Bienvenidos a la primera antología del perfil de fanfiction en español. Conformada por las 10 mejores historias, ganadoras del concurso "El amor en tiempos de Fanfic"
Esperamos lo disfruten, tanto como nosotros.
Abrió los ojos con cierta dificultad, todo le daba vueltas y sentía un terrible dolor en la parte trasera de la cabeza.
La única vez que se había sentido así fue cuando cierta chica lo dejó y trató de ahogar sus penas en alcohol.
Gimió girando y poniendo un brazo sobre sus ojos, el brillo del sol le lastimaba.
—¡Niño! ¿Estás ebrio? —Escuchó a su izquierda.
«¿Niño?» pensó con humor, estaba bien que se viera joven, pero no era para tanto.
Giró la cabeza, a lo lejos pudo vislumbrar una silueta, parpadeó varias veces tratando de ajustar su vista.
Un hombre de avanzada edad lo veía con mucho desagrado.
—¿Dónde estoy? —dijo, luego frunció el ceño, su voz se había escuchado...
—Llamaré a las autoridades, estos niños de hoy...
Miró a su alrededor, la enorme resbaladilla, columpios... El parque pingüino.
—¡Eriol! —Escuchó a lo lejos.
—¿Syaoran? —preguntó incrédulo.
El mencionado se detuvo cerca de él, jadeó varias veces antes de verlo con algo de enojo.
—Estamos en un pequeño problema —dijo con molestia.
Eriol arqueó una ceja.
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No podía creerlo, bueno, sí podía, en cierta manera no le sorprendía que lo hubiera hecho.
Miraba con asombro su reflejo, su cuerpo era tres veces más pequeño, sus facciones infantiles, era una ventaja que Syaoran viviera solo en aquella época.
Suspiró molesto, esos dos eran tan volubles... Y poderosos.
—Te dije que no les dijeras nada pero no, el gran Clow no escucha a nadie...
—No soy Clow. —Se defendió.
—No, eres un idiota.
—Respira, te estás poniendo morado —dijo con desdén.
