Stupid Love ||Carla Tsukinami - Diabolik Lovers ||

☸Prólogo~⚕~Capitulo 1☸

La joven castaña de ojos lilas, estaba en la habitación de su novio, según para ella era eso, “novio” , aunque en estos meses, ella había cambiado de opinión, estaba admirando por última vez aquella recamara.

Dejando una carta sobre la cama, con gran tristeza en su corazón, y los sus ojos cristalizados, ella amaba tanto a Karura, con todo su corazón hasta daría su vida por él, pero ahora ese amor se estaba convirtiendo en odio, ella se había enterado de sus engaños, y decidió escapar de aquel castillo e ir con Karlheiz quien tenía un hogar mejor para ella.

Alma fue caminando lentamente a la puerta, tocando delicadamente el picaporte, volteó para mirar aquella cama de cubrecama blanco con una hermosa decoración flores, que decoraban la habitación, de las paredes blancas y las cortinas elegantes que llevaba hasta el suelo, con una lágrima dejando caer por su mejilla derecha, se despidió de la habitación, para ir a la suya, agarrar sus pocas cosas de manera apresurada e irse por la ventana, donde el rey vampiro la esperaba para llevarla a su nuevo hogar, la mansión Mukami.

[...]

El albino de ojos dorados como el oro, quien tenía una bufanda enroscada en su cuello prolijamente, que le tapaba todo su bello rostro, y solo dejaba ver sus ojos, miraba atentamente el cuadro de su madre Krone, la extrañaba, aún recordaba cuando ella le dio su sangre para que pudiera matar a su padre, y el se contagie de la enfermedad Endzeit, y su madre muriera.

Miraba aquella pintura que el había hecho desde pequeño cuando su madre posaba para él y la pintaba, el era igual a su madre, los mismos cabellos , los mismos ojos, todo igual.

También se le vino a la mente cuando su madre le dijo que el día que se enamorará luchará por ello, pero que la familia esta primero.

El albino están pensativo aquellas palabras que había recordado, había pasado dos años desde que conoció a Alma, aquella chica era diferente, era simpática, pero su manera de vestir y arreglarse eran horribles.

Él estaba algo triste aunque por su rostro no pareciera, ya que el no era de demostrar sus sentimientos, pero por dentro estaba destrozado.

En esos dos años estuvo mintiendo le cruelmente a Alma, sin ningún remordimiento, recién ahora se sentía algo extraño, hasta la había engañado con otra mujer.

Cada vez que se acostaba con Alma, pensaba en el cuerpo de otra mujer para excitarse ya que ella no lo hacía, por que en ese tiempo no la amaba.

El estaba arrepentido y no sabía porque de un momento a otro se siente diferente.
En esto últimos meses, necesitaba de Alma, ella se había comportado diferente más fría, ya sus ojos no reflejaban aquella felicidad que antes tenía, además de que se moría de celos cada vez que iba al instituto, en especial cuando hablaba con el mayor de los Mukami o con algún Sakamaki, le hervía la sangre, antes no le importaba, le importaba de que la matar a y que no pueda reproducirse, pero ahora su mente había cambiado, el ahora sentía celos de que alguien se le acerque a ella, con intensiones de noviazgo.

Aunque ella sea fea y mal vestida, ella era muy simpática y buena que atraía a cualquiera, hacia que tuvieran gana de conversar con ella, y eso no le gustaba al albino.

«¿Qué me pasa con kisama?, Desearía que mi madre estuviera aquí, aunque sea para contestar mi pregunta...» Pensó el, admirando más su cuadro , para luego transportarse a su habitación.

Al llegar Carla, cerró la puerta de su recamara, y se acerco a la cama para recostarse, ya que estaba algo débil por su enfermedad, hasta que vio un sobre sellado.