25|| Citas primerizas.

Start from the beginning
                                    

—No, está bien—sonrío para restarle importancia pues ahora mismo su trabajo es importante. —Tomaré todo el video, no te preocupes.

Regresa a mí pasando las manos por mi vientre. Se detiene unos segundos que parecen eternos, pero finalmente termina por besar mi piel revolviendo cada parte de mis células.

Si antes estaba sentimental, ahora mismo soy un mar de lágrimas.

—Prometo estar ahí la próxima vez ¿De acuerdo?—toma mis labios en un beso que me cristaliza los ojos, y a pesar de querer quedarse, se marcha del apartamento para cumplir con su trabajo.

Luego de todo lo que pasó con las rosas y la sangre que al final descubrimos era de animal, pasó varios días fuera, incomunicado del mundo solo para cuidar de mí. Soy egoísta y me estoy volviendo una malcriada pues a pesar de saberlo, quisiera que dejara su trabajo por venir conmigo.

Me guardé el secreto de que tendremos una niña pues creí tontamente que iría conmigo a la próxima cita, sin embargo creo que ahora tendré que decírselo cuando regrese.

Me tomo unos minutos para limpiar los rastros que quedaron de nuestro desayuno, porque no usaré ese maldito aparato para lavarlos, y luego entro en la habitación buscando la ropa adecuada qué usar.

Hoy finalmente cumplo los cinco meses de embarazo, luzco como una cuerda con nudo pues no he subido mucho de peso pero mi barriga comienza a notarse y demasiado. Tanto que la ropa que compré hace tiempo, comienza a quedarme justa. Es poco tiempo dejará de quedarme así que planeo mentalmente buscar más luego.

Entro en la ducha disfrutando demasiado del agua caliente ya que Kurt debe ingresar en la habitación para recordarme que llegaré tarde si no me apresuro.

Me seco, me coloco el vestido suelto que resalta mi vientre y unos tacones algo bajos. Tomo mi cartera, y al salir por la puerta de la casa, Kurt me escolta al ascensor.

Su silencio me molesta, me indigna tener que estar con alguien que quiere lucir como un maldito fantasma.

—Kurt, si no me hablas esto no va a funcionar—menciono, observando el contador de los pisos bajar. —Tienes que hablar conmigo, así sea de lo aburrido que es trabajar para Hudson, pero habla de algo.

—Tengo ordenes claras del jefe de no mantener conversación con usted de ninguna cosa que no tenga que ver con su seguridad—dice como si fuera un maldito robot.

Ruedo los ojos.

—Trabajas para él pero no está aquí ahora ¿Cierto?—indago con las cejas en alto. —Mientras estés conmigo puedes hablar de lo que quieras, no tienes que parecer un maldito robot.

—Señora, tengo ordenes clara de...

—Y me llamo Lia, no señora—aclaro, cortando su repetición sin sentido de las ordenes de Hudson.—¿Estamos claros?

El deseo de sentirlo más como un amigo y no como su jefa, arde dentro de mí. Vengo de un hogar demasiado pobre, no puedo acostumbrarme a estos lujos como el tener un guardaespaldas, algo que para Hudson es normal.

Kurt me observa fijo durante unos segundos, hasta que finalmente suspira.

—De acuerdo, Lia—se rinde.

Sonrío demostrándole que hablo en serio, pero creo que le va a llevar tiempo acostumbrarse a esto ya que no corresponde mi acto.

Me lleva al estacionamiento donde se adelanta y abre la puerta de una camioneta negra con los vidrios polarizados.

—¿Y esto?—pregunto con el ceño fruncido. —No recuerdo que Hudson tenga una camioneta.

—La compró para que se movilice, Lia—me informa Kurt, sorprendiéndome. ¿El comprarme una camioneta no es algo que se deba decir? Kurt me espera con la puerta abierta, y me apoyo en su mano para poder subir pues bastante alta.

Entre Sábanas de Seda (AQS #1)Where stories live. Discover now