Lo que nunca te canté ; Shawn Mendes (Pruébalo parte 2)

Tres (Parte II).

—I wish you were her, you left out the "E", you left without me —canta Monica, y luego me da paso a mí, como si supiera todo lo que tengo que decirle a Shawn.

—And now you're somewhere out there with a bitch, slut, psychopath. I hate you; why are guys so lame? Everything I gave you

—I want everything back but you —cantamos al unísono. Dejo de ver al público y vuelvo a ver a Shawn, quien para este entonces niega con la cabeza, con el ceño fruncido. Bruce a su lado quiere reírse, pero como está a su lado prefiere quedarse callado.

—My friends tried to tell me all along, that you weren't the right one for me —Monica hace una seña con el dedo medio al público y sonríe con orgullo. —My friends tried to tell me to be strong. I bet you didn't think that I would see

—The postcard that you wrote with the stupid little note, something wasn't quite right about it —Sin miedo, lo señalo con mi dedo y todos se dan cuenta de quién está allí—. I wanna see you cry like I did a thousand times —entonces me señalo a mí misma—. Now you're losing me, you're losing me now...

Seguimos cantando juntas un par de veces el coro y dejo que Abel se adueñe del escenario con el solo de guitarra. Mientras tanto, volteo a ver a Reed, quien sonríe sin dejar de tocar la batería, asintiendo con la cabeza, mordiéndose el labio. Tengo que suspirar unas veces para relajarme al verlo de esa manera.

Cantamos el puente y el coro de la canción un par de veces más, sintiéndome mejor de lo que alguna vez imaginé. La canción acaba por fin y todos se levantan de sus asientos a aplaudir. Todos, excepto Shawn y Courtney. Incluso Bruce está gritando con las manos alrededor de su boca. Jane no sale de su asombro: intercambia miradas entre Shawn y yo, y a pesar de que aplaude y sonríe, me mira confundida.

Mónica me da un abrazo y me grita un 'gracias' en el oído. Asiento con la cabeza, eufórica, y me dispongo a bajar del escenario. Abel baja detrás de mí y cuando termino los escalones se me abalanza con los brazos abiertos. Suelto una carcajada porque todavía puedo sentir la adrenalina recorriendo mi cuerpo. Tanto así que los ojos se me inundan y quiero llorar de la emoción.

—Esa ha sido la mejor faceta en la que te he visto, Gaby —me dice. Se separa de mí y al verme el rostro niega con la cabeza—, no puedo creer lo que acabo de ver. Dije que lo hicieras llorar pero esto ya ha pasado a otro nivel multiplicado por setenta y tres. Estoy muy orgullosa de ti.

Asiento con la cabeza, todavía sonriendo, y quito una lágrima de mi mejilla con mi mano. Detrás de Abel, Reed baja corriendo las escaleras.

— ¡Estás que ardes! Tengo miedo de tocarte y quemarme.

—Y ahí va la cosa estúpida del día. Reed, realmente me sorprendes. Te superas, amigo.

—No me ofendes, sé que digo cosas estúpidas —levanta los hombros sin importancia. Sonrío sin mostrar los dientes—. Oye, es en serio, lo de allí fue increíble, no creo que vaya a olvidarme de este momento, va a quedar para la historia de Gabriela pateando traseros.

— ¿Eso también hace parte de las cosas estúpidas del día? Porque si sigues así prefiero no escucharte.

— ¿Acaso es el día de joderle la vida a Reed y yo no lo anoté en mi calendario?

Los tres reímos y él vuelve a abrazarme. Suspiro cuando ellos vuelven a subir al escenario para continuar con la noche de karaoke. Camino entre la gente que me da aplausos y vítores hasta que llego a la mesa, donde ni siquiera puedo sentarme.

— ¡Eso puedo catalogarlo como el mejor momento de tu vida! —Bruce se levanta de la silla y me abraza de forma eufórica—. Ha sido espectacular.