4. DETECTIVES: ENCRUCIJADA

33. TAL VEZ SEA MOMENTO DE CAMBIAR

Igual nos odiara, matamos gente ¿lo olvidas? En algún momento eso hará que se aleje de nosotros ¡o peor aún!

Entonces dejemos de hacerlo, podemos volvernos una buena influencia para que el segundo papi Steve nos deje besuquearlo.

Tal vez le demos asco.

Tal vez solo lo tomamos por sorpresa.

Wade comenzó a considerarlo, pues ahora los tal vez comenzaban a llenar su cabeza y a darle nuevas opciones ¿dejar de matar? Podría dejar de hacerlo por dinero y solo acabar con las peores escorias del mundo.

Podría ser bueno y así su arañita le querría.

-hay una posibilidad de salvarlo, de salvarlos a todos y...-

-alto ahí, estoy dentro-lo interrumpió Deadpool después de considerarlo, encontrándose de mejor ánimo.

-¿en serio?-pregunto John incrédulo.

-sí, necesito amigos... alto espera, esa no es mi línea-se interrumpió después de darse cuenta de lo que había dicho-como sea ¿en dónde encontramos a su novio?-

-es fuera de la ciudad, pasando los Ángeles por varios kilómetros más-respondió John, comenzando a avanzar-Vision me dio la dirección, esta...-se interrumpió ante el sonido de su celular, encontrándose con un mensaje.

Era de un número desconocido, pero no tardo en averiguar de quién se trataba.

-nuestro transporte llegó-

-¿Iron man le prestó una de sus armaduras?-pregunto el mercenario con una exagerada emoción.

-esto cada vez se pone mejor-fue lo único que dijo el doctor, con cierto sarcasmo, pues el encuentro que estaba por tener, era uno en el que jamás se imaginó estar.

Al menos había comprobado que, en efecto, solo era una infantil rivalidad.

* * *

-signos vitales normales, la solución parece haber desactivado la neurotoxina-

-gracias Viernes-murmuro el doctor con cierto alivio, mirando a Holmes dormir tranquilamente, estando cerca de la puerta, apunto de salir-avisame apenas despierte-

-sí, doctor-

Un poco más tranquilo, con aquella certeza de que se iba a recuperar, Watson salió de la habitación.

Pensaba hacer una visita rápida a la cocina, pues Holmes necesitaría rehidratarse y comer algo, pues las náuseas y vómitos aun continuarían.

Con suerte, la señora Hudson se encontraría ahí y le daría algún consejo de algo comestible que pudiera llevarle al detective, de otro modo, tendría que pedirle a Viernes ayuda para prepararlo por sí mismo.

Esa clase de actividades no iban dentro de sus habilidades, pero en eso momentos, le importaba poco, Holmes le necesitaba y el deseaba que pudiera recuperarse lo más pronto posible.

También debía recordar conseguir algunas cremas, pues las heridas causadas por el cuchillo de Burrell, iban a necesitar ayuda para curarse, bastante ayuda.

Holmes sufriría bastante para tan solo tener que sentarse o caminar.

Sintió el silencio en la mansión más pesado que nunca, vació, desesperante. Solitario.

¿Dónde estaban todos? Seguramente intentando remediar lo irremediable, salvar lo que desde hace mucho estaba perdido.

No los culpaba, él estaba en la misma situación, aún faltaba mucho para que llegara el día en que se rindiera.

Una débil sonrisa apareció en su rostro al escuchar leves balbuceos y risas en la cocina, deteniéndose en la puerta apenas pudo observar a sus dos hijos, que parecían estar más que entretenidos con cierto rubio pariente de él.

Al darse cuenta de que era observado, Steve se giró de inmediato, caminando hasta el doctor, mirando con una risa a los bebés en la carriola antes de que su semblante volviera a la seriedad en que se había mantenido desde que los problemas habían comenzado a aumentar.

-¿y el señor Holmes?-

-está... mejor-Steve asintió, aunque había notado la duda en su abuelo antes de elegir la última palabra-¿y Anthony?-

-él...-comenzó a decir, negando al no poder encontrar palabras, soltando un suspiro de frustración-...creo... Isaac supo donde atacar-

-lo haremos pagar-

-lo sé pero ¿realmente lo pagara? ¿ y si hace aún más daño del que podamos recuperarnos? Tenemos más que perder que él-dijo Steve con rabia, tratando de no levantar la voz y asustar con ello a los bebés tras él.

Watson coloco una mano sobre su hombro, queriendo que supiera que lo entendía, que aquella misma desesperación, impotencia y frustración también la sentía ardiendo en su interior, robándole la respiración y la poca tranquilidad que aún le quedaba.

-no podemos seguir actuando como niños perdidos-murmuro Steve-no podemos seguir así-

-muy bien, entonces guíenos capitán, sé que tiene la experiencia para poder llevar a su equipo a través de esta difícil situación-

El rubio guardo silencio, mirando pensativo un punto en el espacio ¿Cómo saldrían de eso?

¨juntos¨

-Viernes-

-¿si, capitán Rogers?-

-reúne a todos-

-¿todos los que se encuentran en la mansión?-

-si-respondió el rubio con convicción-también llama a Clint, a Ross, a Fury, a la prensa... llama a todos aquellos que tengan un papel en esto, hay algo que deben escuchar-