Musical.|| Fadie. FinnxSadie

I don't know how to love him.

S a d i e.

Los días pasaban y yo cada vez me volvía más unida a Finn. Después de la escuela siempre me reunía con él en el parque, procurando que mi papá y Sophia no se dieran cuenta de lo que hacía.

Cada día que pasaba con él me sentía más radiante, me despertaba con una gran sonrisa y había un cierto brillo en mí.

Estar con Finn era genial, hasta que llegaba mi hora de dormir.

El insomnio me vencía en cuanto comenzaba a pensar en mis sentimientos por el chico de rulos.

¿En verdad lo quería?

En el pasado, ya había salido con muchos chicos, incluso mis vecinos me consideraban alguien "fácil" ya que normalmente me acompañaban a casa, y cada semana era un chico diferente.

La verdad es que de un pequeño beso no pasaba con los chicos anteriores; mi papá sabía que yo me daba a respetar, por eso no le importaba lo que la gente pensara sobre mí.

Y Finn, Finn es otro chico ¿Cierto?

Es solo el chico en turno.

Y así comenzaba una discusión conmigo misma.

¿Finn en verdad era solo un chico?

Era más que eso; es el chico que me hace sonreír día a día, el que acaricia mi cabello hasta que me quedo dormida en su regazo, el chico que hace que me sonroje y luego hace una burla de ello; aquel que siempre me pide que le lea algún libro, porque dice que le encanta escuchar mi voz.

Aceptar mis sentimientos por Finn era mi mayor miedo, ¿Qué tal si él no me correspondía? ¿Y si Sophia tiene razón? ¿Y si solo me quiere utilizar?

Y en el mejor de los casos, en el cual corresponda mis sentimientos, ¿Qué tal si no soy lo suficientemente buena para él? ¿Y si no lo trato de la manera correcta? ¿Y si mi orgullo y actitud fría lo llegaban a hartar?

Finn comenzaba a derrumbar las paredes de mi corazón, aún así, no bajaba por completo mi guardia, me mantenía calmada y en algunos momentos fría.

Había días en que incluso quería gritarle y ahuyentarle, para que nunca volviese a acercarse a mí; prefería eso a que supiera que estaba loca por él.

Estoy loca por él. Yo sola me daba la respuesta, pero aún así no dejaba mi etapa de negación.

Tomé un profundo respiro, manteniendo el aire en mis pulmones por varios segundos, para después sacarlo en un gran suspiro.

Abrí mi mochila, metí el libro que le leería a Finn y la cerré, colgandola después en mi hombro.

Baje las escaleras rápidamente, esperando no encontrarme con alguien. Lamentablemente mis planes fueron arruinados.

—¿A dónde vas?— La voz de Sophia se escuchó a mis espaldas, cuando apenas había puesto mi mano en el picaporte.

Me voltee, encontrándome a una pelirroja con los brazos cruzados. —A la biblioteca.— Mentí, esperando que mi nerviosismo no se notara.

Me examinó de pies a cabeza. —¿No haz ido ya toda la semana a la biblioteca?

—Sí. Es solo que me gusta estar ahí ¿Sabes? Todo es muy silencioso.— Sonreí, siendo intimidada por su penetrante mirada.

—Una amiga te vio en la feria con Finn Wolfhard, hace ya un par de semanas. ¿Quieres explicarte?— Mierda. Mierda. Mierda. ¿Acaso las personas no podrían solo ocuparse de sus vidas?