi bicolor, Era peliblanco con un enorme mechón rojo, De ojos color café ya se imaginarían a la ternura. Su abuelo sin duda se encariño con el pequeño a pesar de solo tener un mes y lograr abrir sus ojitos cafés.
Estabas recostada pues esperabas una llamada de tu esposo para decirte que no ira a dormir, Pero al apagar la lámpara el pequeño Hiro comenzó a llorar. Te levantaste ya cansada y fuiste hasta la cuna del peliblanco.
- ¿Que pasa Hiro?.- Le hablaste para tranquilizarlo pero sentías que empeorabas la situación, Deseabas que Todoroki estuviese allí pues cuando el cargaba a hiro ni siquiera se movía ¡Incluso con Bakugou!, Bakugou hacia que en un dos por tres el bebe cayera dormido sin menearlo o alimentarlo. Aunque aun te sorprendia que para sus 28 años no estuviese casado y sin pareja.
- Ya, Ya, Ya tranquilo Hiro.- Decías mientras lo meneabas.
Suspiraste cansada y sin dudas comenzaste a cantar.
Días de sol En mi vida vi que brillo Lo adoraba y se apagó Yo jamás te olvido
Otra vez vibraré Con mi amada yo cantaré Y tu voz siempre otra vez A mis brazos vendrás
Bellos días de sol Revivir quiero uno y ya Todo cambia Que vuelva la luz
Canto así Que el dolor que reina aquí Qué altere el hechizo Que nos unió aún más en triste canción
Entre tanto sufrimiento La esperanza perduró Era calida, segura Y hoy saber me dudar..
Fuiste interrumpida ya que viste una sombra parada en el marco de la puerta sonriendo te. Lo único que pudiste hacer fue ponerte roja de vergüenza y ver a tu esposo allí parado.
- ¡T-Todoroki! ¡Cuando llegaste!.- Le gritaste murrumando en voz baja para no despertar a Hiro.
- Hace un rato pero no pude evitar escucharte cantar.- Te sonrió.
Se acerco a ti y acaricio tu cabeza.
- Sabes que adoro que cantes esa canción.- Te respondió sonríendote.
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