Invierno

Mas unidos que nunca.

-¡¿Que rayos está pasando aquí?!.
-Leah, déjame hablar.

Alce mi mano y poco a poco me acerque a Leah, tratando de no mostrarme agresiva.

-¡No!, ¿Es que acaso me tomas el pelo _____?, ¿Mi hermano?, ¡¿De tantos chicos tuvo que ser mi hermano?¡.

-Sabes que no lo controlamos.
-¡Y un cuerno!, ¿sabes cuántos años tiene?.

-Lo sabe con mucha claridad, esto es cosa de ambos Leah, no te metas.

Seth se planto delante de mí, tratando de alguna manera protegerme.

-¡Tú no digas nada!, Hablaré con Tigo después.

Leah se acercó de poco a poco a nosotros.

-Leah, hermana...

Me asome solo un poco para notar como Leah poco a poco irradiaba vapor

-No soy tu hermana

-tampoco tu enemiga, vamos, solo hablemos, no debes transformarte aquí, sabes que destruiras la casa

Trate de que mi voz fuera lo más dulce posible, por un momento su expresión de suavizó.

-Bien, hablemos.

Camino hacia nosotros, tomo a Seth de su fino suéter y lo lanzó a la cama.

-Afuera.

No me dió tiempo de reaccionar, Leah tenía una mano en mi nunca doblegandome, me llevo por toda la casa, escuché la voz de Sue y la de Harry preguntándose el que había pasado y pidiéndole a Leah que me soltará.
De un momento a otro nos detuvimos y escuché como Leah abría la puerta trasera y me sacaba de la casa para después lanzarme a la yerba.

-Es mi hermanito de la persona que estamos hablando, me has visto la cara todo este tiempo.

Con dificultad me levanté y me puse en guardia.

-Lo único que quiero es protegerlo, estar a su lado, no es ningún juego como Sam o los demás chicos.

-Lo mismo dijiste de los otros chicos, que no eran ningún juego y siempre terminadas lastimandolos, como Sam por ejemplo, sabías que me gustaba, cuando te desiste de el yo estuve ahí para levantar los pedados que dejaste.

Denuevo Leah comenzaba a arder.

-Crei que Sam era mi impromano, jamás quise lastimarte, pero con Seth es diferente, lo cambia todo, te juro que Seth no es un juego.

-¡Leah basta!.

Grito Seth desde la puerta donde Harry lo tenía agarrado para que no se enfrentará a nuestra pelea.

-Leah por favor detente, podemos hablar de esto.

Sue habló, tratando de calmar las cosas.

-Leah te juro que si la tocas te odiare por siempre.

Amenazó Seth quien se revolvía como gusano en los brazos de Harry.

-Leah por favor...

Suplique, no tenía la fuerza para que mi otro yo estuviera presente, no estaba enojada, estaba asustada, asustada por pensar de que tal vez perdería a Leah para siempre.

-No me interesa.

Leah se inclinó hacia delante, su piel y su ropa se desgarraron y estás dejaron ver el pelaje grisáceo de su otro yo.

Mostró los colmillos y gruño para después abalanzarse sobre mi, por suerte la esquivé a tiempo, ella se paró en seco y giró de nuevo para enfrentarme.