Los deseos de Verónica son bastantes peculiares. Al menos desde que se topó frente a frente con el prometido de su madre.
Verónica Malone pensó muchas cosas antes de meterse con su futuro padrastro, pero ella tenía deseos demasiados incesantes como...
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-no puedo creer lo que está pasando, ¡mamá va a dejar que ese sujeto viva en casa!.
Vero miró a Violet.
-¿qué tiene de malo?.
-lo primero es que al parecer no posee un empleo y obviamente es un maldito Gigolo. Se nota a leguas. Segundo, mamá lo apoya en todo, es un vago, si a todo, es drogadicto, si a todo, es asesino, aún le sigue diciendo que si.
-¿estás bromeando cierto?.
Los ojos grandes de Violet miraron los de Verónica con consternación.
-solo es un dicho.- dejó que sus hombros cayeran sin ánimos.- le dije que no estaba de acuerdo con que viviera con nosotras y ella ni siquiera me escuchó. Entró por un oído y se le fue por el otro.
-si tu mamá es feliz, dejala.
-si, claro, me lo dice la que intenta bajarse al novio de su madre. O no novio, prometido.
-bueno, cada quién tiene sus problemas.- Violet la miró con desdén.
Pero volvió a su habitual ánimo de ese día: desanimada.
Vero miró a Víctor, quién se mostraba ensimismado en sus pensamientos. Ni siquiera parecía que escuchaba la discusión de ella y su prima.
-hey Víctor, estás en todo menos en esto.
Vero tronó sus dedos en frente del rostro de este, este la miró.
-lo siento, es que ando dándole vueltas a algo.
-nos dimos cuenta, tenemos media hora ya sentados y tú no has dicho la primera palabra, aparte de un "hola".
-¿qué te tiene tan consternado, primito?.
Víctor las miró.
-no les incumbe.- habló frío.
Verónica sonrió y lo miró con complicidad.
-es por Q, ¿no?.
-ya deja eso.- se mostró molesto.
-no entiendo cual es tu mierda, tampoco es tan enfermo. No son de la misma sangre.- Vero alzó sus hombros.
-¿por qué lo escondes Vic?. No nos tienes confianza.- Violet lo miró a los ojos.
-claro que no Vio, no es eso, la verdad no sé lo que pasa conmigo, pero por ahora quiero guardarme esto. Aún no necesito contar qué es lo que me pasa porqué ni yo mismo lo sé, tengo que descubrirlo.
-bueno, yo no diré nada, porqué siempre me tachan como la fría, pero no creo que tengas que darles vueltas, tú en realidad sabes lo que te pasa pero no lo quieres admitir.
-ahí dijiste algo.
-solo trato de ayudar, idiota, y te conozco más que a mi misma y por eso te lo digo.
