Lo vi limpiarse la cara bruscamente pero no alzo la mirada, mi corazón dolió.

— No, sigue, quiero oírte. —ordenó con un poco de rudeza.

Asentí aunque no me podía ver, aclaré silenciosamente mi garganta esperando no tartamudear, hable;

— Eres raro y acogedor a igual que dulce y extraño. Tan misterioso y reservado con otros pero un libro que solo es abierto conmigo. —aparte la mirada y mire mi manos para así jugar con está entre sí, sintiéndome de pronto cohibida a su alrededor como la primera vez que lo conocí. Seguí después de respirar con profundidad, añadí;— Tu haces que mi corazón salte y se alegre desde el primer día que te conocí solo que no lo reconocí, intente tanto meterme a la cabeza que solo era porque me incomodaba tu presencia pero la verdad era que lo único que me incomodaba y extrañaba era lo que tu podías hacer en mí. —podía sentir su mirada en mí pero me negaba a mirarlo.

— ¿Eso era malo?

— No, al contrario, era agradable sentir el dolor en mi estomago. —admití— Era como sentir un zoológico dentro de mí. —bromeé tomando valor para mirarlo. Él estaba con una sonrisa y apuesto a que debería de estar viéndome ridícula pero presiento que va a valer la pena.

— ¿No te importa andar con el rar-

— Y popular. —interrumpí tomando su mano con timidez, me sente a su lado.

— ¿No te importa andar con el raro y popular?

— ¿A ti no te importa andar con la fea extranjera? —Cuestione dejando de mirarlo para poder centrar mi vista en nuestras manos.

— No, no me importa. —dio un ligero apretón en mi mano para pronto añadir;— Porque tu eres ante mis ojos lo más precioso que haya visto en mi vida. —confesó tomando mi rostro entre sus manos, obligandome a verlo. Puse mis manos encima de las suyas.

Eso me hizo sentir bien.

— Entonces, a mi no me importa. —sonreí.

Acercó su rostro al mío.

— Te confieso algo.

— ¿Si?

— Tu sonrisa siempre me deja tonto. —admitió con un poco de vergüenza— Cada vez que me sienta mal, sonríeme. —añadió mientras una sonrisa se hacía presente en sus labios.

— Lo haré. —confirme decidida. Deje sus manos y él tambien quito las suyas para después posarlas en mi cintura para hacerme sentar en su regazo. Sentí que la sangre subía hasta mi rostro. Iba a reprochar pero me lo guarde cuando vi con más detalle su rostro. De pronto me sentí mal, las lagrimas secas todavía tenían camino en su mejillas— Lamento hacerte llorar nunca pretendí hacerlo, lo lamento.

Pase mis dedos por una de sus mejillas para borrar aquel líquido salado de su rostro.

— Oh, no, no, soy muy sensible y no debí hacerlo. Se supone que ya me había preparado para el rechazo. —confesó nuevamente y alce una ceja.

¿Rechazo? Estaría completamente loco si creía que lo iba a rechazar.

— No debiste haber pensado eso. —deje mi mano descansando en su mejilla— Además, ¿por qué iba a dejar ir la oportunidad de estar cerca de un chico inadecuado? —Deje de lado la vergüenza y con mi otra mano agarre su nuca para acercar su rostro al mío. El roce de sus labios con mi boca y que su aliento soplará en mi cara es increíble, sin duda el olor a café y menta es uno de mis favoritos.

— ¿No soy el correcto? —Alzó una ceja pícaro.

— ¿Adecuado? ¿Incorrecto? ¿Y qué? ¿A quién le importa? Si para mí eres tan imperfectamente correcto, Hoseokie, aunque las personas digan lo contrario. —susurre como pude, una de sus traviesas manos se adentraron bajo mi blusa y los roces de sus dedos en mi piel me estremeció.

— ¿D-de verdad?

Uh-huh. A mi no me importa, así que, ¿qué hay de ti? —Él no respondió y no importaba, no cuando solo me dediqué al dulce sabor de sus labios con los míos cuando terminó de acortar la distancia de nuestros labios.

HoSeok sacó su mano de donde estaba y me envolvió en sus brazos, por mi parte me sente mejor sobre él y puse mis brazos en su nuca, jugando un poco con su cabello color chocolate.

Moví mis labios y agradecí a HoSeok cuando abrió su boca para dejar adentrar a mi curiosa lengua a su cavida bucal, un suspiro entrecortado salió de mí cuando nos separamos por la falta de aire pero no conte ni uno cuando de nuevo nuestras bocas se encontraron a igual que nuestras lenguas que hicieron un vaivén de deliciosas y placenteras sensaciones.

Estaba eufórica, emocionada no sabía que se podía sentir mucho con un beso dado por él, algo tan simple como unir tus labios con la persona que quieres es algo emocionante puedo decir que hasta puedes llorar de la emoción.

Nos separamos jadeando, ese beso fue dulce, desesperado y necesitado, por ambos. HoSeok unió su frente con la mía.

Abri los ojos encontrándome con los suyos, sonreí.

— Tal vez y eso haya respondido tu pregunta, cariño. —susurró sólo para mí con ternura.

Y supe que había elegido correctamente al hombre más adecuado e incorrecto para mí.

¡Hola! ¿Cómo están lectores de este libro?Cómo verán este es el último capítulo de la historia de Hobi pero relajense todavía falta el epílogo y un par de extras que estaba pensando hacer, todavía no lo he confirmado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¡Hola! ¿Cómo están lectores de este libro?
Cómo verán este es el último capítulo de la historia de Hobi pero relajense todavía falta el epílogo y un par de extras que estaba pensando hacer, todavía no lo he confirmado.

Gracias a las lectoras fantasma por leer, me identifico yo también soy así. Gracias a las que han votado y comentado.

Me ha encantado escribirla y subirla para ustedes.

Así que nos leemos en el epílogo y ahí confirmó si va haber extras.

Bye.

JHS ¦ IMPERFECTLY CORRECT #1Where stories live. Discover now