Reto 4: Si tanto odias cocinar, cocina para el psicópata

Zacznij od początku
                                    

-Por favor Lenore no te jodas ningún maniquí, sabemos que estás desesperada –Gritó Felix ya casi cuando estaba llegando a la esquina y nosotras por el camino contrario.

Jodido hijo de puta, toda la gente me quedó mirando con caras raras, así que me solté del brazo de Cora y corrí en dirección a los chicos para darle el mejor manotazo en la nuca que pude y le calzó de lleno porque con el impulso se fue hacia adelante y casi se cae en conjunto con una sarta de palabrotas que era mejor no repetir y corrí de vuelta hacia Cora.

-Esta vez no te diré nada porque se lo merece, pero Pete y yo no intercederemos en la tercera guerra mundial que armen en su departamento –Me advirtió mi amiga a lo que yo asentí como un cachorrito mojado.

Llegamos al centro comercial y caminamos por varias tiendas a lo que yo iba sujetando la ropa de Cora y clasificándola por sus valores, tenía una cierta cantidad que no podía excederse en ropa, sabía que Pete podría comprarle lo que quisiera, pero ella no era esa clase de chica así que mes a mes ahorraba una cantidad que gastaba exclusivamente en ropa y zapatos, por mi parte compraba algo solo si realmente me gusta, como esa chaqueta de eco-cuero que esta por allá.

-Leny si vas por otra chaqueta te recuerdo que tienes 5 diferentes –Me advirtió Cora al ver mis intenciones con aquella preciosidad.

Fui sin importarme lo que dijera, ya hablaríamos de su adicción a los zapatos si ella quiere hablar de mi adicción a las chaquetas, pero una imagen me hizo congelar por completo, era el psicópata con otra rubia de tetas de silicona y vaya que ni siquiera con que ella le estuviera restregando sus gomas por todo el brazo e intentara alcanzarlo para darle algunos besos ese jodido cabrón sonriera; y como mi vida vale mucho como para que me descubra con cara de idiota mirando la asquerosa escenita agarré la primera chaqueta y la intenté pasar con cierre y todo sobre mis brazos quedando atrapada en ella, pero al menos cubría mi rostro y parte de mi pelo, así que de una retorcida manera mi tarea estaba hecha.

-Te dije que te compensaría por esta noche de sexo, pero te lo advierto me tengo que correr por lo menos dos veces, no me gusta perder mi tiempo –Le dijo el muy puto a la chica, claro como si él fuera el dios del sexo, opté por correrme un poco para alejarme de ellos pero adivinen mi buena suerte.

-Ten cuidado idiota casi arruinas mi manicura –Dio una voz chillona a la vez que sentía que alguien estaba bajando el cierre del mi súper chaqueta escudo humano contra imbéciles.

-Tú otra vez, es que no puedes apartarte de una puta vez o quieres realmente que te folle cuanto antes, aún recuerdo que me lo debes –Dijo el muy idiota bastante irritado.

-También vas a follar con…con…esta cosa –La chica meneó la mano con desdén, por lo menos yo no soy plástica.

-Hay no querida silicona con piernas yo con tu querido espécimen no follaría, aunque tu deberías tratarte con un poquito más de respeto no crees –Bueno sonaría mucho más serio si yo no tuviera la mitad de una chaqueta pasada por mi cuerpo con los brazos arriba metidos en las mangas de las chaqueta sin poder bajarlos y el cierre hasta la mitad en donde solo se ve mi cara con el pelo alborotado por todas partes.

-Tiene razón Dyl amor yo quiero ser única, no quiero que folles con otras chicas –Y ese fue mi momento para largarme porque estaba segura que era el segundo polvo que le arruinaba.

-Sabes que yo no tengo únicas, tendrías que ser una puta ninfa y no lo eres, ni siquiera todo lo que tienes es tuyo, así que estás lejos de serlo –Alcancé a escuchar mientras me deslizaba entre los pasillos buscando a mi amiga como un maldito T-Rex.

-Allí estas, pero que mierda te pasó –Me dijo Cora a la vez que me bajaba el cierre y quedaba liberada de la trampa mortal en la que se había convertido la chaqueta y como ya me había encariñado con ella, la compré.

¿Fue realmente amor?Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz