3. Hogar, dulce hogar.

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Estábamos acabando de recoger las cosas de la comida entre Miriam, Ricky, Raoul y yo, ya que mis tíos se habían encargado de todo con la ayuda de Mireya y Nerea. Durante la comida nos habíamos puesto al día más o menos entre todos, habíamos hablado de mi día a día en Londres, de las clases de baile, del inglés que era algo que ya dominaba, del tema personal aunque no había querido hablar demasiado delante de mis tíos, después ya comentaría los por menores con Raoul y los demás, lo único que había contado es que la relación que tenía con Patricia, de la cual les había hablado, no había salido bien y lo habíamos dejado, y que estaba soltera y quería disfrutar de eso este verano. Raoul y Nerea comentaron que al año que viene sería su primer año de instituto y que les hacia ilusión pero a la vez iban a echar de menos el colegio. Miriam estaba en su 4º año de arte dramático y había hecho algún casting pero no había tenido suerte de momento. Mireya estaba en 3º de periodismo y se le veía feliz y Ricky, acababa de hacer la selectividad y lo único que quería era desfasar todo el verano hasta que empezase la universidad, aún no habían salido las notas oficiales pero intuía que la cosa había ido bien, su sueño era entrar en enfermería compaginando clases de canto.

Una vez habíamos acabado de arreglar todo, fui a mi habitación a deshacer la maleta y acabar de ordenar las cosas. Ricky y Raoul tenían una habitación para ellos, al igual que Mireya, Miriam y Nerea. A mi me habían preparado la habitación de invitados, que era digna de hotel. Tenía sofá, televisión, una minicocina separada por una barra de bar, aseo y una cama de matrimonio gigante, era una pasada. Me sentía mal por dormir sola y que todos los demás compartiesen habitación, pero mis tíos habían insistido en que fuese así y la realidad es que las habitaciones de los demás también eran increíbles.

Mientras estaba metiendo la ropa en el armario, Ricky me hacía compañía junto con Miriam y Raoul que estaban sentados en mi cama.

Ricky: - Mimi nos vas a contar ya lo que ha pasado con Patricia? Porque por lo poco que has contado, no parece que haya sido tan bonito como lo has pintado y la última vez que hablamos y seguías en Londres, se te oía feliz.

Mimi: - ¿Que queréis que os diga? Estaba muy ilusionada con ella y sabéis que desde que pasó todo lo que pasó me costó un mundo volver a abrirme con la gente y ella fue con la primera persona que lo intenté poco a poco

Miriam: - Si, lo sabemos, que sobre todo los primeros meses allí fueron difíciles para ti y nos dolió que no nos dejases ayudarte o acompañarte aunque fuese al principio.

Mimi: Suspiré. – Sabéis que os lo agradecí y os lo agradeceré siempre pero era algo que quería afrontar sola y que pensaba que podría pero me esta costando más de lo que imaginaba y no quería arrastrarte a ti también Raoul, se que no lo entendéis y que no os he contado todo, y os pido perdón por ello, sobre todo a ti hermano-. Miré a Raoul. - Cuando este lista hablaremos de todo lo que quieras saber.

Raoul: -No te preocupes, al principio no estuve de acuerdo, es verdad que lo pase mal también pero me hubiese gustado que lo afrontásemos juntos. Pero no te voy a juzgar hermanita, cada uno lleva las cosas de una forma. Sabes que me tendrás siempre que quieras, al igual que tu haces con cada problema que he tenido sin importar que estuvieses en Londres-.

Mimi: me acerqué a abrazar a mi hermano. – Como he echado de menos apretujarte – y empecé a hacerle cosquillas como cuando éramos pequeños. Raoul no paraba de reírse y Miriam y Ricky se unieron a la guerra.

Raoul: -Parad! Os estáis aprovechando de que soy el pequeño. Si estuviesen Nerea y Mireya os ibais a enterar...Nerea, Mireya! Ayudadme!

Empecé a reírme porque estaba segura de que no le iban a oír pero le dejamos tranquilo y decidí contarles todo lo que había pasado con Patricia, lo de la infidelidad con mi mejor amigo y que sentía que no podía volver a confiar en nadie. Ellos alucinaron porque todo lo que les había contado de Patricia hasta la fecha no les hacia sospechar para nada de que la historia acabaría así y menos que mi mejor amigo en Londres, Luis, me pudiese hacer esa putada.

Volver a vivirWhere stories live. Discover now