Una razón.

I

6:49 AM.
Un mes de noviembre como cualquier otro, ella esperaba por él, habían quedado de verse en la noche para conocerse en persona y charlar, aunque sólo llevaban hablándose al rededor de un día, ella estaba muy emocionada por verlo, por conocerle, no podía esperar, hasta que sucedió, él apareció. Se veía delgado, ojeroso, con un peinado
horrible debajo de su gorra. Ella tenía solo un short y una chaqueta, generalmente era su manera de vestir en las noches que eran de casa. Se veía como una niña tonta que no sabía qué decir, él por otro lado iba con mucha seguridad, total, él salía con su hermana, así que sólo eran dos "cuñados" conociéndose, no había razón para estar nervioso.

En cuanto llegó ella no dijo nada más que un simple "Hola", seguido de un largo silencio, así que él respondió de igual manera y le quitó un bombón que ella estaba comiendo para demostrarle que tuviera confianza, que no iba pasar nada malo con él como para tener esos silencios. Ella sonrió con una mirada tímida, y empezó a dejar de temerle a hablar. A partir de ese momento, todo fueron risas, aunque tuvieron que entrar a su casa, había comenzado a llover. Ya dentro de la casa comieron,
jugaron videojuegos, la pasaron bien, mucho la verdad para ser una primer vista en persona y menos para imaginar todo lo que vendría después.

Y así fue como poco a poco con el paso de los días ellos hablaban más y más, empezaban a apegarse mucho, cada día mas unidos, más compaginado. En ella empezaba a crecer un gusto por él, empezaba a quererlo más allá, a pensarlo mucho. Para él todo seguía igual, seguía interesado en su hermana, ella era una buena amiga, sólo eso, aunque era muy hermosa ante sus ojos.

Un día muy importante apareció de la nada, como lo típico ya, ellos estaban juntos afuera de la casa de ella sentados, pasando tiempo y hablando, y entre palabra y palabra ella le mordió un brazo, que loca. Pero algo más loco fue cuando él la miró directamente y le dijo "te reto a morderme aquí", y se señaló en los labios, ella sorprendida no decía nada, estaba emocionada, en su cara se veía, pero estaba muy nerviosa; es sorprendente como una persona tan tímida puede llegar a expresar tanto en una sola mirada. Aún con todo ese miedo dentro ella lo hizo, le se acercó llena de miedo y alegría hacia él y mordió fuertemente sus labios, justo cuando para ella todo iba continuar en un beso, él se hizo para atrás con una sonrisa picara y se quedó mirándola sin decirle nada por unos segundos, luego de eso sólo dijo "hazlo de nuevo" y ahora él fue quien se acercó y para sorpresa y alegría de la chica, la besó, ella sintió que ese momento era el mejor de todos porque claro, el chico le gustaba bastante. Para él fue especial
hasta ese momento, para el chico no significaba un beso que le cambiara la vida, pero si algo muy lindo, ya que hace mucho tiempo no daba un beso así de tierno, de suave,
de sutil. Desde ese justo momento ella había logrado impregnarse externamente en la piel del chico, cosa que no era muy sencillo, ya que para él las mujeres simplemente
significaban problemas, todos los problemas que lo habían marcado, fueron por mujeres que le fallaron cuando él dio todo. Eso él había hecho que simplemente fuese perdiendo
la esperanza en un romance, más allá de la especie de relación que llevaba su hermana. La chica tenía algo diferente, algo que la marcaba como la más especial
más sin embargo él no iba a admitirlo, sería un golpe muy fuerte en su enorme ego y orgullo.