Contrato (EDITANDO)

Capítulo 1.

El baile con su padre había sido memorable, de no ser porque el novio no era quien ella quería todo habría sido perfecto.

(...) caminó hasta una mesa llena de bocadillos en la cual estaba la tarta ya cortada, para su gusto era demasiado grande pero no podía negar que era muy hermosa y tenía ganas de probarla.

Cerca de la fuente del jardín se encontraban Mary y su hija Dennova charlando muy sonrientes, claramente guardano las apariencias y muy contentas de que su querida (...) fuera «ése» dinero que tanto necesitaban para resolver sus problemas.

―Esto está de lujo, el cuñado si que tiene dinero para tirar. ―Nova dio otro trago largo hasta vaciar su copa y después miró a su madre.

―Sin duda este es el negocio del año, pero tú deberías dejar de compórtarte como una despreocupada que gasta sin controlar, Dennova ―le riñó su madre pero la chica sólo puso los ojos en blanco―. En cualquier caso, ahora que Ryouta nos ha solucionado los problemas económicos de la familia podemos seguir con nuestra vida de sociedad.

―¿A qué «trato» llegó el millonetas contigo, mami?

Mary sólo le sonrió a su hija pero no dijo nada, cosa que la chica interpretó de que había muchisímo dinero de por medio. En cierto modo, se sentía muy mal por su hermana que fue utilizada como moneda de cambio por su culpa, pero gracias a eso podía seguir con su vida de fiesta así que...

No le importaba nada después de analizarlo en ese sentido.

(...) terminó su trozo de pastel y se limpió con una servilleta la boca, al darse la vuelta se topó con un hombre bastante guapo. Y daba gracias a Dios que no fue su «marido».

―Hola, me llamo Seijuro Akashi y soy amigo de Ryouta ―(...) le estrechó la mano sonriendo―. Felicidades por la boda.

Ella se obligó a sonreír al tiempo que sus ojos se encontraban con los del rubio que la veía desde el otro lado del jardín, con una sonrisa de lo más cínica observó al amigo de Ryouta.

―Gracias, no podía ser más «feliz» ―murmuró (...), casi sarcástica.

Akashi acompañó a (...) durante un rato en el que intercambiaron algunas palabras, al principio el pelirrojo le pareció intimidante pero poco a poco se dio cuenta que era una persona muy agradable.

Tanto que estaría encantada de tener una amistad duradera con él.

―Bueno, ha sido un placer charlar contigo ―Seijuro recibió dos besos en las mejillas por parte de la chica, cosa que le sorprendió un poco y por el rabillo del ojo supo que su amigo rubio le observaba―. Espero no sea la última vez, (...).

―Por supuesto que no, espero verte más seguido.

El pelirrojo se marchó dejando a (...) en medio de la multitud que la rodeaba.

La hora de tirar el ramo había llegado. ¿Quién sería la «afortunada» de casarse próximamente?

Mary se encargó de reunir a las chicas, le parecía una tradición un poco tonta pero ellas estaban emocionadas. (...) sólo quería deshacerse del maldito ramo de una vez por todas.

―Muy bien, uno... dos... ―(...) balanceaba hacía atrás el ramo, Riko y Momoi estaban en primera línea y la novia sólo esperaba que ninguna de las dos lo atrapara. No sabían de la que se salvarían―. ¡Tres!

Lanzó el ramo y las chicas chillaron al tiempo que se empujaban unas a otras intentando atrapar en el aire el ramo que voló y le dio a una chica en la cabeza que no participaba, la pobre sólo había ido a la mesa por más bebida.