Yue, había dicho "Yue" ese hombre. Touya se aferró con más fuerza al sillón como si la conexión se fuera a perder si no lo hacía. Sabía seguro que el hombre mayor debía ser el padre de Clow, Jonathan... pero qué tenía que ver Yue, qué le había pasado. Touya se tensó, un sentimiento protector lo invadió, quería saber qué le ocurría a Yue, pero obviamente sabía que este no era su tiempo y ni siquiera el guardián lo conocía.

Siguió observando con el ceño fruncido la escena frente a él. Jonathan había vuelto a su asiento. Clow, no había dicho palabra en todo el rato que llevaba allí, simplemente bebió de un trago el whisky que quedaba en su vaso, tensando la mandíbula por el amargor del alcohol mientras cerraba los ojos con fuerza. Su padre, tampoco había vuelto a hablar seguramente esperando una respuesta de su hijo. Touya en cambio estaba empezando a impacientarse de tanta tensión silenciosa.

"Simplemente parece tan... temperamental, me preocupa", admitió al fin Clow. Touya vio desde su perspectiva, cómo estaba intentado ser sutil pero su cara reflejaba un profundo dolor. Lo vio toser discretamente detrás de su mano, parpadeando varias veces intentando contener algunas lágrimas.

Seguramente el padre de Clow, frente a él, no estaba viendo el estado de su hijo, pero Touya lo tenía justo debajo y jamás se hubiera esperado contemplar tal momento. En ese momento, aún no sabía qué le había pasado a Yue, pero ver al mago en ese estado le hizo sentirse bastante incómodo, no sabía en qué momento había sucedido pero... estaba viendo claramente a su padre reflejado en el hombre que tenía debajo.

"No me preocuparía hijo. Déjalo enfadarse, gritar un poco, y tranquilizarse por sí mismo; él está pasado por mucho, ustedes dos lo están...".

"Yo solo... no creo que sólo esté enfadado. Esta no es la forma habitual de Yue de decirme que está molesto... eso normalmente involucraría pequeños detalles en su comportamiento, pero no... esto". Su padre soltó una risita detrás de su vaso, sus ojos azules brillaban al recordar la cara de su hijo ante la reacción de Yue hacía una hora. Touya se moría de ganas por saber qué era lo que había pasado... estaba preocupado por Yue, pero la risa del señor Reed lo desconcertó. "Parecía... nervioso. Asustado".

Su padre asintió, escuchando en silencio. "Bueno, por supuesto que está nervioso" hizo una pausa para observar a su hijo que permanecía con la mirada fija en el vaso vacío. "Ambos lo están. Él nota tu nerviosismo y sabe por lo que es... " en ese momento Clow levantó la mirada con incredulidad y Touya se estaba desesperando por la falta de información.

Clow no respondió, simplemente en su intento de ocultar su nerviosismo le volvió a dar otro trago a su vaso prácticamente vacío. "¡Bueno, él debería simplemente decírmelo!" dijo al fin algo irritado más para sí mismo que para su padre. Suspiró. Bajó la mirada hacia los hielos solitarios del vaso que repiquetearon cuando estiró el vaso para que su padre lo llenara de nuevo.

"No... bueno... yo debería saberlo de todos modos" rectificó en voz baja, mirando su copa llena nuevamente. Aún no era capaz de mirar a su padre. Se sentía... extraño, honesto, algo abatido y casi avergonzado, y Touya era capaz de percibirlo desde su posición.

Touya suspiró, no sabía en qué año estaban pero sabía que cuando Clow creó a los guardianes ya era bastante viejo (para un humano normal), un mago que superaba con creces a cualquier otro, pero delante de él estaba viendo a un hijo buscando a su padre para recibir apoyo, consejo y orientación. Al igual que él, veía a un hijo que admiraba a su padre y a pesar de no poder contarle todas sus preocupaciones lo tenía ahí en el momento indicado para pedirle ayuda.

"¿Crees que debería subir y hablar con él primero?" Touya volvió a prestar toda su atención en Clow, si se iba... él iba a tener que quedarse allí plantado agarrado al sillón.

"¿Qué? No, demonios no. No esta noche al menos." dijo su padre, dirigiéndose lejos de esa idea rápidamente. "Mañana, sin embargo, sí. Haz algo bueno por él. Y solo escúchalo, maldita sea. Caminas tanto con la cabeza en las nubes, Clow, y te pones tan ocupado con los caprichos que actúas antes de pensar a veces".

"Maravilloso consejo de un hombre que me dio una bofetada tan pronto como entró por la puerta de mi casa", Clow se sonrojó oscuramente. Su padre bajó su copa y señaló con un dedo firmemente en la dirección de su hijo.

"Clow Alexander ni siquiera comiences", dijo con una pesada advertencia en su voz. "Sabes lo que sentía por ese chico el día que lo conocí. Pusiste demasiado empeño en él, y solo estaba protegiendo a Yue" hizo una pequeña pausa reflexiva "¡Maldito seas! ¡Y otra vez vas a huir!".

"Pasé 3 años planificando su creación, padre, y toda una vida deseándolo, no fue un capricho", Clow trató de defenderse, pero podía sentir sus hombros cayendo un poco bajo el regaño de su padre. "Y... no estoy huyendo. Debo ir".

Su padre negó con la cabeza, rubios mechones cayeron sobre sus hombros. "Clow, ya sabes a qué me refiero. Lo hiciste hermoso porque pudiste, humano, porque pudiste. Y él te necesita, más que los demás, y no estabas preparado para eso, lo sé mejor que nadie. Vi lo débil que se sentía sin ti, y no sabías que eso pasaría" hizo una pausa para mirar a su hijo al que cada palabra le estaba sentando como una puñalada "y ahora vuelves a decirle, tan deliberadamente, que os volvéis a Japón...".

Touya estaba estático como nunca lo había estado en su vida, no se atrevía ni a pestañear, incluso tuvo que recordarse que debía respirar. Jamás pensó escuchar esas cosas... realmente quería saber qué le había pasado a Yue. Aquella vez... ahora, por lo que había podido entender... el guardián no quería simplemente ir a Japón.

"Suenas como Kerberos" escucho Touya decir a Clow en un susurro. Volvió a mirarlo incrédulo con un deje de sonrisa. Eso era una reacción algo infantil para un hombre de su estatus. Ahora Touya estaba algo más relajado y dudó unos segundos antes de soltar una de sus manos que le permitiera situarse al lado del mago y observar mejor.

Clow deshacía el nudo que ataba su cabello nerviosamente, mientras su padre lo observaba con una sabia sonrisa. "Él es la voz de la razón en esta casa de locos, y el único capaz de decirte lo idiota que llegas a ser a veces, hijo". Touya intentaba aguantarse la risa, no sabía si lo iban a oír si hacía ruido, por ahora solo tenía claro que no lo veían. Se sentó en el suelo junto al sillón y junto a Clow, mientras se aferraba al brazo del sillón. A pesar de la preocupación, se lo estaba pasando bastante bien.

"Lo hice a tu imagen y semejanza, padre" dijo a modo de burla. Pero tanto Touya como Jonathan sabía que lo estaba diciendo, en cierto modo, totalmente enserio. Touya no conocía al señor Reed, pero en el rato que llevaba ahí se había percatado de la voluntad bulliciosa que compartían él y el guardián solar.

"Bueno, Kerberos tiene razón; siempre ha sido bueno cuidando a su hermano menor, Clow, que es todo lo que trato de hacer. Cuidado con Yue ... lo quieres, y hace tiempo que entiendes lo que significas para él, emocionalmente, mágicamente ... No estoy aquí para decirte nada que no sepas, solo pienso que podrías hacerte recordar de vez en cuando, hijo, que Yue te necesita mucho más de lo que un hijo necesita a su padre".

Touya y el pasado de Clow ReedKde žijí příběhy. Začni objevovat