¿Triste?

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Capítulo 5. Maratón 2/2.

Perdón por la tardanza... No me maten xD.


XXX


PDV Harry.

¿Frustración?, sin dudas es lo que sentía... de otra forma no puedo sentirme, nunca me había pasado algo así. Nunca fui rechazado por nadie, no importaba si nunca habían practicado el BDSM, siempre obtenía lo que quería.

¿Por qué con Louis es diferente? ¿En serio Harry le diste dos semanas? ¡Lo hubiera presionado!

Es que simplemente no pude... no puedo. Con él no puedo ser yo, con él soy diferente y ¿me asusta?, mm un poco, pero sin dudas quiero averiguar y experimentar que es la nueva sensación que siento por el castaño de ojos azules.

Dos golpes a la puerta de mi habitación me sacaron de mis pensamientos.

-Adelante.

Por la puerta se asomó una cabellera negra para luego dejarse ver por completa; era Madeline.

Me senté recto en la cama y ella observaba el suelo con la cabeza gacha.

-Acércate.

Sin rechistar se acercó todavía sin mirarme.

-Posición de sumisión, ahora.

De un solo movimiento estaba de rodillas al suelo, sin tambalearse ni nada parecido.

-Cada vez que te pida que te acerques, automáticamente tienes que estar en tu posición. ¿Entendiste?, no me gusta repetirte las cosas Madeline. - la miré esperando respuesta pero recordé qué no le había dado el permiso. - puedes hablarme.

-Lo siento mucho amo, no volverá a ocurrir.

-Bien. Levántate, baja tus pantalones y recuéstate aquí sobre mis piernas.

Me miró con un toque de brillo en los ojos, bajó sus pantalones y cuando estuvo a punto de recostarse sobre mi la detuve.
Inspeccione su cuerpo de arriba hacia abajo, su esbelta figura, delgada y trasero mediano, piernas largas y sin ningún tipo de imperfecciones. Un par de pechos naturales bastante voluminosos y su piel era demasiado blanca. Su pelo hasta de bajo de los hombros de largo y su cara era digna de envidiar. Sus ojos verdes, pero no como los míos... los de ella eran más intensos y sus labios por naturalidad de color carmesí. Que belleza de sumisa. Aún así... no superaba esas malditas sensaciones que sentía cuando vea a Louis.

-Ahora si, recuéstate.

Ella totalmente ruborizada se recuesta sobre mi y yo le acarició el trasero dándole a entender que se acercaba el castigo.

-¿Cuántos son por no hacer lo correcto Madeline?

-Tres amo.

-Bien. Y recibirás uno de más por no estar en la habitación cuando llegué.

-Si amo.

-Bien. Cuenta y al final de cada uno agradece.

-Si amo.

Sin previo aviso dejé caer la palma de mi mano con fuerza sobre su nalga derecha.

-Uno y gracias amo.

Segundo impacto. Más fuerte.

-Dos amo y gracias.

Tercer nalgada. Mucho más fuerte. Ella apenas se removió, su piel estaba hinchada y en ellas se veían mis manos marcadas.

-Tres y gracias amo.

Último. El más fuerte de todos. Soltó un gemido. Se había exitado.

-Cuatro y gracias amo.

Mine. | BDSM |Where stories live. Discover now