You don't know.

Capitulo 4.

1 de marzo, 2017. 

Entre al apartamento con la mochila llena de dinero, mi madre estaba sentada en el sillón mirando su telenovela favorita y comiendo bocadillos que yo había comprando en la mañana, ella me miro y sonrio alegre para luego ponerse sería. Se levanto rápidamente del sillón y camino hacía mi tomando mi rostro con sus manos mirando mi labio roto, la noche antes ella me había golpeado con bate de béisbol hasta que me dejo inconciente y me tiro hacía afuera del apartamento, Justin como casi todas las noches desde nuestro acuerdo, me había sanado las heridas y dado de comer hasta que me sentí mejor. 

- ¡te he dicho tantas veces que no andes en lios!- me reto y me reí estupidamente- 

- fue un pequeño accidente- le dije siguiendo la corriente- 

Mi madre no recordaba nada cuando tomaba alcohol, y casi siempre al siguiente día era así, ella pensaba que su hija era problemática y que ella era una madre responsable, aunque era consiente de ser alcoholica jamas le había mencionado una palabra de lo que hacía cuando llegaba a casa, era depresiva y decirle eso la rompería completamente. 

- Ya pague la renta mamá y te compre un regalo- le dije abriendo mi mochila y sacando de entre los billetes una cadenita con una cruz- 

- Cariño no soy ninguna boba ¿de donde estas sacando ese dinero?- me pregunto demandante poniendo sus manos en la cintura- 

- Conseguí un buen trabajo en un restaurante, la propina es muy buena- le mentí y sonreí mientras sacaba la cadenita de la caja- 

- ¡Ay mi amor! eres la hija mas perfecta que pude haber tenido- dijo poniendo la cadenita sobre su mano- es hermosa, muchas gracias bebe- me dijo y me abrazo. 

- Te voy a preparar un jugo de frutas, aprendí a hacerlos- le dije separandome de ella- 

- eres tan dulce... 

Ella se coloco la cadenita y volvió a sentarse en el sillón con los bocadillos sobre sus piernas, sonreí pensando en lo lindo que sería que mi madre fuera así las 24 horas y no solo por el día. Camine hacía la cocina y tome un par de naranjas para luego exprimirlas sacando dos vasos de jugos, tome aire antes de hacer lo que haría y saque el polvo de la mochila. Lo eche en el vaso de mi madre y revolví hasta que se disolvió. Escopolamina, mejor conocida como la droga de la violación, ya no soportaría a mi madre otra vez borracha y aunque me doliera en alma, la drogaría. Camine nuevamente hacía la sala y me senté junto a ella entregando el vaso, ella sonrio alegre y enseguida le dio unos sorbos para decir que estaba "delicioso". Al cabo de una hora sus ojos comenzaron a cerrarse y ella ni siquiera lo noto, la noche comenzó a caer y fue cuando ella se quiso poner de pie pero cayo dormida. Deje mi vaso sobre la mesa ratonera y la levante a ella hasta dejarla acostada en el sillón, me quede observandola y la tape con una frazada, bese su frente y susurre cerca de ella "lo siento", jamas había echo esto y mucho menos a mi madre, sin embargo esa droga había sido usada en mi por uno de mis padrastros que abuso de mi por dos años, quien quito mi virginidad y un día solo se desapareció de nuestras vidas, aun pienso que debe estar en prisión o muerto. Mi madre se volvio loca luego de su desaparición y, también me culpaba por eso. Ingerí dos de mis pastillas tranquilizantes y camine hacía mi cuarto, moví la alfombra y levante las maderas del piso para colocar todo el dinero que Justin me había entregado. Al cabo de 20 minutos la puerta del apartamento se abrió y Justin entro en el, observando todo a su alrededor y sonriente, como siempre. Mordí mi labio caminando hacía el y le sonreí alegre para luego lanzarme sobre el enredando mis piernas a su alrededor, las pastillas habían comenzado a hacer efecto en mi y mi cuerpo se sentía como en el aire, todo dormido. 

- Tomaste esas pastillas otra vez- me dijo bajandome de el - 

- ¿porque no me tocas?- le pregunte, no era la primera vez que intentaba tener sexo con el y me ignorara de tal forma- 

- Porque no soy un aprovechado - me tomo del mentón - Tu no eres así - aclaro.