Reto 3: Cómprale un helado al psicópata 1/2

54 5 0
                                    

HOLA AQUÍ LES TRAIGO OTRO CAPÍTULO, A QUIENES LEEN ME GUSTARÍA QUE SE HICIERAN PRESENTES PORQUE ASÍ ME DAN ÁNIMOS DE SEGUIR ESCRIBIENDO, GRACIAS POR SUS ESPTRELLITAS, ESPERO SUS COMENTARIOS Y MUCHOS ABRAZOS, LES DEJO EL CAP!

.--.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

-Cielos tengo una resaca nivel de los dioses –Exclamé levantándome del sillón y tocándome la cabeza a la vez que maldecía por la luz que se filtraba por todo el apartamento.

-De qué te quejas si no nos dejaste ni emborracharnos –Me reprochó Felix que venía saliendo en bóxer desde su habitación.

-Hermano en serio… Cora está aquí podrías por último ponerte una camisa o algo –Le comento Pete un tanto ofendido-.

-Cora es la invitada, si a Len no le molesta que es dueña de casa… Dejó las palabras en el aire.

-Ella está acostumbrada a tus guarrerías cerdo ahora tápate que no quiero vomitar por la mañana –Intervino Cora haciendo muecas de asco.

-El trato lo arreglaron ustedes y nos lo impusieron a nosotros, tu te querías ir a vivir con Pete y por descarte nosotros terminamos viviendo juntos ya que YO Lenor VIVÍA contigo y Felix con Pete, así que ahora no molesten a nuestra pequeña familia –Felix y yo hicimos el mismo gesto cada vez que salía esa conversación y nos toábamos de las manos haciendo pucheros.

Desde que Cora y Pete se hicieron novios, no paso más allá de un año para que se quisieran mudar juntos y como cada uno de nosotros vivía con el otro compañero los chicos decidieron hacer un cambio a nuestras espaldas, llegué un día al departamento y estaban todas las cosas de Pete en mi habitación y me dijeron que si quería más explicaciones fuera al departamento de Felix, fui allí y vi a mi pobre amigo con ojos de plato mirando una cantidad enorme de cajas que resumían mi vida entera.

Le pregunté qué estaba pasando y solo me dijo desde el banquito en que estaba sentado que Cora y Pete lo habían obligado a ordenar todas las cajas en la habitación de Pete pero que le daba miedo hacerlo, alegaba que “no sabía con qué cosa alienígena se podría encontrar allí”, así que miraba las cajas con terror en el rostro.

Despues de un día completo discutiendo y ordenando decidimos cederle eso a nuestros mejores amigos ya que la distancia de sus hogares era bastante grande y para ir a sus casas paternas tenían que tomar un avión en direcciones opuestas, así que yo me acostumbre a un Felix paseando en bóxer por toda la estancia y él se acostumbró a que de vez en cuando le robara una camiseta para dormir sobre todo en verano y a eso lo acompañaba con mis pantaletas, ese había sido nuestro tratado de paz.

-Seguro que no tienen sexo entre ustedes –Preguntó Cora

-Hiug! No! –Respondimos los dos escandalizados, para eso también teníamos un trato que surgió a la fuerza más que por otra cosa, un día los dos habíamos traído a alguien a pasar la noche y después de nuestros juegos por la mañana, nuestras citas se toparon y resultaron ser novio y novia, pero para nuestras conciencias, no lo sabíamos hasta que comenzaron a volar los platos y ollas de nuestra cocina. Desde ese día Felix tiene sexo en el departamento menos los días en que tengo que estudiar y yo si es que llego a tener algo, es una aventura puertas afuera, siempre y cuando Felix no me necesite para estudiar o sea nuestra noche de películas, así que nuestra familia de dos funcionaba bastante bien, sobre todo porque mis citas no eran más de una cada uno o dos meses.

¿Fue realmente amor?Where stories live. Discover now