Sonara raro.

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-¡Estás loca!, ¡Te dije que esperarás que tal si ese maldito te hubiera echo algo!.

Sam estaba euforico, se le saltaba una vena del cuello y otra en la frente.

-¿Qué esperabas?, ¿Qué me quedara viendo como el chico sería destrozado?, ¿Por que no piensas en Leah?,¡Es su único hermano!.

Me tomo por los hombros y me pego a la pared.

-¿Qué no entiendes?, Fue peligroso,soy tu Alfa tu respondes a mi órdenes.
-¡No, ya no más, y tú sabes muy bien la razón!, Era mi impromano el que estaba en ese campo!.
-¿así piensas ahora eh?.

Sam me soltó y rasco su nuca enojado,soltó un gran suspiro y me miro.

-El chico ha estado inquietó, me lo ha dicho Harry, lo van a sacar de la escuela para que estudie en casa, y sabes que, yo no lo voy a capacitar, esa será tu tarea y tú penitencia por desobedecer mis órdenes.

Sam me apunto con su dedo índice.

-¡Yo ya no sigo tus órdenes!.

Sam se giró furioso y pego con ambos puños en la pared, escuché la madera crujir y me miro fijo.

-la próxima vez el puño no estará en la pared.
-pudrete Sam, tu ganas, le enseñaré.

Enojada quite uno de sus brazos y salí fuera de su casa.

~

Fuí directo a su casa, Leah no estaría en casa y Sue y Harry me conocen muy bien.
Solo que no encontraba las palabras necesarias para advertirle y no sabía cómo explicarle.

Mientras caminaba me dispuse a pensar en las palabras exactas y que no sonará loco.
-hey pues, ¿recuerdas aquellas cosas que viste en el bosque?, Eramos nosotros en forma de lobos, ja lo sé raro ¿no?.
Agh no no, es incoherente.

Toque las puerta de cristal, Sue me recibió con un abrazo, Harry estaba en su comedor leyendo el periódico y tomando café.

-¿Quieres un café ____?.

Sue regreso a la cocina, estaba cortando algo.

-muchas gracias Sue pero vengo por Seth
-esta atrás, me imagino que Sam te mando.
Harry me miró con expresión sería.
-Así es Harry.
Suspiré
-así es

El jardín trasero tenía un árbol grande y todo estaba cercado por unos arbustos los cuales Seth estaba arreglando con unas tijeras de jardín.
Llevaba un suéter rojo y los pantalones grises.

Nerviosa me acerque y no había ni siquiera caminado tres pasos cuando volteó.
El sonrió, dejo las tijeras de lado y corrió a abrazarme, era apenas centímetros más alta que el por lo cual su cara quedaba justo en mi cuello, fue la mejor sensación que tuve en toda mi vida, olía a vainilla y a césped recién cortado, cerré los ojos disfrutando el momento, entonces me soltó y miró extraño.

-Lo siento fue, un impulso.

Se alejó lo suficiente para darme espacio, me sentí mal, quería abrazarlo solo un poco más.
Enfócate _______.

-entonces, ¿Cómo estás?.

Respiró profundo y metió sus manos a los bolsillos del pantalón.

-Bien, eso creo, es solo que, últimamente eh estado raro, no se es como algo dentro de mi, oh y, ¡¿que crees?!.

Depronto se acercó a mí, estábamos casi rozando la nariz y susurro.

-vi a los osos.

Mi corazón no dejaba de palpitar, memorise cada centímetro de la quijada y cuello de Seth poniendo atención a todos los movimientos que hacía su cuerpo.

-Bueno, no eran osos, eran como perros, enormes.

Entonces mi atención fue hasta sus ojos, era necesario que fuera ahora.

-Si, sobre eso.

Di unos cuantos pasos hacia atrás y mordí mi labio inferior, Seth me miró extraño.

-Yo, tengo que contarte algo.

Estaba nerviosa, mi corazón palpitaba, sudaba frío, mis manos estaban frías y sobre todo sentía un agujero en mi estómago.

-Hay una historia, tal vez la recuerdas la contaron en la fogata aquella noche.

Mantuve la cabeza gacha y mis manos en los bolsillos de mis jeans.

-Sobre que los quileutes somos descendientes de lobos, algunos de la tribu se transformó por que tenían los genes, protegían a la tribu de los fríos.

-Recuerdo la historia pero no sé a qué te quieres referir.

Con el poco valor que tenía lo miré directo a los ojos.
Una idea loca paso por mi mente, no lo pensé dos veces, suspiré frustrada.

-Bien, te mostraré.

Me quite el fino suéter que tenía, Seth no entendía lo que pasaba he hizo una cara extraña con una sonrisa cuando me comencé a quitar las botas.

-¿Qué estás haciendo?

-No hay otra manera de explicarlo y si trato de hablarlo de mi boca saldrán solo estupideces.

Me quite la camisa, Seth se sonrojo y bajo la vista.

-Wowowowo, _______, ¿que estás haciendo?.
Se rió nervioso, solo por unos instantes alzó la vista, me desabroché el jean y fue ahí donde se asustó más.

-Okey, esto ya no es gracioso, puedes ponerte la ropa por favor, mis padres están dentro de la casa, si te ven así...

Note como miró con detenimiento la tinta negra que estaba en mi lado izquierdo.

-Lindo tatuaje, ¿no?.
Dije y lleve mis manos a el broche de mi sujetador y me lo quite.

Seth ahora sí estaba muy asustado, tanto que puso ambas manos en su cara.

-¡Santa madre!, ¡Por dios _______!,¿Qué tal si llega Leah?, Por favor vístete.

-No hasta que veas esto.

Cerré mis ojos, regularice mi respiración y obligue a mi corazón a estabilizarse, sentí como el pequeño tirón de mi espalda fue creciendo poco a poco llenando todo mi cuerpo y entonces cuando volví a abrir mis ojos, Seth estaba en el piso, mirando asombrado y con un poco de miedo en sus ojos.

-¿Qué...que rayos?.

InviernoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang