22)Cada vez me meto en más líos.

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22)CADA VEZ ME METO EN MÁS LÍOS.

Lo mío no es conducir. Una vez lo intenté y por poco no tengo un accidente grave. Me da terror conducir y pensar en que algún gilipollas de turno puede chocarse conmigo en algún momento y adiós Emilie. Aunque más miedo me da si tengo compañía a mi lado, porque me preocupo más por su seguridad que por la mía y entonces me pongo más nerviosa. Pero esta vez no me ha quedado más remedio, ya que Rosette no quiere conducir. Le duele el brazo. al parecer se dio un golpe muy fuerte mientras corría hacia mi casa.

—¡Cuidado con ese coche! —alza la voz y hago un giro brusco, rozando un todoterreno que venía directo hacia nosotras—. Sí que debe ser cierto que lo tuyo no es conducir...

—¡No tengo ni el carnet! —hablo, nerviosa, y respiro hondo varias veces—. ¿Por qué crees que fue Josh quién condujo antes de ayer el coche? ¡Él lo tiene y yo no!

—Bueno, estamos cerca, tranquila —dice mientras saca la cabeza por la ventanilla y el viento le remueve el pelo—. Y no vienen coches por ahora que intenten adelantarnos como el todoterreno.

—¿Cerca? ¡¿Cerca?! —alzo la voz—. ¡Más te vale! Me debes un favor muy grande. ¿Sabes qué hora es? La una de la mañana, ¡yo quería dormir un rato!

—¿Por qué? —pregunta, metiendo la cabeza dentro. Echa su asiento para atrás, acomodándose—. ¿Es que vas de escapada romántica, princesa?

—No me van esas cosas —protesto mientras arqueo una ceja, agarrando con fuerza el volante—. Y tampoco me va el rollo de princesa, así que por favor, no lo digas más.

—Entonces vas a quedar con un rollo —ríe y la fulmino con la mirada—. Oh, vale. No es eso. Gira a la izquierda.

—¿Cómo pudieron aguantarte Luke y Toby? —cabeceo y giro hacia la carretera de la izquierda, pasando por chalets.

—¿Cómo sabes que estaba con dos chicos llamados así? —me mira estupefacta y trago saliva ignorándola, pero ella no me va a dejar calladita tan fácilmente—. ¡Respóndeme!

—Porque hablo todas las noches con ellos, bueno, salvo ayer...—murmuro—. Es lo que intenté decirte en la biblioteca sobre "el hombre". Sé quién es por ellos.

La he cagado. No quería que supiera que los conocía por el simple motivo de que ahora me preguntará cómo los conozco, y qué tengo que ver yo con "el hombre". Lo único que yo quería decirle ayer en la biblioteca era que de vez en cuando me llegan notas suyas, nada más.

Me estoy volviendo una bocazas, y eso es un gran problema. Y si se me ha escapado con ella delante... ¿quién me garantiza que no se me va a escapar delante de Mary, o de Adam, o hasta de Josh? Debo de tener más cuidado y estar más atenta a mis palabras.

—Ya me contarás los detalles —responde borde y suspiro.

Tampoco es para ponerse así. La conocí hace dos días. Qué pretende, ¿que le cuente todo? ¡Si ni lo sabe mi mejor amiga!

Rose me hace un gesto para que pare y me sorprende gratamente.

—Pero si no hay nada...

—Para.

Le hago caso resignada y paramos en medio de la nada. Estamos totalmente a oscuras, en medio de un bosque –fuera de la ciudad –y me ha dicho que pare aquí.

¿En serio? ¡¿Aquí es dónde está su hermano!? Manda cojones.

Rosette baja las ventanillas y se asoma. Mira a todos lados, se aclara la garganta y empieza a gritar a pleno pulmón el nombre de su hermano; Noel. Me tapo los oídos ya que su voz al chillar es tan irritante y aguda que parece que los tímpanos van a estallar dentro de nada. Con lo dulce y melodiosa que es su voz, ¿cómo puede pasar de ser dulce a... horripilante en cuestión de medio segundo? Lo gracioso es, quizá, que aguanta medio minuto con el mismo tono sin cesar a coger aire. Es como si estuviera preparada para hacer estas cosas.

La llamada del secuestro. (REEDITANDO&RESUBIENDO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora