De a dos

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La habitación estaba hundida en una oscuridad absoluta. El silencio de la madrugada era solo interrumpido por los pequeños ruidos que Jazmín dejaba escapar de su boca. Con su cara escondida en su cuello, Flor movía sus dedos entre sus piernas con mucha lentitud, creando fricción y aumentando la tensión en su cuerpo, estaba segura. Jazmín tenía un brazo sobre sus ojos y el otro sujetándose con fuerza a las sábanas. Flor sonrió contra su piel, inhalando profundo para llenarse del aroma de su novia. A su perfume habitual, hoy se le sumaba un aroma a vainilla y canela, producto de la torta que Jazmín había estado cocinando hasta hacía unos minutos.

Flor había extrañado sentirla así. Cerca y entregada y soltando el control por completo. Los últimos días habían sido a toda marcha, con Jazmín llegando a casa tarde y yéndose por la mañana mucho antes que siquiera la alarma de Flor sonara. La había extrañado, sí, pero el orgullo que sentía Flor era más grande que cualquier otro sentimiento que existiera en el mundo. Mañana al mediodía, después de casi cinco meses de trabajo, era la apertura de El rincón de Alba. Y todo el esfuerzo valdría la pena.

Flor se movió del cuello de Jazmín y la besó con suavidad en la mejilla. "Mmm" dijo Jaz y Flor volvió a besarla. Dejó sus labios contra su piel incluso después de haberlo hecho y frotó su nariz contra su mejilla, justo debajo de uno de sus ojos. Sus dedos seguían moviéndose por sus pliegues con tranquilidad. Ninguna de las dos estaba apurada, parecía. Movió una pierna entre las de Jazmín y disfrutó de su piel contra la suya. Quería amar esa noche a Jazmín para borrar sus nervios, sus inquietudes, sus dudas. Quería amarla como Jazmín se merecía y como, al menos Flor creía, ella había aprendido a hacerlo: de la manera justa en la que Jazmín la necesitaba.

"A veces te miro", dijo, volviendo a su cuello para dejar besos suaves y cortos, "y me quedo colgada, de verdad te digo. No puedo creer que seas real y que me hayas elegido a mí".

"Soy yo la que no lo puede creer", le contesto Jazmín. A Flor le gustaba como se le ponía la voz cuando estaban así, juntas. "Y voy a elegirte todos los días de mi vida, si me dejás". Flor buscó sus labios y la besó con la misma parsimonia con la que estaba haciendo todo. Pasó su lengua por su labio inferior, buscando entrada. Jazmín se lo permitió al mismo tiempo que enredaba una mano en el pelo de Flor.

Con su dedo índice, Flor se ubicó sobre la entrada de Jazmín y ella la mordió, apenas, en el labio. Flor se alejó y trató de buscar los ojos de su novia en la oscuridad. La mirada intensa de Jazmín era siempre más fuerte que todo. "Te quiero", le dijo, sintiendo su estomago llenarse de mariposas al pronunciar las palabras. Entró en ella con delicadeza, tomándose su tiempo. Jaz volvió a besarla, todavía despacio, respetando el ritmo que Flor había impuesto. Con su pulgar, buscó estimular su clítoris.

Jazmín gimió ante el contacto y la agarró más fuerte del pelo. Flor siguió entrando y saliendo de ella con lentitud. Se fue de su boca para besarla en el cuello, esta vez usando su lengua y dientes. Jazmín se retorció debajo de ella y Flor aprovecho para curvar su dedo dentro de su novia. Jazmín gritó con más fuerza y movió sus caderas para arriba. "Como me gusta cuando te ponés así", le dijo Flor al oído. La mano de Jazmín se movió de su pelo a su espalda. Le clavó las uñas con fuerza mientras la acercaba más hacia ella. Había todavía demasiada ropa entre las dos, por lo que Florencia se alejó de Jazmín abruptamente, saliendo de ella, para poder sacarse la remera del pijama.

Jazmín dejó escapar de su boca un ruido de queja, pero fue débil. Flor le sonrió con ternura y la ayudó a sacarse su propia remera. Luego la besó, posicionando su mano justo donde la tenía antes, pero esta vez dejando entrar a dos de sus dedos en ella. El ruido que salió de Jazmín esa vez fue de placer y Flor sonrió contra su boca, cortando de alguna manera el beso que se estaban dando. Bajó por su cuello con rapidez, dejando que su boca chocara contra la transpiración que ya se estaba formando en el cuerpo de Jaz.

SeráWhere stories live. Discover now