2. Hola Valencia

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Nada más salir de recoger la maleta me encontré con mis primos Miriam y Ricky y mi hermano Raoul, el cual se lanzó como loco a abrazarme. Llevábamos sin vernos casi un año, aunque intentábamos hablar semanalmente por Skype, pero el tema de nuestros padres era un tema tabú que evitaba hablar con él, aunque muchas veces me había intentado sacar más información de lo que paso aquel día. Me sentía culpable por no poder contarle todo y sentía que de por vida me acompañaría este remordimiento de conciencia. Había intentado hablarlo con alguien, incluso mis tíos habían intentado que yo me abriese pero la solución ya la sabéis, y fue huir para intentar dejar todo atrás. Era como que todo aquello estaba enterrado en algún lugar de mis pensamientos pero no dejaba de atormentarme. Me encantaba volver a reencontrarme con todos ellos porque les había echado mucho de menos pero a la vez sentía pánico si se volvía a tocar el tema. Esperaba pasar un verano tranquilo, disfrutar de la compañía de los que quería, olvidarme un poco de los últimos acontecimientos en Londres con mi ex y mi ex-mejor amigo y luego ya volver a Londres y seguir disfrutando de bailar, que era lo único que me hacia desconectar y ser feliz en estos momentos de mi vida.

Raoul: - Mimiiiiiiii! Te he echado muchísimo de menos. Como esta mi rubia favorita? Te has enterado que Beyoncé viene este verano a Barcelona de gira. Tenemos que ir-.

Miriam: - Ellaaaaa, que no pierde el tiempo y ya quiere que le invites a ver a Beyoncé-.

Ricky: - Pues más te vale que cambies el viaje que tienes con Pablo y vayamos todos. Beyoncé es una reina, no más que mis queridas Spice Girls, pero tenemos que ir a verla. Mimiiiiiiiii! Como te echado de menos. Sólo tu entiendes mi humor indignado. Además tu hermano Raoul últimamente me hace preguntas muy extrañas. Tenemos que hablar-.

Raoul: -Ricky!!!que hablas??-.

Ricky: - Te acuerdas de Agon...?-. No le dió tiempo a acabar porque Raoul le había dado una colleja.

Raoul: - Te quieres callar-.

Mimi: -Iyos, no habéis cambiado nada. Ya me contarás bien todo, hermanito. Como os echaba de menos. Lo de Beyoncé ni lo dudéis. Necesito que hagamos muchos planes juntos, disfrutar de vosotros y desconectar un poco de Londres para volver con las pilas a tope. Por cierto, dónde están Nerea y Mireya y vuestros papis?-.

Miriam: -Nerea y Mireya me han dicho que se quedaban arreglando tu cuarto. Ellass!!que quieren que estés a gusto y convencerte de que no vuelvas a Londres después de verano. Y mamá y papá se han quedado preparando la comida, que vas a flipar!!-

Mimi: -¿Comida especial de bienvenida?-

Ricky: -¿Que es una vuelta a casa sin una buena paella? a leña y todo. Como se nota que vienes tú, que te tienen mimada. Si fuese por ellos me habrían echado de casa-

Miriam: -Que dramática eres Ricarda, si eres el ojito derecho de mamá. Te tienes que quejar por todo. Aquí las que más apechugamos somos Mireya y yo-

Raoul: -Es que sois las viejas de la casa. ¿Que queréis?. Bueno ahora que está Mimi aquí, las más viejas sois Mimi y tú – decía Raoul mientras Ricky y él no paraban de descojonarse de nosotras.

Mimi: -Luego bien que nos pedís consejos. No tenéis arreglo-

Como echaba de menos todo de aquí, el olor nada más salir del aeropuerto acompañado de la brisa que recordaba y me transportaba a aquellos veranos todos juntos en la playa, el volver a reunirnos y sobre todo reencontrarme con mi hermano. Volver a abrazarles y sentirme como en casa, oírles picarse y que me picasen a mi. Todo aquello había instaurado una sonrisa en mi cara desde que había aterrizado y lo que tenía claro era que quería disfrutar cada momento que estuviese aquí con ellos. Es verdad que notaba un vacío, pero era algo que estaba superando poco a poco y que mi hermano seguiría llevando también seguramente por dentro. Sabía por mis tíos que él tampoco lo había pasado bien y que le habían ayudado bastante. Me sentí fatal por no haber sido un gran apoyo para él en ese tema, no podía ayudarle, seguía con mis fantasmas respecto a aquello y jamás podría devolverles lo que habían hecho por Raoul. Eran la mejor familia que podríamos tener.

A medida que recorríamos las calles desde el aeropuerto hasta la casa de mis tíos más cálida era la sensación. Vivían en una urbanización situada delante del mar que era una pasada y estaba en una zona bastante pija, pero la verdad es que la mayoría de los vecinos eran muy agradables y más o menos de la misma quinta de mis tíos y con hijos de nuestras edades.

Nos encontrábamos en la Volswagen T1 de Miriam, a punto de llegar a nuestro destino. Ricky había puesto a las Spice Girls mientras peleaba con Raoul porque quería poner el último temazo de Lady Gaga. Miriam y yo nos mirábamos con cara de circunstancias a la vez que sonreíamos comunicándonos con la mirada que a pesar de la distancia y los años el vínculo que teníamos como familia nunca cambiaría. Ojalá conseguir abrirme más con ellos para volver a ser más parecida a la que era antes.

Después de 10 minutos me encontraba abrazándome a Nerea y Mireya que al oír el coche habían salido de casa a toda prisa y mientras veía a mis tíos acercándose y sonriendo también.

Noemí: -Mimi. Que guapa estás. Pareces una actriz de Hollywood. Londres te ha sentado bien, aunque te veo muy delgada. Esta semana te vamos a preparar un buen puchero-. Ya podía explicarles que comía bien pero que no paraba de bailar y que seguía igual que siempre...pero era lo típico que ocurría en todas las familias.

Manu: - Tu tía tiene razón. Estás guapísima, pero te has quedado en los huesos. Menos mal que hoy te he hecho una buena paella. Eso en Londres no se come. Ven aquí que te de un abrazo. No veas como te hemos echado de menos. Eres mi compañera preferida de Poker, tu hermano y Ricky no tienen ni idea y pasan de aprender. A ver cuando organizamos una buena-.

Noemí: - Anda que acaba de llegar y ya estas pensando en eso...La comida está lista, mientras tus primos terminan de ayudarme que tu tío y Raoul te acompañen a la habitación con las cosas-.

Mientras Raoul y Manu llevaban las cosas a mi habitación me encargaba de meter el coche en el garaje de casa. Estaba a punto de entrar al chalet cuando la vi. Se encontraba sentada cerca de la puerta de la casa de enfrente hablando por teléfono. Parecía que estaba discutiendo con alguien, aún así estaba guapísima. Espera...no podía ser. La casa de enfrente era la de los Guerra, me acuerdo que jugábamos con ellos de pequeños. Tenían tres hijos: Agoney, Aitana y Ana. Parecía que aquella chica era Ana, pero ¿que había pasado con ella?. De pequeña era increíble y me encantaba hacerle rabiar para llamar su atención de alguna forma; pero es que ahora era preciosa. Nada tenía que ver con aquella niña. Dejé de mirarla y entré en casa porque sentía que estaba invadiendo su privacidad y  además, no quería que me viese con estas pintas.

- Creo que este verano me va a hacer replantearme muchas cosas

Volver a vivirWhere stories live. Discover now