Capítulo I

Mulai dari awal
                                    

_ Santos tenemos que hablar! _- su tono no me hace mi pizca de gracia, vaya a saber con que vendrá ahora.

_ Tu dirás mi sol.

_ Santos nuestro matrimonio no está funcionando, cada vez estamos más distanciados, eres un excelente padre y esposo lo se, pero no puedo seguir con esto, ya no quiero seguir con esta farsa y espero me entiendas llevó ya casi cinco años en una mentira, que tu me ayudaste a montar, bueno más bien fuiste una pieza de mi venganza _- estoy escuchando bien? Esta mujer esta loca! Con el la ceño claramente fruncido la observo y escucho muy atento_ Lamento que tu no lo notaras pero, yo solo estuve contigo para ver sufrir a Bárbara, aunque con eso me costo que mi cuerpo pasará por dos Embarazos donde me estaba volviendo loca, no me arrepiento de mis hijos, pero si de todo lo demás, menos la venganza, ella se merecía que le quitara algo, y que mejor que a ti el gran amor de su vida.

_ Marisela tu te estas escuchando!!! Mujer estas loca, le arruinaste la vida a tu madre a mi, sabes todos estos años te eh tenido que aguantar, tus niñerías tus locuras, tus arranques, e mentido todo este tiempo para que tu no sufrieras, para que por lo menos tu fueras feliz, y me sales con que todo era una maldita trampa, una VENGANZA! Sabes por cuanto tiempo estuve lamentando me no a ver ido detrás de la mujer que si amo
_- su cara de asombro, me dice que no se esperaba que yo aún sintiera algo por Bárbara_ Si como lo escuchas aún amo a Bárbara Guaimarán, y la voy amar siempre que tenga vida, no e ido a su encuentro solo por pensar en ti, en mis hijos, pero ya me queda claro que lo tuyo solo fue un juego, un capricho, no sabes cuanto agradezco que no este enamorado de ti!

_ Pues que bien sabes que me alegra a mi?_- la veo directo a los ojos _ que nunca la vas a encontrar! Que ella siempre estará sin ti y tu sin ella, y aún cuando la encuentres, después de sabes que tienes dos hijos con su hija te aborrecerá.

- Maldita sea, yo pase mucho tiempo castigando me a estar con esta mujer que tengo enfrente, y hasta ahora me entero de que todo era una malvada mentira. Estoy que boto humo por todas partes, todo este tiempo perdido, en el cual pude estar con la mujer que adoro, y ahora me queda más claro, ella era, es y será siempre la que sacará el Luzardo distinto que siempre quise ser, ahora me queda más claro que nunca.

   - voy hasta el closet y saco una maleta, meto unas cuantas mudas de ropa, solo lo necesario, hago todo bajo la atenta mirada de Marisela, no reconozco a esta mujer, su mirada había cambiado hace mucho, ya no era dulce e inocente, pero nunca quise aceptarlo.

_ Si lo mejor será que te vayas al pueblo o no se, donde mejor te parezca, solo puedes venir a ver a los niños_- la miro incrédulo, la veo de arriba a bajo.

_ Primero claro que vendré a ver a mis hijos, y no me voy precisamente para darle tiempo te recuerdo que esta casa es mía! Segundo no me iré al pueblo, voy a buscar a Bárbara, y Marisela te agradezco que cuando te llegue la demanda de divorcio la firmes, no quiero seguir con este matrimonio de mentira.

   - Luego de dejar a la loca de Marisela en la habitación que compartíamos hasta ahora, voy a la de mis hijos, ambos jugaban. Samuel estaba muy pequeño, pero le encantaba seguir a su hermano, Fernando tenía ya 4 años es un niño extraordinario, su rubia cabellera resalta con sus hermosos ojos azules agua. A pesar de su rubia cabellera, el pequeño tenía rasgos de su abuela, Bárbara estaba marcada en cada facción de mi hijo, eso era una de las razones que no permitía que la olvidará nunca. Menos mal nunca lo hice.

- me despedí de mis hijos y emprendí mi viaje directo a la capital. Llegue a la ciudad poco más de la 9:30, estaba muy cansado y tome un taxi para ir a algún hotel, ya ahí reserve una habitación. En cuanto estuve en esta caí rendido apenas toque la cama.

- Me despierto muy temprano, me doy una ducha rápida, me acomodo y salgo sin rumbo alguno por las calles, no tengo ni la menor idea de donde pueda estar mi fiera, pero tengo una extraña sensación de que esta acá en la capital. Después de tanto caminar me encuentro en el centro comercial a donde la traje cuando vinimos juntos. Todos los recuerdos invaden mi mente, y más aún cuando veo la heladería. Paso mis manos por mi cara con gran frustración, necesito encontrarte mi vida. Recuerdo todas las cartas que estos últimos años te escribí, cada día, todos las mañana en nuestro lugar, la posa de los suspiros. Necesito que leas cada una de ellas, estoy seguro que ellas me ayudarán si no quieres saber nada de mi.
Necesito respirar aire fresco y decido ir a un parque, ya después optaría por ir a una agencia de investigación para contratar a un detective y así encontrar a Bárbara, o por lo menos su paradero.

Lazos de SangreTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang