A winter's ball.

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S a d i e.

—Papá, por favor no me obligues a ir.— Dije suplicante, mirando a mi padre con ojos de perrito.

Basta, Sadie. Jim vino personalmente a dejar la invitación para su fiesta, y creo que puedo tener más tratos con él que beneficiarían la compañía, si asisto. Así que por favor, solo ve esta noche, hija.— Respondió dejando su tasa de café vacia en el fregadero, y en un instante el ama de llaves ya la estaba lavando.

Bufé resignada. —Bien. Pero no me arreglaré al cien porciento, te daré mi setenta porciento y es todo.

Mi padre río y plantó un beso en mi cabeza. —Lo que digas pequeña.— Salió de la cocina.

—Ugh, ni siquiera sé que ponerme.— Me quejé, sentándome junto a mi hermana en la mesa.

—Es un baile de invierno, y los colores de invierno son verde, dorado y rojo, tú eliges.— La pelirroja río antes de meterse un pedazo de hot cake a la boca.

—Creo que voy por el rojo. ¿Tú sabes que usarás?

—Algo negro. Por si me encuentro a Nick Wolfhard poder huir entre las sombras.— Mi hermana sonrió con tristeza.

—¿Los Wolfhard irán?— Pregunté curiosa. A decir verdad, no los conocía muy bien, solo sabía que era un padre soltero y sus dos hijos, y a Nick solo lo había visto un par de veces.

—Por lo que escuché, sí.

Nick y Sophia habían sido novios, mi hermana estaba muy enamorada de él, hasta que hace dos años le rompió el corazón. Sophia cayó en una terrible depresión, que hasta el día de hoy todavía no había superado por completo.

Ya salía de su cuarto y de casa por lo menos, pero había días en que aún se le veía muy triste. Aún así, no sabía lo que Nick le había hecho, pero desde ese día mi padre detesta a los Wolfhard; por él y por mi hermana, yo también los debo detestar.

—Bien, iré a dormir una siesta antes de arreglarme al setenta por ciento, para el baile del señor Andrews.— Me despedí antes de ir a mi habitación. Y sí, no tenía mucho de haberme despertado y ya iba a dormir una siesta.

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Bajamos del auto y mi padre le dio las llaves al chico del parking para que lo estacionara, cerca de la residencia de los Andrews.

Era una casa enorme, parecía más una mansión, y estaba en una colina a las afueras de la ciudad, por lo cual se podían ver las estrellas, que gracias a las luces de la ciudad no se podían ver desde casa.

Apenas comenzaba el invierno, por lo cual solo se sentía una pequeña brisa fría.

Llevaba puesto un vestido con vuelo, rojo, hasta arriba de la rodilla; unos tacones negros no muy altos, y decidí dejar mi pelo suelto y ondulado.

Sophia no estaba bromeando, su outfit era todo negro, a excepción de los pendientes de oro que llevaba puestos.

Entramos a la gigantesca casa, el señor Andrews nos recibió y papá se quedó charlando con él, Sophia vio a una amiga de hace tiempo y se fue a hablar con ella, para ponerse al corriente de todo lo que había pasado desde que Sophia empezó a tener escuela en casa.

Y al estar sola y sin nadie conocido, me dispuse a ir a la mesa de postres.

Me sorprendió que nadie estuviese ahí; todos bailaban y charlaban, mientras que yo cubría un bombón en la fuente de chocolate y luego lo metía a mi boca.

Musical.|| Fadie. FinnxSadieحيث تعيش القصص. اكتشف الآن