°Tu Música Es Mi Ciencia° ||Hiroguel||

Capítulo 8

-Ahh y..yo digo que es mejor parar hasta aquí Hiro- propuso Miguel una vez que  el pequeño japonés comenzó a dilatar en su entrada, el sabía que no estaba bien continuar y hacerlo en la casa con toda la familia dentro

-Y..ya chinito- siguió chillando el moreno mordiendose el labio, estaba a punto de perder de todo con Hiro... sin su consentimiento -¡Que alto!- grito desesperado apartandose de el -Perdón Miguel- el mencionado apartó la mirada subiéndose los boxer

-¿Miguel?- volvió a preguntar su amado tomando sus manos -No era mi intención hacer algo que no querías... me deje llevar- continuó hablando el chico prodigio de la robótica con una voz entre triste, preocupada y confundida -Aveces no te entiendo-

-¿Que no entiendes? ¿Mis súplicas?... No pues a la otra lo diré de una manera diferente joven "Jiro"- y ahí estaban de nuevo, ambos discutiendo por algo que pudo quedar entre simples besos y caricias

Después de enojarse por una pelea infinita el moreno decidio dormir en el suelo con sólo una almohada -Oh Dante, crei que está vez si era la correcta... pero al parecer no- platicaba a susurros aguantando su llanto, abrazo al perro que gustoso comenzó a chillar -Shh alguien nos podría oír- dijo en un gran bostezo y por fin quedó dormido abrazado al animal

Hiro que aún no podía conciliar el sueño comenzó a divagar en sus pensamientos, acaso Miguel no quería algo ¿Serio? O tal vez estaba equivocado en el significado de esta palabra, tal vez sólo tal vez habían ido muy rápido -Oh mi morenito, no sabes cuanto lo siento- se acerco a la orilla para verlo dormir, parecía un angelito y esto era el colmo para que se sintiera terrible, un dolor volvió a su estómago... Primera vez que se había equivocado y lo admitía

-Miguel... Miguel -comenzó a moverlo delicadamente como si fuera el más ligero cristal -Mi morenito despierta ya- lleno de besos su cara haciendo que por fin medio abriera los ojos -¿Que quieres ahora?- pregunto el menor aun molesto por lo de anoche, Hiro lo comprendió de inmediato pero de verdad necesitaba arreglarlo todo

-Vamos, tengo que enseñarte algo afuera- Miguel asintió aburrido y se levantó cuidadosamente -Esta bien, pero deja que me cambié... a solas- el japones asintió saliendo del cuarto suspirando"¿Y si ya no lo perdonaba jamás? ¿Y si perdía el amor de su morenito?" Pensó en las posibilidades de esto para sentirse mal y así fue, un dolor comenzó a punsarle en el pecho -Bien, ya estoy listo-

Hiro sonrio tomando sus manos -Antes que nada, hoy despertaste más hermoso que nunca Miguel- el menor bajo la mirada para cubrir su sonrojo -Sabes que yo no te podría hacer daño¿Verdad?-

-No lo se, sigo creyendo que no pero...- lo miro triste por un rato, sus ojos se mostraban apagados y esto hacía que la conexión en ambas miradas fuera interrumpido -¿Recuerdas que ayer me preguntaste que éramos?- Miguel asintió incómodo -Pues bien tengo una respuesta que tal vez te guste- cubrió rostro y lo siguió hasta la entrada -Seguro que no me harás nada, porque tengo miedo-

Hiro río y lo destapó, el moreno no podía creer lo que veía, era tan hermoso el momento. Muchas flores esparcidas en un tapete con su nombre, mariachis tocando en una esquina -Y aún falta el factor clave de la operación- mencionó el mayor haciendo que abrieran un gran cartel

"¿Quieres ser mi novio?" Miguel sintio quemar sus mejillas, era lo más hermoso que una persona le pudo regalar en su vida -Ammm Hiro, esto es una maravilla ¿Como hiciste todo esto?- el mayor alzo los hombros apenado y riendo -Claro que aceptó, con una condición... llegaremos a más, cuando yo este listo-

-Por mi esta bien mi morenito- el menor sonrió feliz y unio sus labios al compás de la melodía, mejor cosa no podía desear que estar al lado de lo que más a llegado a amar...

                  Contigo aprendí 
     Que existen nuevas y mejores   
                       Emociones
                  Contigo aprendí 
    A conocer un mundo nuevo de   
                         Ilusiones

                         Aprendí 
  Que la semana tiene más de siete 
                             Dias
    A hacer mayores mis contadas      
                          Alegrias
      Y a ser dichoso yo contigo lo
                          Aprendi

-Miguel- pronuncio el japones una vez que volvieron a la cama -¿Si?- se recargo mas en su pecho -Te amo-