Alfombra Roja

1. El viaje

Estaba totalmente emocionada, nunca me lo hubiera imaginado; había ganado un viaje y una entrevista para la premier de la película... No cabía en mí misma, todo era emoción, todo lo que sentía eran mariposas en el estómago, esperaba no desmayarme ante la presencia de mi ídolo, mi amor platónico, Thomas William Hiddleston.

Me preparé para hacer el viaje...

Un programa de televisión hizo un concurso en el que había que hacer varios retos para poder ganar ese pase, el cual por azares del destino ¡Yo lo había conseguido!  Ahora tendría la oportunidad de tener 15 minutos con mi ídolo y hacer un par de preguntas para el canal; me llevarían a Londres y estaría ahí dos noches; todo era un espléndido sueño.

El viaje fue todo lo normal que se podía esperar, pero mis intensas ganas de verlo, hacían que temblara de emoción como si fuera un cachorro Chihuahua, mi primer viaje a otra parte del mundo, sola. Al hacer el check in en el hotel, me indican en recepción que una persona de imagen me acompañará, señalando a una chica que está hablando por  teléfono y que a pasos agigantados se acerca a mi, me dice que su nombre es Susan, me roba (prácticamente) un saludo de mano y me acompaña sin dejar de hablar por el móvil, no pongo mucha atención en su conversación, yo estoy embelesada con la magestuosidad del hotel.

Dejo mis cosas en la habitación, hago una breve escala en el baño, mientras Susan en un tono bastante "mandón" para mi gusto, me indica que tenemos que ir a buscar mi atuendo para la  entrevista y un vestido para la alfombra roja, - Tenemos el tiempo medido y ya sabes que aquí todo es puntualidad - remarca Susan señalando su reloj, a la par que salgo del baño.

Llegamos a la primera parada y se nota que ese es su trabajo, me da varias opciones pero me pregunta si llevo alguna tanga - ¿Perdón? - la miro con los ojos muy abiertos, realmente me sorprende su pregunta.

Susan es mexicana (creo que es Susana pero tiene mucho tiempo viviendo en la Gran Bretaña, supongo que por eso se hace llamar así) -¿Cómo dices Susan? - vuelvo a preguntar con un poco de pena, -¿Qué clase de lencería traes? Si no traes la lencería correcta puedes echar a perder todo el look, por un brasiere mal ajustado, talla incorrecta, un calzón de abuela, una tanga ceñida... - Ehhh... Yo... - Susan interrumpe los monosílabos que salen de mi boca con un poco de hastío y continúa - muy bien, tengo que llevarte a una tienda de lencería saliendo de aquí, no queremos ser vergüenza a nivel nacional...- (E internacional, pienso yo).

Elijo un par de conjuntos: uno bastante casual para la entrevista: jeans, una blusa muy ajustada blanca de tirantes y un blusón verde militar, un collar con cuentas grandes de madera, unas botas tipo militar color café y tacón grueso, alto; el otro es el vestido, negro, largo, entallado y con un escote pronunciado (internamente deseo que Tom me mire el escote).

Salimos de ahí y nos dirigimos a la tienda de lencería, elijo un par de conjuntos adecuados, al ser muy bustona a veces es difícil encontrar lencería bonita y busco lo más sexy que pueda encontrar: encajes y transparencias, prendas que muy difícilmente hubiera encontrado en mi querido México.

Me llevan a un spa, a tomar un masaje, me arreglan cabello, uñas... En ese momento me siento la Cenicienta y Susan es mi hada madrina, la que ha costeado todo este sueño (bueno en realidad la televisora pero ella es quien concreta mi sueño). Son las 18:00 pero el jet lag me obliga ir a la cama, ya mañana será el gran día, aunque la emoción me embarga, el cansancio es un poco mayor.

6:30 am. Me despierto, no puedo creer que haya dormido 12 horas seguidas, el cambio de horario... Bueno, es un día fresco, pronostican lluvias para todo el fin de semana. ¿Pero que más podía esperar? ¡Es Londres!

Llaman a mi puerta y es Susan, me dice que tengo una hora para arreglarme, debemos de ir al lugar donde serán las entrevistas, tengo que estudiar y me maquillarán. En este momento los nervios me atacan y corro al baño a vomitar ¿Es real? ¿Está ocurriendo? Susan se ríe de mí y me dice con aspecto sereno - calma... Tom es un hombre encantador, si te ve nerviosa te ayudará a relajarte - ¿Qué? Hasta este momento Susan solo había estado cumpliendo su trabajo, pero ahora me revelaba algo importante, conocía a Tom y me ayudaría a pararme frente a él y no desmayarme o darme un ataque de ansiedad o... - Susan, ¿Conoces a Tom?
-¡Claro! Le he hecho varias entrevistas
-¿Como sabes que si me pongo nerviosa me ayudará?
- Por experiencia personal, me relajó y mi entrevista fue como una charla entre amigos,